Lucas:
Así que era cierto, en dos días es el cumpleaños dieciocho de Katherine. Soy una persona festiva, obviamente tenía que organizar una fiesta. Además ella era nueva con mayor razón. Puedes pensar que solo es una excusa para hacer una fiesta pero no es así, es mi amiga y quiero lo mejor para ella ¿okay?
Tenía que ser a lo grande así que estuve pensando durante mucho tiempo. No podía ser aquí en el Refugio porque la familia mortal de Kath no podía entrar y tampoco podía ser en la ciudad porque todos correríamos peligro innecesario. Luego se me ocurrió la brillante idea de hacerlo en un área de campo cercano.
Así, todo emocionado, fui a contarle mi maravillosa idea a Danielle que se estaba encargando de todo. Ella estaba practicando esgrima en la arena, me acerqué.
—¡Hey Dani! — la llamé mientras caminaba hacia ella.
—Hey, ¿todo en orden? — volteó
—Sí, se me ha ocurrido una gran idea para organizar una fiesta para el cumpleaños de Kath.
—Te escucho — me indicó que prosiguiera
—Mira, podemos hacer una fiesta en un área de campo y…
Danielle:
La idea de Lucas no era mala, pero había un problema, el padre de Katherine. ¿Cómo invitaríamos a Hades? No podemos ir así como así y decir: "Oh señor Hades, vaya a la fiesta de Kath en dos días". Definitivamente no podía ser eso. Debía ser algo más respetuoso, pero no tanto. Cuando hube practicado lo suficiente fui a buscar a mi primo Niko. Es increíble como puedes estar emparentado con todos.
—¡Niko! — dije tocando la puerta de su bungalow
—¿Qué quieres? — dijo abriendo la puerta todo seco y medio moribundo.
—¿Podrías llevarme al inframundo?
—¡¿Qué?! — dijo abriendo los ojos mientras me gritaba, claramente no es algo que todos digan.
—Lucas y yo queremos hacer una fiesta sorpresa para tu hermana por su cumpleaños y queríamos invitar a tu padre.
—¿Tú realmente crees que él aceptará? Pierdes tu tiempo.
—Mira, hagamos un trato. Si él acepta ir, tú irás.
—Me parece bien, pero si pierdes serás el blanco de las burlas de los Stallart por un mes entero.
—Hecho — estrechamos las manos y Niko una especie de portal hacia el inframundo. Una sombra negra que se movía como un remolino.
En un abrir y cerrar de ojos llegamos al palacio de Hades. Todo era oscuro, sombrío, pero se veía genial. El palacio se encontraba sostenido por columnas griegas gigantes que tenían antorchas con fuego. Había un tapiz gris en el suelo y una lámpara de cristal en el techo. Camino a la sala del trono, transitaban varios fantasmas, lo que no me sorprendió. Al llegar, Hades estaba sentado en su trono dorado. Cabello n***o liso, pálido, ojos negros profundos y un aura super penetrante, ese definitivamente era todo un dios.
—Hijo mío. — dijo inclinándose para vernos mejor — Sueles venir siempre solo ¿quién te acompaña esta vez? ¿ya es hora de que me presentes a tu novia? — bromeó el dios
Estaba impactada por las preguntas, no sabía que Hades tenía sentido del humor. Eso no me lo esperaba.
—¡No, padre! — se defendió Niko — Ella es Danielle White, es semidiosa de Poseidón, y quiere hablar contigo.
—Hija de Poseidón ¿eh? — me miró el dios con sus oscuros ojos como si estuviese analizando mi alma — ¿A qué has venido?
—Bueno, supongo que sabrá que dentro de dos días es el cumpleaños dieciocho de Katherine y pues... un amigo de Kath y yo queríamos--
—¡¿Un amigo?! ¿De mi hija? — se desesperó el dios, las antorchas del lugar se encendieron como si les hubiesen echado gasolina encima y los fantasmas comenzaron a correr por todos lados.
—Señor — me apresuré a decir — Solo es eso, un amigo, lo juro.
—Continua... — hizo un ademán con la mano y las cosas se normalizaron. Se le notaba la preocupación por su hija y Lucas. Tal vez pensaba que ellos eran algo más que amigos y no lo culpo, son muy lindos juntos.
—Bueno, como le decía, nosotros queremos organizar una fiesta sorpresa para ella y queremos contar con su presencia y la de Niko.
—Bien, me tomaré un tiempo para ver a mi hija. También vigilaré a ese amiguito de quien hablas. ¿Cómo dices que se llama?
—Lucas, Lucas Suarez, es un legado de Hefesto.
—Bien.... ¿Dónde será?
—Aún no está definido el lugar ni la hora, pero le haré llegar con Niko las invitaciones más tardar mañana al amanecer.
—Ahí estaré.
—Muchas gracias, señor, con su permiso me retiro. — El dios asintió, me di la vuelta y fui a la entrada donde me esperaba Niko
—Nunca apuestes en contra mía — le susurré y él rodó los ojos.
Salimos hacia el Refugio y fui a buscar a Lucas. En el camino me topé con Katherine.
—¿A dónde vas? — preguntó
—Tengo un asunto que atender con Lucas. — no me detuve y salí corriendo.
Katherine:
¿Para qué iba Dani a ver a Lucas? ¿Acaso ellos estaban saliendo? No puedo pensar eso. ¿Mi mejor amiga con él? No puede ser. Traté de no pensar en eso.
Iba camino a mi bungalow pues había pasado un día agitado con Peter y la esgrima y entonces vi a Dani riendo junto con Lucas. Ella tenía una cajita en sus manos, un regalo al parecer. Por un momento pensé que era para mí, tal vez ese pensamiento fue egoísta de mi parte y lo siento pero luego pasé por su lado y escuché "Gracias Lucas".
Conmocionada, salí corriendo y llegué a mi bungalow rápidamente. Entré a mi habitación y me tiré en mi cama.
¿Por qué me afectaba todo esto? Debería estar feliz por Dani. Dani es mi mejor amiga, la apreciaba demasiado y quiero lo mejor para ella. Lucas también es una increíble persona y no tengo sentimientos por él, ni nada por el estilo... ¿verdad?
—'Estás triste, cariño?' — me preguntó una voz. Era Afrodita en mi cabeza.
—Lady Afrodita, ya se comunicó conmigo en la mañana. Ahora, ¿Qué desea?
— 'Soy una diosa, puedo estar con quien quiera cuando quiera.'
—Si, eso lo tengo muy en claro.
— 'Como sea, te sientes confundida y no sabes si tu chico está saliendo con tu amiga.'
—Para empezar, Lucas no es “mi chico”, segundo si ellos están saliendo, que bien, que sean felices.
— 'Sabes que eso no es cierto.' — desapareció su voz
—Katherine — dijo alguien desde el umbral de mi habitación — Te vi entrar corriendo y ahora te encuentro tirada en tu cama, ¿Estás bien?
—Ah Niko, eres tú. — le dije — Sí, estoy perfectamente, ¿qué te hace pensar que no?
—Tienes una almohada en la cabeza.
—Si no me dices que pasa traeré a Danielle aquí y--
—No es necesario — me apresuré a decir — Es solo que… creo que Dani y Lucas están saliendo.
—¿Suarez? Que tiene… ¡No me digas que te gusta Lucas! — se alteró.
—¡No! No es eso, en serio, es solo que Dani no me dijo nada.
—Tal vez no estén saliendo.
—Pero yo los vi riéndose muy juntitos y él le dio un regalo y lo abrazó y todo.
—Bueno, tal vez si estén saliendo y pronto te lo dirán.
Lucas:
Yo estaba en paz trabajando en la forja en mi nuevo proyecto secreto cuando entonces llegó Danielle y me sacó de ahí.
—Ven, acompáñame a hablar con Hermes. — me dijo indicando que la siguiera.
—¿Para qué?
—Fui al inframundo a ver a Hades — me dijo despreocupadamente.
—¡¿Qué?! ¿Sabes lo peligroso que es?
—Puedo cuidarme sola. Además fui con Niko.
—Oh, que alivio. — dije rodando los ojos.
—Fui a invitar a Hades a la fiesta.
—¿Aceptó?
—Por supuesto. — contestó alegremente — ¿Tienes las invitaciones?
—Ajá, tuve que pedir ayuda a los legados de Afrodita, pero aquí están. — le entregué una pequeña cajita de madera con las invitaciones.
—Gracias Lucas — me dio un fuerte abrazo y me agradeció mientras pasaba por nuestro lado la futura cumpleañera, qué coincidencia.
Luego Dani fue a hablar con Quirón sola y yo volví a la forja a seguir con los planos de la armadura. Pasó una hora y llevé a todos a cenar. Por alguna razón Kath tenía una actitud sombría, como la de Niko. Su cabello le cubría la cara, tal vez le hizo daño pasar tanto tiempo con su hermano. Era muy extraño, ella era risueña y encantadora, así que fui a ver qué pasaba.
—¿Todo bien Kath? — pregunté
No hubo respuesta. Miré a Niko y este me lanzó una mirada fulminante, me inspiró miedo, pero no me fui.
—No me iré sin obtener respuestas.
—¿Seguro? — su sonrisa maliciosa no era buena señal.
—Sí, muy seguro.
Él chasqueó los dedos y tres esqueletos me rodearon, tenía un poco de miedo, lo reconozco, pero Kath eran muy importante para mí. Pero no tuve otra opción.
—Oh, me voy, — levanté las manos en señal de rendición. — pero tengo que saber qué pasa. — culminé.
Regresé a mi mesa, y seguí comiendo mi pizza. Al terminar fui a descansar.
No sabía por qué Katherine me estaba ignorando. Por alguna razón empecé a recordar aquellos momentos que pasé con Calipso. Pero... ¿y si no la volvía a ver? ¿Debería olvidarme de ella?
Katherine:
A la mañana siguiente fui a levantar a Niko. Para variar no estaba. Deduje que no había vuelto del inframundo. No puedo creer que sea semidiosa de Hades y no haya utilizado mis poderes, ni siquiera había visitado el Inframundo. Más le vale a Niko enseñarme a utilizar las sombras, por lo menos.
En fin, fui a alistarme para desayunar. Cuando salí de mi habitación Niko ya había llegado.
—¿Dónde Hades estabas? — pregunté
—Donde siempre, tenía papeleo. — contestó de mal humor.
—No importa, apúrate que quiero desayunar.
—Acabo de llegar, ten consideración.
Luego de unos minutos salió. Fuimos a desayunar, todo normal, no le hable ni miré a Suarez. Al acabar, Niko volvió a desaparecer, yo fui a entrenar un poco de esgrima y atletismo. Me cansé, fui a mi bungalow a encerrarme y terminar de leer uno de mis libros de mitología greco-romana.
Lucas:
En el desayuno, Kath ni me miró, supuse que seguía molesta y todavía no sé por qué. Fui a mi bungalow a dormir un poquito más, pero una vez más, la voz de la diosa del amor apareció en mi cabeza.
— '¿Qué sucede?'
—Nada. — respondí.
— 'Cuéntamelo todo. Seguro se debe a Katherine.'
—Un poco... es que... no me habla y no hice nada.
— 'Sabía que estaba celosa.' — habló para sí misma.
—¿De qué habla?
— 'Katherine está celosa.'
—¿De qué?
— 'Ella cree que tú y Dani están saliendo.'
—¡¿Qué?! — grité — Yo no... no salgo con ella.
— 'Ella cree que sí.'
—No puedo dejar que piense eso...
— 'Así se habla Romeo.'
Fui a desestresarme al lago, me senté bajo un árbol. Miraba la superficie del agua y recordé donde estaba. Me había sentado bajo el mismo árbol en donde vi por primera vez a Katherine. Pero se me cruzó ese recuerdo con los de Calipso. Los recuerdos me iban a volver loco.
Me concentré en la superficie tranquila del lago, en eso salió Peter desde las profundidades del lago.
—Hey, tío, ¿Qué pasa? — preguntó el de los ojos verde mar.
—Tengo un asunto que arreglar.
—¿Tiene que ver con mi prima?
—Sí, ella piensa que salgo con tu hermana.
—Espera... no estás saliendo con mi hermana ¿o sí?
—No, caramba, como crees.
—Bueno... ¿Se molestó por eso?
—No exactamente, se molestó porque "supuestamente" no le dijimos nada. —hice énfasis en "supuestamente".
—Oh, eso es grave... ¿No deberías aclararlo todo cuanto antes?
—Esperaré a mañana.
—¡Estás loco! Te va a matar.
—Lo sé, pero vale la pena arriesgarse.
Fui al búnker 9 a hacer los "últimos detalles" a los planos de la armadura. Mientras trabajaba, se pasó muy rápido el tiempo. Había amanecido, era el cumpleaños de Katherine. Ya tenía las palabras para explicarle el asunto. Guardé mis planos, vestí y salí corriendo hacia la cabaña de Katherine y Niko. Para variar, Niko abrió la puerta.
—¿Qué? — dijo él con voz muy fría
—Tengo que hablar con Kath.
—No está y no quiere hablar contigo — me cerró la puerta en la cara.
No me iba a rendir tan fácilmente, algo me decía que Katherine estaba ahí; así que rodeé la cabaña y entré por la ventana de su habitación.
—¡¿Qué haces aquí?! Se supone que Niko no debía dejarte entrar — me gritó apuntándome con su espada.
Iba vestida toda de n***o como si fuese a ir al inframundo a un funeral. ¿No lo haría cierto?
—Tenemos que hablar... — traté de llevar las cosas con paz.
—No tengo nada que hablar contigo ¡Vete! — me siguió gritando
—Por favor, escúchame...
—¡No! ¡Ni—
Trató de gritar, pero no lo logró, yo fui más rápido y le cubrí la boca con la mano, la apoyé contra la pared. No quería hacerle daño.
—Por favor déjame hablar... — ella se tranquilizó un poco — Te soltaré, pero déjame hablar. — ella frunció el ceño y me mordí la mano, que salvaje.
—Tienes 1 minuto antes de que llame a mi hermano y te haga pedacitos.
—Vale. — me trabé no sabía que decirle primero — Verás... tuve una conversación con ... — pensé si era adecuado pronunciar el nombre de la diosa, decidí que no — alguien y pues, me dijo que tú piensas de que yo estoy saliendo con Danielle, cosa que NO es cierto. — resalté NO
—Fue Afrodita ¿no es cierto? No puede quedarse callada. — ella se ruborizó, era adorable.
—No estoy saliendo con Danielle — recalqué nuevamente — Si Danielle hiciera algo como eso serías la primero en saberlo. Esto seguro.
—¿Entonces Danielle sigue confiando en mí?
En serio, Kath se veía muy adorable en ese momento. Con los ojos de cachorro, una espada en la mano y ligeramente ruborizada, nada mejor.
—¿Cómo puedo saber que no me mientes?
—Solo es un salto de fe. — dije tomando su mano.