NOX Observé a la pequeña zorra que luchaba contra el deseo interno que la doblegaba apretando con fuerza el cabello entre mis dedos, alguna otra estupidez de su parte y le arrancaría la cabeza sin importar que nos retrasáramos tres días más. Leia necesitaba entender de una jodida vez que ella era un Revolies, no entraba en mi cabeza cómo era que podía rehusarse a aceptar y ser lo que era. A veces la odiaba porque la impresión que daba era de querer ser un humano, y que se avergonzaba de la especie. Pero luego veía en su cabeza y sabía que no era real, sólo miedo a lo desconocido y un montón de bloqueos que Jacob dejó en sus neuronas para que no recordara nada de lo que vivió durante los primeros cinco años de su vida. Fue una niña difícil de manejar, una cazadora innata. Una asesina, t