Cautivada.

1356 Words
Al bajar del pequeño escenario, mi corazón quiere salir de mi pecho, Mei Mei está muy felíz por mí, siento que esa actuación parece que me abrirá muchas puertas en un futuro no muy lejano. La velada de reclutamiento y entrenamiento, llega a su fin, los clientes empiezan a retirarse, alabando a la señora Li, por el buen show de entretenimiento, puedo notar que una chica rusa del grupo de música me mira como si tuviera algo en la cara, parece como si le desagrada el hecho de que ella tiene un mes aquí y no ha alborotado a la audiencia como yo lo hice en solo media hora. Malay Petrov como la llaman me mira despectivamente, al principio pensé que eran cosas mías, pero confirme mis sentimientos cuando ella se me acercó en el baño. —Eres muy buena...aunque no lo pareces—Me dice en forma de burla. — Ah si muchas gracias, tu también eres buena tocando la pipa—La miré a los ojos para que no piense que tiene alguna especie ventaja sobre mí. Yo no nací para ser intimidada, nunca lo fuí en la primaria y secundaria y menos me dejaría ahora con mi edad, yo trato a todos cualitativamente, para que no se pasen de la raya conmigo. —Bueno yo podría enseñarte pero no tengo tiempo.— soltó como si yo se lo hubiese pedido. —Ya veo...en realidad soy fuerte en muchas otras cosas, aunque si sacas algo de tiempo yo si puedo enseñarte algunos pasos. La tipa aclaró los ojos, como si quisiera volar encima de mi, como ella ve, que no me he inmutado a sus comentarios, ella sale del baño como hoja que se la lleva el viento. —Ya estás lista, ¿nos vamos?—pregunta mi prima al verme salir del baño. —Si por hoy está bien. Aquí viene todo tipo de personas—le digo mientras veo salir a un grupo de hombres de un salón en el segundo piso. El chico de dos metros, ojitos grandes y pelo liso, con cara de bebé, se queda mirando hacia donde estoy yo, recordé que fue el mismo que me vio bailar desde el balcón. Pero imagino que no me reconoce porque ya me he cambiado de ropa y mi maquillaje de geisha tipo película antigua, ya se ha ido con toda el agua que use para removerlo. —Si... no te distraigas vamonos—me dice Mei Mei tomando mi brazo. —Ya voy, no me jales parezco títere. Pasaron dos días desde que ingresé a la casa de té, ya he dominado servir el té tradicional, vestida de geisha. Por otro lado les enseñé algunos pasos a las que estaban dispuestas a aprender. Mi prima es muy buena en todo lo que hace, pero imagino que tienes mucha más destreza porque lleva trabajando como geisha desde hace más de dos años. —Bien chicas, para hoy lo hacemos como siempre, ya tienen la coreografía para servir el té, de la misma forma y al mismo tiempo, luego cada cliente elegirán en que pabellón quieren estar. Dieron las 5 de la tarde, poco a poco empiezan a llegar clientes de todo tipo y nacionalidades. Cuando el salón está lleno empezamos a preparar el té, mientras tocan musica. Cada cliente se fue retirando a un pabellón y volteando la etiqueta de la geisha que quieren que los atiendan. Se imaginan que me llamaron de primera ... pero no es así, al parecer las personas que llegan no son las mismas que vieron mi flamante acto hace dos noches atras, así que todas fueron elegidas menos yo. Hasta la rusa de mierda, que me quiso amedrentar en el baño días atras, la eligieron y ella me mira como quien dice... te me aguantas que yo llegue primero. La Sra. Li me pide que la ayude a buscar más ingredientes en un cuarto al lado de la cocina dónde guardaban todo. Ya eran más de las nueve de la noche. Cuando le entrego lo pedido, me avisa que un cliente había llegado, está en el segundo piso, que es un cliente muy importante, me envía porque las demás aún no se desocupan, me dice que confia haré un buen trabajo. Ni hablar, subo inmediatamente, estoy muy emocionada porque es mi primer cliente, me he puesto los zapatos típicos chinos, pero siento que estos zapatos de maderas altos, se burlan de mi equilibrio, llego lo más rápido que puedo y ahí está el chico de ojos grandes marrones, y pelo brillante. —Hola, buenas noches, bienvenido a la casa de té LockCha—le digo en inglés con una sonrisa tímida en mis labios, me di cuenta que él, o no sabe inglés, o el pensó que le hablaría en mandarín, pues por un momento solo se me queda viendo. —Buenas noches, puedes hablarme en mandarín—Me responde por fin, con su excelente inglés muy relajado. Yo modo tragarme tierra, ¡nunca me habían hecho sentir incómoda en mi vida!¿Cómo voy a hablar en un idioma que no comprendo? porque las 100 palabras que he aprendido en toda mi vida, no serían suficientes para entablar un diálogo de dos o tres horas, sentía como si me encogiera hasta parecer uno de los 7 enanitos de blanca nieves. —Me disculpo no hablo mandarin—me excuse de inmediato.—Pero si le gusta una geisha que hable mandarín, le diré a la Sra.Li que le envié a alguien de inmediato. El me mira de arriba abajo, como tratando de asimilar lo que le digo. —No importa, puedes seguir.—me dice Empiezo con la preparación del té tradicional, no me costó tanto terminar el ritual, cuando termino, antes de servirle, le pregunto al cliente como se llama, para así hacer el encuentro más personalizado. —Y...¿Puedo saber su nombre, o como le gustaría que lo llame? —Soy Kai Xian Wang. Puedes llamarme CEO Wang o Señor Wang—Me responde sin quitarme los ojos de encima. —¡Que!....¿un CEO? ¿Como esos de los dramas que veía por horas?— pensé para mis adentros, no se su edad pero esa carita de bebé bonito no puede pasar de 30, así que a menos que fuera un súper cerebrito en los negocios, su familia goza de buena fortuna, para darle al chico bonito algún negocio para que lo administre. —¿Cómo te llaman?—me pregunta curioso, sacándome de mis pensamientos. —Soy Geisha Meilin. Procedo a servir el té, estoy muy nerviosa ante aquellos ojos enormes que no se pierden ningún movimiento. —¿De dónde eres? —Es una pequeña isla en el caribe, República Dominicana. —Ya veo. Cuando termino de servirle el té, le pregunto que más le gustaría que hiciera para entretenerse. —Quiero que bailes para mi, como anoche— enfatizó. —Bien, ¿Que canción quiere que le intérprete señor Wang? —Memorias de una geisha de Sayuri's—responde al instante. Yo no tengo idea de esa canción, pero igual me levanto hasta donde está el toca discos, al lado hay muchos discos amontonados y empiezo a buscar uno por uno, sin saber como sera la carátula. Cuando de un momento a otro siento que aquel chico me rodea para alcanzar la carátula correcta, yo lo miro sobre el hombro, tiene una tez blanca de porcelana, me pregunto que productos usaría para verse tan perfecto, sentía su respiración casi en mi rostro, ¿cómo es que un hombre puede oler tan rico? —Esta es la que quiero.—Señala mientras pone en mis manos, un disco con una chica de ojos verdes y pelo n***o. —Gracias—le dije al instante. Él se retira a su silla, muy calmado mientras mis hormonas se alborotan, ¿cómo es que un chico sin siquiera tocarme me estremece en un segundo?. Pienso que en verdad me urge tener otro novio y no solo para que me regale rosas o chocolates.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD