Infame Amor

Cap 19 Mariano

Al entrar a la casa juntos se encontraron con Aníbal y un hombre muy guapo parecido a Aníbal, pero mayor, tenía el cabello n***o y algunos en blanco, a pesar de su edad, su porte y gallardía lo mostraban en muy buena condición.

Aníbal y él se daban un abrazo fuerte. “¡Tío es bueno verte al fin!”.

El hombre palmeó la espalda de Aníbal. “Terminé mi trabajo pendiente antes y decidí venir”. Mariano se encontró con la mirada de la mujer. “Cristina ¿No te da gusto verme?”.

Ella hizo un mohín. “Claro que es bueno verte”.

Mariano saludo a Andrés. “¿Cómo van las cosas aquí?”.

Andrés declaró. “Todo bien padrino”.

Aníbal sirvió una bebida a cada uno y se las entregó, estaba feliz de que su tío estuviera al fin aquí. Su plan de venganza estaba en camino y con su tío las cosas serían más fáciles. “Por el gran futuro que nos espera”. Dijo Aníbal.

Mariano sonrió siguiéndole el juego. “Por mi hermana Leticia, al fin se hará justicia”.

Aníbal asintió hacia su tío, Andrés y Cristina se miraron tácitamente, no estaban de acuerdo en lo que estaba pasando.

Cristina no tomó el trago y lo dejó en la mesa. “Me retiro a descansar”.

Aníbal la detuvo. “Madrina iremos a cenar fuera ¿No quieres venir?”.

Ella se negó rápidamente. “Estoy cansada”. Subió las escaleras dejando a los tres hombres.

Mariano estaba de acuerdo con que Cristina no los acompañara. “Bien, vamos a algún bar a disfrutar, necesito relajarme”.

Andrés inmediatamente se negó. “Lo siento, pero no estoy interesado”. Tomó el líquido de un solo trago y subió las escaleras. Mariano terminó su trago mirando Andrés pensaba que debió ser más estricto con el chico como lo fue con Aníbal.

Aníbal dejó su vaso. “Yo te acompañare, sirve y hablamos de la siguiente etapa”.

Mariano entendió y salieron juntos rumbo a un bar, Mariano era soltero y le gustaba tener mujeres a su disposición, disfrutar y beber a su antojo.

Cristina entró a su habitación caminando hasta la ventana y observó como Aníbal y Mariano se marchaban, ella suspiro largo recordando cuando lo conocieron…

…………...

Recuerdo de Cristina.

Cristina realizaba los trámites para el funeral de Leticia, era costoso y ellos no tenían dinero para pagarlo, la mandaron a servicios sociales del gobierno donde le ayudarían a buscar un lugar donde enterrarla.

Mientras le explican miraba de reojo al pequeño Aníbal sentado en una silla en el pasillo, su rostro estaba bajo y lleno de lágrimas apretaba su manitas fuertemente.

“Señora necesitamos 3 copias del acta de defunción y …” Cristina volvió en sí, atenta a la mujer que le explicaba.

Varios hombres aparecieron en el pasillo, uno de ellos era un anciano y usaba bastón caminaba con galanura, el otro era joven y era muy parecido detrás de ellos hombres lo seguían cuidando su camino. Llegaron hasta Aníbal parándose enfrente.

Cristina gritó al notar a toda la gente y abandonó a la mujer corriendo hacia Aníbal.

“¿Quiénes son?”. Abrazo a Aníbal Inmediatamente.

El hombre mayor la examinó. “¿Eres…Cristina Garza?”.

Ella estaba asustada. “¿Cómo sabe eso?”.

El hombre mayor le regaló una pequeña sonrisa. “Soy Armando Montecinos padre de Leticia”.

Cristina no podía creerlo. “¿El padre de Leticia?”.

Aníbal levantó la mirada observando al hombre mayor. “¿Eres… mi abuelo?”.

El hombre se inclinó un poco hacia el niño. “Si”.

El hombre joven se presentó ante Cristina. “Soy Mariano Montecinos”.

Leticia le contó poco sobre su familia a Cristina. Era muy conservadora y querían que Leticia se casará con un hombre conocido y renombrado que ellos mismos le escogieron, ella se negó y tuvo muchas dificultades hasta que se escapó, fue cuando conoció a Gonzalo y quedó embarazada de Aníbal, ella intentó regresar, pero su familia no aceptó a una madre soltera.

Leticia sobrevivió con ayuda de Cristina que era su mejor amiga y casi hermana, juntas luchaban día a día.

Armando le dio un vistazo de arriba abajo a la mujer quien protegía como una leona a Aníbal, sonrió al notar esto.

Mariano giró a ver a uno de sus hombres y le dio la orden. “Arregla lo del funeral”.

Cristina solo se quedó mirando lo que hacían, arreglaron todo para que Leticia fue incinerada y tuvo un funeral muy elegante pero solitario.

Cristina no se despegó de Aníbal en todo momento, tenía miedo de que se lo llevarán, pero era algo que pasaría tarde o temprano.

Días después...

Aníbal entró a la habitación de Cristina. “Madrina mi habitación es enorme”.

Ella sonrió invitándolo a sentarse en la cama junto a ella. “¿Te gusta vivir con tu abuelo y tu tío?”. Ella estaba feliz de que Aníbal tuviera más familia, él y su mamá parecían vagar solos por este mundo por eso decidió quedarse junto a ellos.

Aníbal afirmó.

Ella acarició su mejilla. Una de las empleadas tocó avisando. “El señor Armando quiere verla en su despacho”.

Cristina se puso nerviosa. “Iré en un momento”.

Aníbal va a comer tu merienda iré más tarde.

Aníbal fue obediente y salió de la habitación, Cristina se dirigió al estudio, Mariano y el señor Armando la esperaban. Me llamaron.

Mariano sin ninguna cortesía le explicó. “Mañana nos iremos al extranjero, como sabrás Aníbal es mi sobrino y es un Montecinos y tiene que venir con nosotros, pero no puede acompañarnos”.

El hombre mayor solo escuchaba sin mostrar ningún gesto.

Cristina jugó con sus manos. “Lo entiendo, solo que… Aníbal es mi familia y soy su madrina, e cuidado de él desde bebe no será fácil despedirse…”

A Mariano no le interesaba ese tipo de sentimientos. “Lo superará con el tiempo”.

Cristina hizo una línea de su boca no quería explotar frente al hombre mayor. Era el futuro de Aníbal.

Mariano levantó un cheque. "Sabemos que está en la ruina y todo es gracias a la enfermedad de mi hermana, esto le ayudará a empezar de nuevo".

Cristina no tomó el cheque solo lo miraba y veía a Mariano de forma despectiva. “Los ayude porque son mi familia, no necesito su dinero. Solo…. Que me den la oportunidad de despedirme”.

El señor Armando sonrió feliz. Y se recargo. “Bien, te dejaremos que lo hagas, después de eso debes seguir con tu vida, nosotros nos encargaremos de Aníbal de ahora en adelante”.