Cap 25 Lo Único bueno de mi

1153 Words
Katty bloqueó su teléfono y se levantó despacio de la cama, sus pies estaban frágiles y tomó un largo respiro para levantarse, se vistió y salió de la habitación rumbo a la de Gonzalo que dormía profundamente, el doctor llegó en ese momento. “Buenos días señora Montecinos”. Katty se sintió extraña al escuchar como la llamaba. “¿Cómo está mi... papá?”. Ahora no sabía cómo llamarlo. El doctor le explicó. “Ayer tuvo una recaída fuerte de nuevo, necesita descansar mucho y cuidados especiales”. Katty preguntó. “Es posible... ¿Hay algún tratamiento experimental que lo ayude?”. El doctor recordó. “He escuchado sobre un tratamiento nuevo, pero es en el extranjero y es muy costoso”. Katty entendió y volvió su mirada al hombre en la cama, Gonzalo la había amado todos estos años, pero… seguiría queriéndola si supiera que no es su hija. Salió de la habitación, bajó al primer piso y abandonó el hospital tomando un taxi. Cristina estaba sentada frente a Mario, su semblante era terrible y tenía algunos golpes en la cara. “¿Querías verme?”. Andrés le informó que Mario quería hablar con ella, Cristina no estaba segura de verlo, pero al final accedió cuando suplicó, nunca antes lo había hecho. Mario afirmó suspirando largo. “Necesito pedirte un favor”. Cristina se burló. “¿Me pides un favor? ¿A mí? Recuerdo que dijiste que era insignificante ¿Ahora no lo soy?”. Mario cerró sus ojos por un momento. “Ayúdame a salvar a Katty de Aníbal”. Cristina se quedó en silencio pensando en lo que Gonzalo le había contado sobre Mario y su amor por Katty. “¿Tanto la amas?”. Mario afirmó. “Es mi única hija, es lo más valioso que tengo y… Lo único bueno que resultó de mi”. “Y nuestro hijo ¿Nunca fue valioso para ti?”. Cristina estaba ofendida. Mario se quedó en silencio por unos momentos. “Si. La amo y mucho”. Cristina se limpió las lágrimas que notó en sus mejillas, su corazón dolía por su hijo muerto, no esperaba que el hombre dijera lo diera todo por Katty. “¿Por qué tengo que ayudarte? Destruiste todo lo que era bueno para mí, destruiste la vida de Leticia, Aníbal, la de Andrés, su familia y a Gonzalo… arrastraste a tu hija a esto. Haz hecho tanto mal”. “Debes salvar a Katty”. El repitió ignorando las palabras de Cristina. Y pronunció por último. “Debes salvar a nuestra hija…” Cristina se puso nerviosa al escucharlo, su rostro palideció. “¿Qué dices?”. Mario le dijo todo. “Yo sabía que estabas embarazada, seguí cada paso que diste, cada mes, cada ecografía la tengo, tus estudios, como crecía tu vientre, ¡todo! El doctor me decía todo después de salir de tus consultas, sabía que era una niña y estaba muy sana… era mi hija. Cuando nació me la llevé y te hice creer que era un niño muerto”. Cristina se levantó de la silla agitada. “¡¿Cómo pudiste?!”. No podía creerlo que hizo. Este hombre le había hecho tanto daño. Mario le dijo sin remordimientos. “Ahora eso no importa, debes salvarla de Aníbal y Mariano. Todo lo que tengo, dinero, propiedades, todo está a nombre de Katty, con eso debes ayudarla, todo te lo dirá mi abogado, habla con él”. “¿Crees que Katty aceptara todo eso? ¡Es dinero mal habido!”. Mario cerró sus ojos negando con la cabeza. “¡Eso no importa! ¡Lo importante ahora es que la salves!”. Le suplico como nunca antes. “Es lo más preciado que tengo, lo único bueno que he hecho y no permitiré que la dañen, debes estar con ella, yo me quedaré aquí y tú la ayudarás a arreglar todo afuera”. Sus palabras eran lastimeras y tristes. Cristina trago grueso y salió rápidamente de ahí rumbo al hospital necesitaba verla, Andrés le llamó. “Madrina, Katty no está, no la encontré en su habitación y ya la busqué con Gonzalo y nada”. Cristina recordó lo que Aníbal le dijo. “Ella debe estar con Aníbal, Andrés ¿Dónde está Aníbal?”. Andrés le dijo. “En la empresa, tenía asuntos que resolver”. “Te veré ahí”. Cristina tomó un taxi rápidamente. Ambos se apuraron. Cristina llamó a Aníbal. “Madrina ¿Qué pasa?”. “Aníbal, detente, no le hagas más daño a Katty por favor”. Suplicó con voz quebrada. Con voz fastidiosa le menciono. “Madrina hemos hablamos mucho de esto”. El estaba a punto de colgarle cuando escucho. “¡Es mi hija! ¡Aníbal ella es mi hija!”. Aníbal se rio. “¿De qué hablas? “. Cristina le explicó mientras iba en el taxi. “Mario me lo dijo, es mi hija, la robó hace años”. Aníbal no lo creyó. “Te dijo todo eso para engañarte y que la salves”. Cristina trataba de convencerlo. “No Aníbal, yo lo sé, desde que la conocí algo en ella me atraía, por favor Aníbal te lo pido, no le hagas más daño”. Aníbal solo colgó el teléfono, no quería escucharla más, Mariano preguntó qué pasaba y Aníbal le contó. Su tío solo resoplo. “Debe ser una mentira de Mario, debe estar desesperado por salvarla”. Cristina llamó a Eduardo y le pidió hacer una prueba de ADN para mostrársela a Aníbal. Ella estaba segura de que era su hija, pero Aníbal seguiría negándolo. Katty llegó a la empresa, la recepcionista que antes la había ayudado la miraba de reojo, el semblante de Katty era horrible, la dejaron subir inmediatamente, ya tenían órdenes de que cuando llegara la hicieran pasar, al llegar al piso notó que había una secretaria nueva, pero eso ya no importaba, la mujer tocó a la puerta de su nuevo jefe y mencionó la llegada de Katty. Aníbal dejó que entrara a la oficina. Al cerrar la puerta se sentó en su silla, Katty no hizo ningún sonido, solo caminó hasta el escritorio. Aníbal preguntó. “¿Estás lista para decirme a quién escoges?”. Katty asintió. “Debes salvar a la empresa”. Ella movió su cabeza torpemente recordando que ya no podía mencionarlo como su padre. “El señor Gonzalo es lo más importante y sé que se sentirá muy mal si pierde la empresa”. Aníbal río. “Muy bien…” Dijo mostrándole a Katty algunas carpetas. “Para hacer esto necesito que firmes todos estos papeles”.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD