Cap 14 Salvar a tu hija

1163 Words
Gonzalo examinó al hombre. “Leticia…” Hacía muchos años que no escuchaba ese nombre y estos últimos días no salía de su mente. “Tu… ¿Eres su hijo?”. Aníbal observó al hombre, estaba pálido. “Vengo aquí a darte dos opciones como lo hice con Mario… La primera es salvar a tu empresa… La segunda es salvar a tu hija”. Gonzalo sudaba y se estaba quedando sin aire. Aníbal siguió. “Te daré un día para pensar…” Gonzalo lo interrumpió gritando. “¡No necesito pensarlo! Katty es lo más importante”. Aníbal negó sonriendo y burlándose de la situación. “¿La salvarías a pesar de perder todo?”. “Si. Es mi única hija, la amo y haré lo que sea por ella”. Aníbal chasqueó los dientes. “¿Estás seguro que es tu única hija?”. Gonzalo se quedó quieto. “¿Qué quieres decir?”. Aníbal irguió su cuerpo metiendo las manos en los bolsillos, mostró una mirada altanera y soltó. “Soy tu hijo”. “¿Qué estás…? ¿Qué dices?”. Gonzalo apretó más su mano contra el pecho. Aníbal caminó hasta él. “Soy hijo de Leticia Márquez y mi padre eres tú”. Gonzalo negaba. “No... No… Tu y Katty… No puede ser herma…” Aníbal se burló ladeando la cabeza “¿Te arrepientes de tus pecados?”. Gonzalo negaba con la cabeza mientras recordaba a Leticia. “Es mentira…No eres mi hijo”. Aníbal frunció el ceño escuchándolo. “Gonzalo trató de alzarse para enfrentar al hombre. “Leticia te mintió, yo no puedo ser tu padre”. Aníbal estaba incrédulo. “Mi madre nunca fue una mentirosa como tú”. Gonzalo escuchó. “¿Era?”. Aníbal se lo dijo. “Ella murió hace años”. Ofelia entró a la habitación con una bandeja, sonreía de oreja a oreja. “Traje un café para ambos”. Lo único que quería es quedar bien con Aníbal, era guapo y rico quería estar de su lado cuando todo se fuera al carajo. Aníbal estaba asqueado de hablar con Gonzalo y camino hacia la puerta. Gonzalo le gritó con todas sus fuerzas. “¡¿A dónde vas?! No hemos terminado”. Aníbal le explicó. “Ya me has dado tu respuesta y no hay nada más de que hablar”. “¡Aníbal!”. Gonzalo le gritaba mientras lo veía salir. Ofelia dejó la bandeja y se acercó a Gonzalo notando su semblante. “¡Gonzalo!”. El hombre se apalancó a la mesa de nuevo, su cuerpo no resistía más, se desvaneció cayendo al piso, Ofelia gritaba como loca mientras los empleados entraban a auxiliarlo. Aníbal se quedó de pie en la puerta de entrada escuchando todo, pero apretó los puños y salió de la casa subiendo a su auto. En la empresa… Katty llegó con la recepcionista saludando cortésmente, subió hasta el piso donde Mario tenía su oficina, al llegar al piso se escuchaban los gritos de su tío por todo el lugar, avanzó hasta su oficina y entró encontrándose a Mario gritándole a su secretaria y asistente. Al ver a Katty su semblante cambió inmediatamente. “¿Katy? ¿Qué haces aquí?”. Ella caminó hacia su tío con desconfianza, nunca lo había visto de esa manera. “¿Quería hablar contigo?”. Mario le regaló una amable sonrisa. “Claro querida, pasa”. Giro a ver a sus empleados. “Vayan a terminar su trabajo”. Fue más como una advertencia, ambos salieron rápidamente de la oficina, dejando a Katty y Mario solos. Mario se acercó a Katty dándole un fuerte abrazo que ella no respondió, Mario notó esto. “Dime ¿Qué pasa?”. La llevó hasta el sillón sentándose ambos. Katty se sinceró con su tío. “Necesito saber sobre el programa UNIX… ¿Es cierto lo que dice Andrés?”. Mario soltó sus manos y se recargó hacia atrás tomando distancia. “¿Volviste a ver a ese tipo después de lo que te hizo?”. Katty frunció el ceño. “¿Lo que me hizo?”. Mario le declaró. "Se que te ibas a casar con él a escondidas”. “¿Cómo lo sabes? ¿Me vigilaban?”. Mario afirmó. “Tu padre me pidió que cuidara de ti en todo momento, así que hice lo mejor que pude mi trabajo, además quería cuidarte, eres muy especial para mi…” Él acarició su hombro tratando de tranquilizarla. “Dime… ¿Qué fue lo que te dijo?”. Katty pensó por un momento mirando al hombre, nunca antes había desconfiado de él. “Dijo que el programa UNIX era de su padre y la empresa se lo arrebató engañándolo, después lo mandaron a la cárcel”. Mario sonrió muy tranquilo. “Es cierto… El padre de Andrés creó dicho sistema, pero… Él firmó un contrato con la empresa desde años atrás, financiamos todo el proyecto, fueron miles…”. Katty estaba atenta a las palabras de su tío. “El señor empezó a comportarse de manera extraña, le gustaban las apuestas, bebía frecuentemente en el laboratorio y tuvo problemas con compañeros que ayudaron al proyecto, después se molestó y empezó a tratar de ofrecerle el sistema a otra compañía, no queríamos, pero tuvimos que presentar cargos. Fue difícil, era parte importante de la compañía… Era mi amigo”. Mario bajó la mirada mostrando tristeza, Katty se apiado de su tío tomando su mano para reconfortarlo. “Lo siento tío…” Él apretó su mano y acarició su mejilla. “No querida, yo debí explicarte todo hace mucho tiempo, pero se lo que sufriste cuando el te abandono, no quería que te preocuparas más”. Hablaron un rato más y Katty se despidió, regresó al primer piso y estaba apunto de despedirse de la recepcionista que era conocida, cuando la secretaría de Aníbal se plantó frente a ella. poniendo su mano en la cintura, le habló altanera. “¿Qué haces aquí? ¿No tuviste suficiente con que Aníbal te humilló?”. La recepcionista se cubrió la boca para no gemir de miedo, la secretaria se estaba burlando de la hija del dueño. “Señorita Alcántara… No le haga caso…” La secretaria bufó. “Es la verdad, todos en esta empresa saben que yo soy muy importante para Aníbal y que su esposa ya no le interesa”. La recepcionista bajo la cabeza haciendo una línea de su boca, era cierto Aníbal le daba mucha prioridad a la mujer. “No debería venir aquí a rogarle, tu ya no eres nadie en su vida”. Katty apretó sus puños, Aníbal llegó junto con Andrés, las tres mujeres giraron a verlos.
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