Cap 15 He escuchado de ti

1120 Words
La secretaria al ver a Aníbal que llegó tan guapo en su traje gris sonrió feliz acercándose a ellos. “Señor Montecinos”. Dijo coqueta. Katty no miró a Aníbal, estaba molesta con él después de lo que pasó en su casa, pero si le dio una mirada a Andrés, quien le regaló una pequeña sonrisa de lado. La recepcionista volvió a su lugar dejando a los cuatro. Tenía miedo de involucrarse y perder su trabajo. Se sentía mal por Katty, pero no podía ayudarla. Aníbal vio de reojo a Katty y avanzó hasta el elevador. La secretaria inmediatamente lo siguió, Andrés camino siguiéndolos, pero hizo una pausa y preguntó. “Katty ¿Estás bien?”. Katty lo observó por un momento y afirmó, Andrés la dejo para subir al elevador. Katty se quedó de pie sola por un momento, la recepcionista al ver que todos se iban se acercó dándole un vaso de agua a Katty, ella al ver el vaso empezó a llorar sin control y se limpiaba con vergüenza. “Lo siento… Los siento…” La recepcionista se asustó y la llevó hasta su silla, nerviosa la ayudó a sentarse. Katty seguía repitiendo lo mismo, no podía parar su corazón dolía demasiado. Su teléfono sonó. Con manos temblorosas leyó la persona en la pantalla, era su madre, era extraño nunca la llamaba. “Hola”. Ofelia le gritó desde el otro lado. “Katherine tu padre está mal, lo están trasladando al hospital”. Katty se levantó inmediatamente dejando de llorar. “¿A cuál hospital?”. Salió de la empresa rápidamente despidiéndose de la chica que la ayudaba, la recepcionista solo negó con la cabeza, la pobre de Katty estaba sufriendo mucho. Se sentía mal por ella, desde que llegó a la empresa Katty fue muy atenta con ella, enseñándole diversas formas de atender a los clientes, era muy amable con todos y siempre tenía una sonrisa para la gente. Al llegar al piso, Aníbal, Andrés y la secretaria salieron del elevador. Andrés miró de arriba a abajo a la mujer con desprecio. Ella lo notó de inmediato, pero no le importo, su objetivo era Aníbal. “Señor Montecinos, les traeré café…” Aníbal le habló sin mirarla. “Toma tus cosas. Estás despedida”. Ella se quedó en shock. “¿Qué?”. Aníbal camino a su escritorio y se sentó buscando unos papeles. La secretaria lo siguió. “Señor Montecinos… Aníbal…” Aníbal frunció el ceño mirando despectivamente a la mujer. “Nunca te permití hablarme de tú”: Ella se mordió el labio. “Pero …” Aníbal se burló. “¿Qué?”. “Yo… Lo que pasó entre nosotros…” Ella jugó con sus manos. Aníbal se rasco la ceja burlándose. “No pasó nada, fin de la historia”. Ese día, la mujer entró a la oficina y tropezó cayendo en los brazos de Aníbal que la ayudó, momentos después ella le decía sobre su amor hacia él y empezaba a quitarle la ropa, Aníbal no hizo ni dijo nada, solo observaba a la mujer para saber hasta qué punto llegaría su desvergüenza, fue una suerte que Katty estuviera en el momento adecuado para verlos juntos. Ella se quedó mirándolo y de reojo miraba a Andrés que tomaba asiento ignorándolos. “Yo… pensé que…” “Mujer estúpida… ¿Pensabas que tú y yo tendríamos algo? ¿Eres tonta o qué?”. El se cansó de la escena de la mujer ya estaba llorando. “No te lo volveré a repetir, toma tus cosas y largo de aquí”. Después de eso la ignoró siguiendo con su trabajo, ella salió temblando de la oficina, había luchado tanto por el puesto y ahora lo perdía todo. Al escuchar la puerta cerrarse Andrés se burló. “Eres realmente cruel”. Aníbal le comentó sin ningún gesto. “Nadie le habla así a mi esposa”. Andrés ladeo la cabeza entrecerrando los ojos, Aníbal pocas veces se refería a Katty de esa forma. “Vamos a empezar”. Le advirtió Aníbal a Andrés. Antes de que empezara a cuestionar lo que soltó sin darse cuenta. Mario terminaba de hablar con Ofelia quien le daba la noticia, al colgar, maldijo y empezó a golpear las cosas en su oficina, su secretaria estaba asustada afuera, escuchando las cosas romperse. Mario se detuvo y respiró hondo, tenían serios problemas y no era momento de que Gonzalo se enfermara. Salió de la oficina pasando de largo a la secretaria que estaba muy asustada. Katty llegó al hospital rápidamente, entró al estacionamiento subterráneo y dejó su coche, en el camino chocó con una mujer mayor sin fijarse. “Lo siento”. Cristina le sonrió tomando su hombro, admirando la belleza de la chica. “Estoy bien ¿Tienes prisa?”. Katy afirmó y caminaron juntas al elevador. “Si, trajeron a mi padre aquí enfermo, estoy muy preocupada”. Cristina sentía pena por la chica. “Estará en buenas manos, este hospital es de los mejores”. Katty afirmó apretando sus manos. Salieron juntas del elevador y Katty buscaba entre la gente a su madre, Cristina estaba apunto de despedirse cuando notó una figura conocida, ya habían pasado años, pero Cristina nunca olvidaría a esa mujer. “Ofelia”. Katty al ver a su madre corrió hasta ella muy preocupada. “¿Qué le pasó a papá?”. Ofelia llamaba a Mario. “El doctor lo está revisando”. Ella levantó la mirada encontrándose con Cristina que caminaba hasta ella. Ofelia se asustó, miraba para todos lados con nerviosismo como si quisiera huir de allí, mientras Katty le preguntaba sobre su padre. “Cristina”. Susurró. Katty la escuchó pronunciar el nombre. Cristina se paró frente a Ofelia. “Han pasado tantos años”. Ofelia trago grueso y miró de reojo a Katty no quería que se enterara de quién era la mujer. “Katherine, ve a buscar al doctor, yo esperaré aquí”. Le sonrió lo más amable posible. Katty examinó a ambas mujeres. “¿Se conocen?”. Cristina sonrió con burla. “Mucho”. Giro a ver a Katty. “¿Tu padre? ¿Es Gonzalo? ¿Eres Katherine?”. Katty se sintió extraña. “Si… ¿Nos conocemos?”. Cristina negó sonriéndole. “No, solo he escuchado de ti”. La observo atenta con una pequeña sonrisa triste, algo en la chica le gustaba y ahora saber de quien era hija fue un duro golpe. Saber que era esposa de Aníbal fue más doloroso.
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