Pasar tiempo juntos, es una tortura para ambos, pero a medida que los días fueron pasando, lograron ir poniendo todo el trabajo acumulado al día. No veo la hora de terminar todo el trabajo atrasado y dejar de verla metida en mi oficina todo el tiempo, su presencia me incómoda, aunque no puedo negar que inteligente y eficiente si es. Pensaba Santiago. Pero le complicare un poco la vida, sigue pensando y una sonrisa perversa se refleja en su rostro, le diré que trabajaremos el sábado, por sus estudios es complicado aumentar sus horas de trabajo en semana, pero mañana puede trabajar todo el día. Sale de su oficina con una sonrisa, Lorena al verlo se sorprende, toma el ascensor y baja a la recepción y como siempre la veo apurada, atiende dos y tres clientes a la vez mientras las demás solo