Festival de solteros y solteras
Me llamo Andreina Suárez, tengo veintiún años, mi piel es morena, soy delgada, extremadamente delgada, mi cuerpo es invisible, nadie me nota, así este a su lado.
Soy adoptada, mis padres pagan condena en la cárcel por fabricación y tráfico de drogas, la familia que me adoptó decidió que lo mejor era que llevara su apellido, aunque es muy notable por mi tono de piel, que no hago parte de su familia.
Termine mi secundaria y ahora estudio biotecnologías, pero trabajo con recepcionista en la sede principal de los hoteles estelar.
Tengo como costumbre desde que me gradué hace tres años, reúnirme con mis amigas y pasar una semana con ellas, este año iremos a un festival de solteras y solteros, no tengo idea que pase ahí, pero estoy dispuesta a divertirme.
Llegamos a un barco tipo crucero, entramos a un gran salón, tiene en su decoración muchos corazones y figuras de cupido, por todos lados hay chocolates y figuritas tiernas, nada de eso me llama la atención.
Escapando del grupo del recorrido, prefiero ir al cuarto asignado, a ver que usaré esta noche en el festival, quiero usar algo diferente a lo que uso a diario por una noche dejaré a la insignificante Andreina, que todos miran por encima del hombro.
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Mi nombre es Santiago Vélez, tengo veinticuatro años, mi abuelo y mi padre son dueños de una gran cadena de hoteles, que están presente en varios países del mundo, en sus ciudades principales, siempre he sido rebelde, por eso estudié física nuclear y no administración hotelera como quería mi familia.
Vivía plácidamente en Australia, trabajando en lo que me gusta, disfrutando de una vida libre y sin preocupaciones, las mujeres desfilaban frente a mí para que me diera el gusto de escoger a la que más llamara la atención o si estaba muy estresado podía tomarlas a todas, sabían que ninguna obtendría más que sexo, pero aun así están dispuestas a complacerme.
No confío en las mujeres, desde que era muy niño cuando descubrí a mi madre siéndole infiel a mi padre y luego me abandono cuando tenía ocho años dejándome con mi tía, ella me maltrataba y me obligaba a hacerle sexo oral cada noche, mi padre fue el que junto a mi abuelo, me buscaron por muchos años hasta que lo logró cuando estaba por cumplir doce años, me rescataron de las manos de esa mala mujer, pase por muchos sicológos que me ayudaron a superar esos malos momentos.
Y ahora justamente cuando estoy en empezando a conseguir el tipo de reconocimiento por el que he luchado por años, le da a mi abuelo por enfermarse y mi padre se divide entre los hoteles y el trabajo, por lógica me necesitan.
Es ese el motivo por el que deje a un lado mi vida feliz y regresé a encargarme de los negocios de la familia.
Odio este trabajo, pero amo a mi abuelo y a mi padre, haré lo posible por adaptarme y no perder las buenas costumbres, estoy seguro de que con la ayuda de mi mejor amigo Mauricio Vélez, lograré divertirme, él conoce los mejores sitios y a las mujeres más hermosas, me invito a un festival de solteras y solteros y disfrutaré a todas las que se me atraviesen.
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Despierto con los rayos del sol iluminando mi rostro, miro a mi alrededor y no estoy en mi habitación, quiero ir al baño, pero siento un peso sobre mí, es un brazo muy bien trabajado con un par de tatuajes que no entiendo, pero que le quedan divinos, logró zafarme y un fuerte dolor me impide pararme, tomó impulso y me paro de nuevo, con dificultad llegó al baño, hago mis necesidades.
Cuando salgo no puedo evitar desviar mi mirada hacia la cama y ahí está él, es divino, la noche anterior había disfruté de su delicioso cuerpo y hoy disfruto viendo esa hermosa figura, rápidamente busco mi ropa y justamente cuando está despertando me pongo el antifaz y salgo del cuarto, escucho que me llama, pero no pienso volver con él.
Llegó al cuarto y mis amigas no están, mejor no quiero dar explicaciones, eso sí las quiero matar.
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Una semana antes.
—¿Nicolle me puedes explicar qué vamos a hacer en un festival de solteros? — dijo Andreina mientras mira el folleto del plan que ha preparado su amiga para estas vacaciones.
— Andreina por favor, relájate, vamos a di-ver-tir-nos, algo que sería bueno que aprendieras a hacer de vez en cuando, te la pasas o estudiando o trabajando o estudiando en el trabajo—dijo Nicolle, mientras escoge entre varios vikinis diminutos, aún no decide cuál de todos llevará.
—Sabes que detesto que me hables como si la pila se te estuviera acabando, que puedo hacer necesito que mis notas sean las más altas para seguir con la beca y la única forma es siendo dedicada— dijo Andreina un poco molesta.
— Si amiga te entiendo, pero tienes un mes de vacaciones en la universidad y quince días en el trabajo, distraerte una semana no te caerá mal, es solo una semana y prometo no molestarte hasta el próximo año.
—Está bien, creo que tienes razón necesito un descanso.
—Si amiga y no solo eso, también necesitas algo de sexo.
— Nicolle, por dios deja de decir esas cosas, yo espero llegar virgen al matrimonio.
— De qué hablan, que Andreina tiene las orejas rojas, ya me imagino, Nicolle tú como siempre de pervertida— dijo Melanie, que apenas se una a la reunión.
—Y ahora la mala soy yo, les mande un mensaje con toda la programación y un par de fotos de los chicos guapos que estarán en el evento final, díganme que no les gustó la idea la pasaremos muy bien.
—Te imagino detrás de tu hermano para que te las pasara las entradas al festival, ¿cómo hiciste para convencerlo?
—Digamos que negocie con él, le ofrecí algo a cambio—dijo Nicolle, mientras camina por la habitación.
—Pero tuvo que ser algo muy bueno, según escuche, el plancito cuesta un dineral, irán hombres y mujeres con mucho dinero.
—Si es algo que él lleva deseando hace mucho rato. Una noche contigo.
—No lo pienses Nicolle, yo no me voy a acostar con tu hermano, sabes que no me gustan los hombres—Dijo Melanie.
—No digas eso, a ti si te gustan los hombres, solo que no has encontrado al indicado, el que te ponga a cacarear ese gallo, te ha tocado lo más malito que existe y así no modo de juzgarte— dijo Nicolle, burlandose de su amiga.
—Ustedes dos están locas, mejor vamos a buscar algo de comer y de una vez veamos si necesitamos comprar algo.
Las tres chicas salieron hacia el centro comercial, deben llevar un traje formal para la noche de cupido, el momento más especial del festival, en donde puedes encontrar el amor de tu vida o solo una noche de pasión desenfrenada.