Hoy por la mañana mi padre me informa que habrá una comida importante por la tarde, pero que antes necesita hablar conmigo, me lleva al despacho y cierra la puerta, al entrar el parece algo nervioso, imagino que tal vez sucede algo malo.
- Mi querida Mar, sabes que ame a tu madre mas que a nada en este mundo, ella era al igual que tu la luz de mis ojos, mi vida entera, pero hace algunos mese comprendí algo, hay cosas para las que yo no puedo prepararte hija mía, tu seras pronto una Señorita de sociedad, y necesitas tener una guía femenina, por eso decidí hace algunos días proponerle a la Marquesa, ella es una mujer elegante, amable, creo que te has llevado bien con ella, por eso imagino que la idea no te desagradara, tendrás una buena amiga, quizá algún día la llegues a apreciar como si fuese una madre para ti.
Mi padre me observa, yo no logro ser consciente de lo que ahora me dice, pero lo quiero mucho, y se que el esta muy solo, pasa tiempo conmigo, pero se por lo que en ocaciones he escuchado que descuida su trabajo, y lamento eso, quizá no es una mala idea tener a una esposa para papa, y la Marquesa es amable conmigo, ella parece preocupada por que nos alimentemos bien, los días que ella lleva en la mansión le a ayudado a mi padre con algunas de las cosas, atiende la ya mi hogar sin que nadie se lo pidiera, se ofreció al ver a mi padre envuelto en trabajo, así que no le veo nada malo a la idea.
- Si es lo que tu deseas padre, yo estoy feliz por ti, ella me agrada.
Mi padre sonríe feliz, el me abraza muy fuerte y besa mi mejilla.
-Eres tan noble mi amada Mar, se que te llevan bien con Johan, el sera como un hermano para ti, sabes, quizá hasta tengas algún hermano mas adelante pequeña, no lo crees?
Y la idea de tener un nuevo hermano o un bebe en casa me emociona demasiado, siempre soñé con tener algún hermano para cuidar, seria maravilloso.
Por la tarde se organiza una comida para que mi padre oficialmente anuncie que va casarse con la Marquesa Thearth, las personas comienzan a llegar a la Mansión, todo esta preparado para recibir a las visitas, amigos de mi padre, y nobles del pueblo, me veo jugando con Johan, que parece divertido en el lugar, el es muy amable conmigo, después de tomar nuestras clases salimos a jugar a los jardines, siempre dice que tenga cuidado, no desea que me lastime, siento que de verdad me aprecia.
Cuando las personas inundan la sala de la Mansión mi padre llama para hacer un brindis, a nosotros solo se nos sirve agua, pues no podemos beber lo que los adultos.
- Les agradezco por estar el día de hoy aquí, para mi es un placer recibirlos en mi hogar, y anunciar oficialmente que próximas semanas me casare con la Marquesa Thearth, esto con la Bendición de mi pequeña hija Mariell.
Todos en la sala llenan de aplausos a la pareja que próximamente va casarse, mi padre me abraza al igual que la Marquesa a Johan, después ella se acerca a mi y me da un dulce beso en la mejilla, las personas suspiran por la familia que ahora se formara con la unión.
Ese día me siento muy feliz, pues mi padre sonríe, parece mas aliviado, y eso me alegra, se que ambos sufrimos con la muerte de mi madre, y eso aun duele, pero el debe hacer su vida de nuevo, se que mi madre lo habría querido.
Al día siguiente una mujer llega a la mansión, la marquesa me manda llamar, ella me invita a pasar a la salita de te, saludo con cortesía, y me invitan a seguir.
- Oh Marquesa, la señorita Keppler es una jovencita muy hermosa, rostro angelical.
- Bien señora Gruel, deseo un hermoso vestido para Mariell, en color durazno, algo ligero para la boda, pero no sencillo, debe ser hermoso.
- Claro que si marquesa, ahora mismo le tomare medidas a la señorita.
La mujer que imagino es alguna especie de costurera me revisa el cuerpo entero, pues toma varias medidas, cuando finaliza me dice que en una semana nos veremos de nuevo, que traerá un hermoso vestido para mi.
- Bien señora Gruel, entonces la espero aquí dentro de una semana, quiero que no escatime en el precio, los mejore materiales.
Al escuchar a la Marquesa me siento bien, ella se preocupa por que yo luzca de lo mejor, de maravilla, y eso me alegra, me siento apreciada.
- Mar. antes de que te vallas quisiera hablar contigo un momento.
La marquesa me detiene, parece que tenemos algo de que hablar, despedimos a la modista que va muy feliz a iniciar con los trabajos que se le han encomendado.
- Mariell, deseo hablar contigo de algo que para mi es importante, pues no quiero comenzar una vida con ningún inconveniente.
- Si, que sucede Marquesa.
- Primero que nada quiero decirte que me siento honrada de que aceptaras que tu padre y yo contraigamos matrimonio, eso demuestra que amas a tu padre y deseas que sea feliz.
Yo solo sonrió, pues esa es la realidad, amo a mi padre, y deseo que sea feliz.
- En segundo lugar quiero que tu sepas que jamas ocuparía el lugar de tu madre, se que para tu padre fue muy importante, pero no es lo que busco, sin embargo quisiera que tuvieras la confianza de acercarte a mi cuando lo necesites, yo quiero ser como una madre para ti, pues amo a tu padre, y por supuesto ahora a ti te veo como mi hija.
Escucharla decir esas palabras me llena de emoción al punto de derramar las lagrimas, pero no es por otra cosa que felicidad de saber que ella realmente siente eso por mi.
- Gracias por sus palabras Marquesa, yo apoyo a mi padre, y si el es feliz yo también lo soy, usted es una buena mujer, lo apoyo desde el día en que llego aquí, y se que seria una mala persona si me negara a que mi padre sea feliz.
- Eso me alegra mucho Mariell, de verdad se que nos vamos a llevar bien tu y yo, siempre desee tener una hija, pero mi esposo murió y ya no pudimos tener mas hijos.
Debe ser muy duro perder a un esposo, mi padre sufrió mucho cuando madre murió, era tan difícil la situación, pues el intentaba consolar a una niña, pero ni siquiera el podía consolarse a si mismo.
- Bien, entonces eso era todo, ve a continuar con tus clases Mariell, anda.
Salgo de la salita, y voy hacia mi clase de poesía, pienso en lo que sucedió y estoy feliz, se que mi padre sera muy feliz al igual que yo.
Cuando terminan mis clases veo que Johan no esta por ninguna parte, lo busco y no logro dar con el, hasta que a lo lejos veo que camina hacia la Mansión, voy de prisa a encontrarlo, pero este día el parece triste, algo le preocupa, así que le pregunto que sucede.
- Hola Johan, te estuve buscando por un buen rato, vamos a jugar?
El parece muy serio, y solo me dice que este día esta cansado.
- Anda, vamos a jugar.
El me mira, como si deseara decirme algo, pero se lo calla, no se que le sucede, pero me preocupo, quizá esta enfermo, o hice algo para herirlo.
- Estas bien Johan, te sucede algo? estas enfermo?, Hice algo que no debía?
El suspira pesadamente y solo me dice que esta bien, solo hoy no tiene ánimos de jugar.
Sigue su camino y me deja ahí de pie, sola, tal vez es por la boda, quizá el no desea que su madre se case con mi padre, tal vez el no quiere ser mi hermano, quizá lo molesto demasiado, pero se que debo hacer para levantar su animo.
Voy a toda prisa a la cocina, y le pido a la cocinera que me ayude a preparar una tarta de limón para Johan, ella gustosa comienza a traer los ingredientes, me ayuda a preparar todo, y cuando esta lista la dejamos que se enfrié.
- Se puede saber señorita Mar para quien es la tarta?
- Es para Johan, el parecía algo triste hace unos momentos, así que decidí hacerlo sonreír de nuevo con un trozo de tarta, eso siempre me pone feliz.
La cocinera me sonríe y me ayuda a llevarla a la habitación de johan, cuando llego llamo a la puerta, el me dice que puedo pasar, la cocinera abre la puerta y yo llevo la tarta dentro de la habitación, el se apresura a llegar a mi, ya que también llevo 2 platinos en la mano para probar la tarta que hice.
- Pero que es eso?
- Hace un rato parecías triste, o enojado conmigo, y quiero disculparme si hice algo malo, yo no quiero que tu no desees ser mi hermano, me gusta mucho jugar contigo por las tardes, tu ya no quieres vivir aquí Johan?
El se me queda viendo ahí de pie, parece algo asombrado por mis palabras, solo espero que no se moleste aun mas por molestarlo.
- Ven, deja eso.
El coloca las cosas en la mesita de su habitación, y me toma de la mano, me lleva al sofá y se sienta en la mesita quedando frente a mi.
- Tu no has hecho nada malo en absoluto Mar, eres una niña muy dulce, gentil, amable, y para prueba esto, yo no estabas molesto hace un rato, no contigo, era conmigo mismo, y lamento no poder explicarte la razón, es verdad yo no deseo que mi madre se una en matrimonio con tu padre, pero no es por lo que tu piensas, tu padre es buen hombre, quizá demasiado, mi madre, pues ella es complicada, yo no quiero que sufran tu y tu padre, pero no puedo detener el matrimonio, mira tu no comprenderías ahora, pero solo me queda observan esto.
No comprendo nada de lo que ha dicho, pero yo no deseo que el se aleje de mi familia, pues me siento feliz cuando el esta cerca.
- Pero tu si quieres ser de mi familia, no estas molesto conmigo?
El me sonríe, y me da un abrazo.
- Te prometo que yo cuidare de ti, te lo prometo Mar.
Yo me siento feliz cuando el me dice eso, pues de verdad deseo que el se quede aquí conmigo.
- Bien, dame un trozo de esa tarta, tu la hiciste?
- Si, la cocinera me ayudo un poco, pero yo la hice.
- Se ve deliciosa, anda dame un gran trozo.
Yo me siento muy feliz con el, y le doy un gran pedazo de tarta, ambos reímos y jugamos al terminar de comer, le llevamos un trozo a mi padre, que al vernos se pone feliz, nos abraza a ambos, y le pregunta a Johan como va todo.
- Bien señor Keppler.
- Bueno, ahora vallan al jardin a jugar, en un rato estará la cena.
Johan y yo vamos a toda prisa a jugar con Reins, el es tan pesado ahora, que me derriba en varias ocaciones, pero Johan va en mi ayuda.
Reins gruñe por que observa a una ardilla, el va tras de ella, y nosotros tras el, pues si se va muy dentro del bosque se podría perder, o ser atacado por algún lobo, así que vamos por el a toda prisa.
Johan lo toma de la espalda y lo lleva en los brazos a la Mansión, pues una de las doncellas nos avisa que nos lavemos por que la cena ya esta lista, ella se lleva a Reins, y le dará de comer, Johan y yo vamos a lavarnos para ir a cenar.
Al llegar al comedor vemos que mi padre y la Marquesa se dan un tierno beso, el y yo sonreímos cómplices por que sentimos pena de ver a nuestros padres mostrando su amor.
Ambos nos sentamos a cenar, y mi padre nos pregunta como fue todo, le cuento que Reins perseguía a una ardilla y tuvimos que ir a por el para que no se perdiera en el bosque.
- Bien, pero tengan cuidado.
Me siento muy feliz de estar así, somos una familia, es muy agradable tenerlos a todos y que Johan ya no quiera irse a ninguna parte.