Elon salió de King house, subió al auto y llamó por teléfono.
—Lo siento, jefe, Phoenix Masiss se casó con la mujer.
—¡¿Qué?! ¡Eres un imbécil! Quiero por fuera a esa mujer, que se largue, que la repudie o ¡Mátala! Lo que sea, pero no voy a compartir la fortuna Masiss, cuando Phoenix y su familia hayan muerto, ¿Entendiste? ¿O querrás que tu querida hijita pague las consecuencias?
—¡No, por favor, señor! Yo me encargaré de esa mujer, deme tiempo, por favor.
—Por lo menos te daré hasta iniciar mi gran plan,
Elon colgó la llamada, pensó en su hija, sintió miedo por ella, y condujo a su casa.
—¿Y qué? ¿Es todo? —exclamó Athina con desdén.
—¿Y qué querías? Que lanzaran arroz, que dijeran ¡Qué vivan los novios! ¿Qué te lleve a la cama en mis brazos?
Ella rio a carcajadas.
—¿Qué me des
