—¡Liam es mi hijo… el hijo de…
—¡El hijo menor de Brian Thompson! ¿Cuándo entenderás que no es tu hijo? Esa cabeza dura que tienes no entiende nada. Ve a dormir.
Athina le miró con ojos horrorizados.
—No puedo, no puedo dejarlo así, debo ir a buscarlo.
—¡¿Enloqueciste?! ¿Acaso eres policía?
Ella bajó la mirada.
—¡No soy tu prisionera, Phoenix! No me vas a detener, es un pobre niño herido, al que su padre trata como si fuera basura, no puedo soportar que algo malo le pase.
Athina fue por ropa, Phoenix la detuvo.
—¡He tenido suficiente de ti, Athina! Si te vas, y sales por la puerta, te advierto, niña, estarás sola por tu cuenta.
Los ojos de Athina lo miraron incrédula.
—¡¿Acaso no escuchaste? un pequeño de la misma edad que tu hija está solo en las calles, asustado, en peligro, ¿A
