AMANDA Casi no había podido dormir bien; estaba pensativa por todo: por lo de Liam, por lo de mi padre, por el bebé, por mi nuevo trabajo. En fin, mi vida era un caos, y me pregunto en qué momento se volvió tan dura. Desde que me fui de casa de mis padres he estado sobreviviendo el día a día con lo que he podido. Y ahora, vivir en casa de Liam es... difícil. Entiendo que lo hace por su hijo, pero también estoy implicada yo y su prometida. Qué vergüenza siento con ella. Si me he quedado aquí, ha sido por Estrella, que está durmiendo a mi lado. Es una niña muy linda y parece que se siente muy sola. La compadezco, con ese padre tan gruñón que tiene. Estrella estaba dormida plácidamente cuando la puerta se abrió. —Al menos deberías tocar —le digo a Liam, rodando los ojos. El hecho de que ano