Annabeth
Percy y el ejército de fueron a una cabaña realmente grande que Caos construyó en un segundo.
Jason y Piper se acercaron a mí.
- Creo que debemos de hablar con Percy- dijo Jason serio
- Tenemos que hacerlo- dije
Comenzamos a caminar hacia la cabaña, al llegar escuchamos risas y nos escondimos detrás de unos arbustos.
Percy salió de la cabaña para recargarse en el balcón que daba al mar.
Al parecer había cambiado su corte (foto), traía una playera sin mangas que hacía que pudiéramos ver sus tatuajes realmente se veía sexy. Él saco un cigarro y comenzó a fumar dejándonos impactados; una chica de cabello n***o se acercó a el abrazándolo por detrás.
- Tranquilo, esto es lo mejor- le dijo la chica
- Lo se Mel pero no me gusta estar aquí, se que tenía que enfrentarlos pero duele- dijo apagando su cigarro y tirarlo
Percy volteo a ver a la chica, ella tomó su mentón y le sonrió dulce.
- Por eso estoy aquí
- Gracias, te amo demasiado, por eso es case contigo- dijo para después tomar su cintura y besarla con cariño.
Yo ya no podía estar ahí, el me supero y encontró a alguien mas; salí corriendo.
…………………………
Terrence fue llamado a la casa grande para organizar todo.
Al llegar se encontró con los dioses, Quirón, Caos y Pronto.
- Hijo- saludo Caos
- Padre, tío- saludo
- Debemos proteger al campamento- dijo Quirón
-¿Qué se te ocurre Terrence?- pregunto Pronto
- Deberíamos poner semidioses en las fronteras del campamento pero debemos entrenarlos ya que Orden se aprovecha de su debilidad y les infunde el odio y rencor haciendo que peleen entre ellos ya que ningún chico pidió ser un semidiós, eso es lo que más odian los chicos aunque no lo digan- dijo serio
Todos los dioses bajaron la cabeza y apretaron sus puños.
- Terrence tu y los chicos deben de entrar a todos los semidioses ya que lo más probable es que Orden nos ataque y esto se convierta en una guerra- dijo Caos
- De acuerdo pero padre ustedes deben entrenar a los dioses
Caos asintió.
- Solo una cosas más dioses, a Orden no lo toque, el es mío- dijo mientras un destello rojo se asomaba por sus ojos.