Yo no soy un Traidor
Percy
Ha pasado un año desde la guerra contra Gea, las cosas han ido bastante bien, por primera vez en mi vida no he tenido que correr para salvar al mundo o a otros, debo decir, me encanta ayudar a los demás pero necesitaba ya un descanso me he desvivido por el Olimpo y los mestizos, necesito tiempo para estar con mis amigos y mi listilla. De hecho hace unos meses decidí dar el siguiente paso con Annabeth, compre un preciosos anillo y hoy planeo pedirle matrimonio. Es un gran paso para nosotros, después de todo no solemos sobrevivir mucho tiempo y es un milagro que hayamos llegado a los 19 años incluso cuando Annabeth me hizo ayudar a su primo Magnus, debo decir que su vida es igual de complicada que la nuestra, estar muerto pero no estar muerto es algo muy confuso pero Magnus es un gran chico, un buen amigo al igual que Carter aunque debo decir que su hermana me da un poco de miedo pero es bueno de tenerlos de aliados, otros dioses, otros mundos por decirlo así pero la misma mierda de padres que solo le hacen complicada la vida a los demás.
Me levante de mi cama, la cabaña sigue siendo tan vacía como la primera vez que llegue, a veces me gustaría tener más hermanos como yo, Stella es completamente humana y puede vivir una vida normal así que no tenemos esa clase de conexión además apenas es una niña pequeña. Me di una ducha vistiéndome con unos tejanos de mezclilla junto con la playera del campamento. Salí caminando hacía la casa grande, Quirón había solicitado mi presencia, al entrar fui recibido por miradas de odio de todos incluida la de Annabeth y la de Tyson, lo cual me sorprende bastante nuestra relación con el tiempo se ha fortalecido.
Una luz nos envolvió, en cuanto desapareció me encontraba en el Olimpo junto con mis amigos y los dioses, los cuales me veían de la misma manera con odio, mi padre ni siquiera me miraba, evitaba hacerlo.
¿Qué está sucediendo?
- Perseo Jackson has traicionado al Olimpo, tendrás un severo castigo. Esto no puede quedar así – dijo Zeus de manera fría
Había visto a Zeus molesto pero esto es completamente diferente, nunca lo había visto así.
Yo jamás traicionaría al Olimpo, puede que no esté de acuerdo y me molesta como tratan a sus hijos, a las personas que son mi familia, también estoy resentido por todo lo que me hicieron pasar y a mis amigos, no ha sido una vida fácil y todo porque los dioses no controlan su lujuria y tiene hijos regados por todo el mundo además de enemigos. A veces me hubiera gustado unirme a Luke, las cosas serían mucho más sencillas sin los dioses, sin todas estas cosas mitológicas pero a pesar de todo jamás traicionaría al Olimpo, no he caído tan bajo como para traicionar a las personas que podrían quitarme todo lo que amo en un segundo.
- Soy capaz de muchas cosas pero no de traicionar al Olimpo – le dije con seriedad
Sentí un golpe en mi mejilla logrando que mi cara se hiciera a un lado, frente a mí se encontraba Annabeth, las lágrimas corrían por sus mejillas pero sus odios solo me mostraban dolor y odio.
- Annabeth – dije sorprendido estirando mi mano hacía ella pero solo retrocedió y mi padre se colocó frente a ella
- Vete Percy, ya no hay lugar para ti aquí – me dijo papá de manera fría – No podrás volver a entrar al Olimpo, ni entrar a los campamentos griego y romano
Mi corazón se rompió en mil pedazos, las palabras de mi padre me habían roto por completo, este y no es más mi hogar. Ellos ya no soy nadie para mí, no puedo quedarme con personas que no confiaron en mí.
Giré para irme de aquí.
- Cuando sepan la verdad no me busquen – les dije sin verlos dejando caer la caja con el anillo mientras las lágrimas corrían por mis mejillas
Tres años después.
Annabeth
Y volví a ese trágico día donde le di la espalda a la persona más fiel de todo el mundo desde ese entonces perdimos las alianzas que teníamos con los mestizos del Egipto y los nórdicos, Percy había logrado entablar una muy buena amistad con los hermanos y Magnus, mi primo dejo de hablarme desde que se enteró lo que había sucedido con Percy.
No puedo creer que no confiamos en él.
¿Cómo pude ser tan tonta para creer que sobretodo él había traicionado a sus amigo, su familia?
Fui demasiado tonta, no pensé en quien era en realidad mi sesos de alga.
Ahora él ha desaparecido.
Me acerqué hasta mi escritorio tomando esa pequeña cajita de terciopelo rojo, la abrí viendo el hermoso anillo plateado con una piedra azul con ligeros tonos grises, que tenía grabado listilla.
Percy iba a dar el siguiente paso en nuestra relación per no lo deje simplemente arruiné todo.
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En un castilla en la Antártida el dios primordial Caos, un hombre de cabello azabache de ojos carmesí junto con un muchacho de ojos rojos, azabache de estilo punk.
- Todo listo padre – le dijo el menor
- Todo está por comenzar