CAPÍTULO XVI Cynthia no estaba segura de cómo lo había logrado Robert, pero con un mínimo de explicaciones y excusas, logró sacarla de la guardería y llevársela en su automóvil. Conducía con rapidez, pero con habilidad, con ese aire de concentración que ella había notado en todo lo que hacía. Sin embargo, podía percibir su tensión, como si las emociones que mantenía reprimidas pudieran estallar en cualquier momento. Iba en silencio y ella esperó hasta que saliera de lo más pesado del tránsito, para preguntarle: —¿Cómo me encontraste? —Obligué a Grace a darme tu dirección. No debes culparla. Fue leal hasta un punto exasperante. Entonces le dije la verdad y ella comprendió que sólo tu podías ayudarme. —¿Qué te parece si nos detenemos un momento aquí y me cuentas con exactitud qué suced