“CONTRATIEMPO”
[en la actualidad]
Llego a casa con toda mi ropa mojada, al entrar me recibe una sonriente y efusiva Emily.
—¡Mamitaaa!— grita eufórica mientras trata de saltar a mis brazos.
Mi pequeña es la luz de mis ojos y gracias a la ayuda de Laura he podido sacarla adelante, se me ha hecho difícil al principio, no pude comenzar a estudiar a tiempo ya que cuando iniciaron las inscripciones a la universidad yo estaba de cinco meses y mi barriga ya estaba abultada, aparte de que quede sin la ayuda económica de mis padres con la que siempre conté, pero mi mejor amiga siempre estuvo ahí ayudándome y apoyándome en la crianza de su hermosa sobrina ahijada, ellas son muy unidas y amo que saber que si algún día me pasará algo, Emily estaría en unas muy buenas manos. Hace cuatro años nos mudamos a la gran manzana y empezamos nuevamente de cero, Laura consiguió una beca y ahora está haciendo pasantías en una empresa muy importante que tiene una cadena hotelera, una de las mejores para no decir la mejor y gracias a ella consegui una entrevista donde ahora estoy a prueba en uno de los hoteles que abrirá en una semana oficialmente.
—Princesita, no te cuelgues de mamá que está toda mojada y te mojara toda tu ropita — le doy un beso en la frente — deja me cambio y luego me abrazas todo lo que quieras ¿si? — mi pequeña sólo asiente y corre nuevamente al sofá donde se encuentra mi amiga con sus libros mientras me mira sorprendida por el echo de que estoy aquí a esta hora y toda mojada. No digo nada, solo voy lo más rápido posible a mi habitación en busca de ropa seca y luego corro al baño para poder darme un ligero baño con agua caliente, mi cuerpo lo agradecerá. Después de unos cinco minutos ya estoy cambiándome para salir nuevamente, esta vez iré directo al hotel donde me pondrán a prueba por los siguientes dos meses, si logro obtener este trabajo podré terminar de financiar mi último año de carrera, si bien los primeros años que no pude estudiar, cuando mi pequeña cumplió los dos años y obviamente con la ayuda de mi amiga me inscribí en finanzas, realmente soy buena con los números, si no fuese por la falta de ingresos ya hubiese terminado mi carrera y buscado un trabajo de lo que realmente me gusta.
Salgo de la habitación y llamo un taxi, en lo que llega mi amiga se acerca y me mira con cara sorprendida
—¿Que haces aquí? No me digas que..—La interrumpo
—No te preocupes, aún no me han despedido — rio — de echo aún no he llegado al hotel, sólo fui a ver a mi madre pero me encontré con mi padre y me saco a rastras del hospital y bueno.. está lloviendo.
Mi madre fue transferida a uno de los mejores hospitales qué hay en Nueva York, hace tres meses y gracias a una enfermera amiga logré escabullirme varias veces para verla, hablar con ella y contarle como va mi vida, extraño demasiado sus consejos y su amor para conmigo. Ella aún sigue en coma y por lo que dijeron los doctores con su nuevo tratamiento han logrado un mínimo avance, pero eso me da esperanza a que algún día despierte y pueda conocer a su nieta.
Mi teléfono suena sacándome de mis pensamientos e indicándome que el taxi está afuera
»bueno, ahora si me voy si no quiero que me despidan en mi primer día de prueba —beso y abrazo a mi hija y luego a Laura— las amo, nos vemos más tarde
—Adiós mamita, te amo — grita mi pequeña
—Suerte amiga — me dice Laura
Sin más, bajo como el viento por las escaleras y me subo al taxi indicándole la dirección a donde tenemos que ir. Aún estoy a tiempo de llegar puntual, espero que no haya tanto tráfico. Y como la suerte nunca estuvo de mi lado, llegue quince minutos tarde, el gerente general me recibió algo fastidiado pero le expliqué que tuve un inconveniente y que no volvería a suceder nunca más, no muy convencido me dio una última oportunidad, realmente son muy estrictos con el tema del cumplimiento de horario.
En el cuarto de empleados me puse rápidamente el uniforme que me entregaron que consta de una camisa blanca con una pequeña cinta en forma de moño en el cuello color gris oscuro, un pantalón n***o y un chaleco de vestir gris oscuro con unos zapatos tipo stiletto de cinco centímetros. Una vez lista salí y me dirigí al que espero sea mi puesto permanente donde ya se encontraban dos chicas más, una pelirroja muy bonita, demasiado diría yo que me mira con cara de pocos amigos y una rubia también muy bonita que me mira alegremente
—Hola ¿como estás? Mi nombre es Karen y seremos compañeras de trabajo, espero nos llevemos bien— me dice muy alegremente mientras me estira su mano la cual acepto gustosa
—Hola yo soy Sarah un gusto — me limito a contestar a tan efusiva presentación
—Un gusto Sarah, ella es Candela parece antipática pero es hasta que entra en confianza — sonríe mientras pasa su brazo por encima de los hombros de la colorada quien la mira con ojos asesinos
—Un gusto— digo extendiendo mi mano y está la acepta algo dudosa. Estamos paradas tras un gran mostrador en forma de semicírculo donde se encuentras tres computadoras las cuales dos de ellas se encuentran ocupadas por las chicas dejando la del medio libre para mi, me ubico en mi puesto mientras observo todo y agarro un manual con el titulo de “capacitación del personal de recepción” y un logo con el nombre del hotel “FIORE PALACE RESORT” demasiado elegante y definitivamente muy costoso, viendo la arquitectura y la decoración de este bello edifico se nota que aquí solo vendrá gente pudiente, gente como yo sólo podría pisar uno de estos lugares para trabajar si es que tienen suerte. Mientras me acomodo y observo algo del manual de acerca el gerente y nos indica que durante esta semana realizaremos una capacitación para aprender su cultura y la forma en la que sus empleados suelen trabajar y dirigirse al cliente, sobretodo el manejo del sistema que al pareces es más complejo de lo que parece, luego estaremos como ya dije, dos meses a prueba. Espero poder conseguir quedarme fija, la paga es muy buena y así podré terminar de estudiar y darle todo lo mejor a mi pequeña, si bien nunca le falto nada es hora de que obtenga aún mucho más.
Cinco horas después de la capacitación ya tenemos más o menos todo encaminado, Karen ha sido muy amable mientras candela fue bastante distante, no es algo que me interese ya que no vine a hacer amigos pero no niego que me gustaría que nos llevemos bien para que se vuelva un ambiente más ameno
—Bueno, por hoy ya es todo. Mañana las quiero aquí puntuales — dice el gerente mirándome exclusivamente a mi, definitivamente que hoy llegará unos minutos tarde me restaron puntos.
—Bien, gracias! — decimos a coro y juntamos nuestras cosas para ya irnos. Si bien sólo fueron seis horas las que trabajamos, la capacitación fue bastante pesada pero definitivamente me gusto. Solo espero hacer las cosas bien.
Una semana pasó y hoy es la gran inauguración del hotel, hay mucha gente y sobre todo gente con dinero, tuvimos que venir una hora antes para poder organizar todo y ver las reservaciones que se hicieron ya hace unos días. con nuestros uniformes todo el personal estamos sentados en una pequeña charla que da el gerente general mientras esperamos la aparición del dueño de la cadena hotelera quien hasta ahora no ha aparecido, pero por lo que se comento el gran señor Arturo Fiore dueño de toda esta belleza dejo hace un mes el cargo de presidente para darle lugar a su hijo mayor quien se encargará hoy de la inauguración. nadie lo conoce aquí o en el mundo de la farándula aunque son una de las familias más adineradas en Nueva York y muchas revistas hablan del señor Fiore padre, nadie a publicado fotos de sus herederos solo pequeñas notas sin nada importante.
Cuarenta y cinco minutos después aparece el mandamás, el señor Arturo Fiore algo alterado mientras grita al teléfono y todos podemos oír su parte de la conversación
—¿Estás buscando que muera? — hace silencio calculo que escuchando lo que dicen del otro lado de la línea— ADAM ARTURO FIORE — grita exaltado— prometiste hacerte cargo de este hotel y a sólo quince minutos de la inauguración decides no aparecer.— vuelve a hacer silencio— no me importa. si no apareces aquí en los próximos veinte minutos puedes olvidarte de obtener un centavo de mi dinero. Te sacaré de mi testamento y todo lo que has obtenido a costas de esté— corta y se voltea para luego dirigirse a nosotros —Disculpen por lo que acaban de presenciar.
—No hay problema señor — dice el gerente — aquí está todo el personal — presenta a los de seguridad, limpieza, cocina y a las recepcionistas. Que está dividido en tres grupos, el de la mañana al cual pertenezco yo, el de la tarde/noche y el de la madrugada. Los demás empleados que perteneces a puestos fuera del hotel no fueron llamados para la “charla”. El señor Fiore se presenta amablemente y nos da un pequeño discurso de que aquí seremos como una familia, que tenemos que respetar al cliente y bla bla. Prácticamente termino diciéndonos que si hacemos algo mal nos dará una patada en el culo. Después de dar su pequeño discurso motivador nos fuimos afuera para la “gran inauguración”, el señor Fiore se paró junto a la cinta roja que iba de un extremo a otro en la entrada, alado de esté se encontraba el gerente supervisor y al otro lado el gerente general, cerca de ellos se encontraban dos guardias de seguridad personal que supongo es del señor Fiore ¿quien más tendría seguridad aquí?. Cuando está a punto de dar el discurso para luego cortar un hombre joven se para junto a él y nuevamente la lluvia de flashes inicia, una versión más joven del señor Fiore, alto, fornido cabello n***o azabache y está vestido con un traje azul marino hecho a la medida, realmente parece muy guapo. Mi madre siempre me decía que los ojos son la ventana al alma pero no logro ver sus ojos y ya que estos están cubiertos con unos lentes oscuros, lo que sí se puede notar es el Aura arrogante que emana de todo su cuerpo y se puede notar a miles de kilómetros de distancia. Evidentemente este joven guapo y arrogante será nuestro nuevo Jefe, solo espero no tener que verlo seguido por aquí, realmente no parece una persona fácil de llevar. El discurso termina de parte de ambos hombres y cortan la bendita cinta roja y los aplausos no se hacen esperar. Después de un rato todos estamos ya en nuestros puestos, los teléfonos comienzan a sonar y me sorprende la rapidez que tiene la gente para reservar habitaciones. Una vez nos tranquilizamos un poco, Karen Candela y yo nos sumergimos en una charlas y si, después de los primeros días Candé entro en confianza y ahora hablamos como si nos conociéramos de toda la vida.
—Me parece que aquí se le paga por trabajar no por hablar como cotorras — una voz ronca y algo malhumorada sueña tras nosotros lo que nos hace girar lentamente
—Señor, lo sentimos, sólo hablábamos de trabajo — se excusa rápida y nerviosamente Karen
—¿De trabajo? — nos mira andando una de sus perfectas y pobladas cejas
—S.Si señor — tiembla de los nervios Candela
—Y piensan que nací ayer para creen esta absurda excusa. Ustedes las mujeres hablan de todo menos de trabajo — dice y me molesta demasiado ¿quien se cree? Por tener plata y ser nuestro jefe o bueno, futuro jefe ese no es el punto. Por mucha plata que tenga no puede venir a tratarnos mal, si hablamos de cosas personales pero justo cuando el leo hablábamos de nuestra primer atención con respecto a las reservas.
—Disculpe señor pero me parece injusto que nos acuse, realmente estamos hablando de trabajo, de los errores y cambios que tenemos para modificarlos y dar nuestro mejor desempeño. Las tres nos ayudamos y ahora que no había nadie decidimos hacerlo — digo algo malhumorada
—¿Te parece forma de hablarle a tu jefe? — dice arrogante y molesto
—¿Le parece forma de tratar a sus empleados?
—¿Que ocurre aquí? — dice el señor Arturo desde atrás mío
—Señor — digo apenada
—Veras papá, aquí las muchachitas de la pasan charlando en vez de hacer su trabajo — las tres nos miramos incrédulas. Que le pasa a este tipo
—Eso es mentira noso..— el señor Arturo me interrumpe
— A mi oficina — me mira sin expresión alguna y mi pulso comienza a acelerarse. Aunque me despidan voy a dejar en su lugar a este tipejo arrogante y mal hablado.