Aarón.
Me sentía en el limbo, en la estratosfera, quizás me faltaba el aire o estaba sobre cargado del mismo, tal vez acababa de morir y todo esto era una maldita alucinación, no comprendía la mitad de las cosas que pasaban, no estaba en mi eje, no tenía como estar en mi eje, simplemente no podía, porque con cada cosa que pasaba, cada momento nuevo que había, mi mente parecía combustionar, mi sistema hacía corto y todo se volvía en nada.
Sus ojos celestes estaban clavados en mí, sus labios entreabiertos, su respiración acelerada y la vista llena de algo que me resultaba ajeno, nuevo, extraño, podía sentir como mi cuerpo iba tomando sus propias sensaciones, como la dopamina estaba empezando a hacer lo suyo, actuando cada vez más, motivándome a más.
La noradrenalina aumentando mi excitaci
