PVO Katherine. (10 años antes de la época actual)
_¿Que acabas de decir padre? Repite eso.
_Dije que te casarás con el heredero de los Warren y no quiero ninguna objeción Katherine.
Yo solo me quedé ahí, paralizada, sin poder decir ni una sola palabra ante la impresión de lo que acababa de escuchar. Se supone que había vuelto después de 10 años a Nueva York para poder despedirme de mi nana, la única mujer que me trató como un ser humano después que mi madre muriera.
_Me niego. No me casaré con ningún hombre, mucho menos con un desconocido, solo porque así lo deseas padre.
Fuí desafiante, tajante, pero no dejaría que me exigieran algo que no deseaba, eso había sido hace mucho tiempo, cuándo era niña de 7 años, ahora no.
_¡Pero que insolente! Deberías estar agradecida por mantenerte durante todos estos años. Es lo mínimo que deberías hacer.-Grita mi madrastra, la amante de mi padre, incluso desde antes que mi madre muriera estaba ya con ella.
_Katherine, ya fue suficiente.
_¡Pero yo no volví aquí para eso padre! ¡Me dijeron que mi nana estaba muriendo, por eso volví de México!
_Y ya no volverás, serás la esposa de uno de los hombres más poderosos del país, deberías ser agradecida, pero que se puede esperar de la hija de una...
_Basta querida, ya fue suficiente. Katherine obedecerá o de lo contrario, su nana dejará de recibir nuestra ayuda y ya sabe lo que eso significa.
Lo dice con ese tono serio mirándome.¡Pero que tonta! Debí creerle a mi amigo Benjamín cuando dijo que esto podría ser una trampa.¿Que padre llamaría a su hija después de 10 años de abandonada solo para dejarla despedirse de su nana? Ninguno.
_Katherine ve con Rogelio, las sirvientas te arreglaran para que conozcas a tu prometido y a su abuelo.
_¡No! No iré.-Me miran con odio. Sé que no les conviene que me niegue, sino, de dónde sacarían una novia de último momento. ¿Mi hermana Diana? Imposible. Si es el heredero de una familia poderosa, ellos ya lo hubiesen aprovechado y la hubiesen casado con él, aquí había gato encerrado.
_Katherine, no me hagas enojar.
_Solo quiero estar segura que van a cumplir con su promesa padre. Quiero ver a mi Nana, ver que está bien, que está recibiendo todos los cuidados.De lo contrario no hay trato.
_¡Pero esta niña!.-Mi madrastra se levanta furiosa y viene hacia mí con sus ojos llenos de odio, levanta su mano e intenta golpearme, yo solo pude cerrar mis ojos, ya lista para recibir el golpe.
_¡Detente Amalia! Si la golpeas, el Sr Warren lo notará.-Vuelve su mirada hacia mí.-Bien, tu ganas Katherine, pero después de ver a tu nana, cumplirás con tus obligaciones e irás a la mansión de los Warren sin ninguna queja ¿De acuerdo?
_¡Pero querido!.-Mi padre levanta su mano y la hace callar.
La vida de mi nana estaba en mis manos, debía tomar una decisión. Lo siento Benjamin, creo que esa salida para celebrar mi mayoría de edad tendremos que postergarla.
_De acuerdo, me casaré con el hombre que desean, pero primero, quiero que me juren que mi Nana recibirá el mejor de los cuidados hasta su muerte.
_Bien, a cambio, tú obedeceras las reglas de la familia de tu esposo y cumplirás con tus deberes de esposa según el contrato que firmaras, sin objeción alguna.
_Es un trato.-Respondí sin saber aún nada de ese contrato, pero no creo que sea nada del otro mundo.
_Ahora sal de mi presencia.-Sentenció y yo obedecí.
Lo que no sabía mi padre, era que no pensaba pasar mucho tiempo aquí, solo debía encontrar la manera y el momento exacto para huir y volver con mi nana a México. Me tenía fé en eso ya que durante todos estos años emprendí un negocio que ya comenzaba a dar sus frutos, en el área de la construcción.
Salí de la habitación acompañada de Rogelio, el mayordomo de mi familia pero en el camino me topé con la hija del diablo.
_Así que ya llegaste hermanita.
Esa chinchosa y odiosa voz. Sonríe Katy, házlo.
_Diana, cuánto tiempo.-Se acerca y me mira de pies a cabeza, con esos aires de superioridad mientras cargaba su cartera de marca y esas ropas de diseñador, no ha cambiado nada.
_,¿Acaso sigues siendo una niña?.-Se ríe al ver mi vestido y cabellos.-Cualquiera pensaría que eres una mocosa de 15 años, inservible para ser la esposa de alguien, mucho menos traer un bebé al mundo.
_¿De que hablas?.-Eso sonó raro.
_De nada, es solo que escuché que el patriarca de los Warren, te eligió para ser su nuera. Te casarás con su nieto, un malvado y cruel hombre que si no lo complaces en la cama, se buscará otra. He oído que es un mujeriego nato, no se conforma con una.
Así que de eso se trataba. Se parece a ella, pero mis padres creen que es una inocente, pura y santa paloma, apuesto a que creen que es virgen aún.
_Ten cuidado, he escuchado que también golpea a sus parejas hermanita.-Se vuelve a reír.-Bien, me voy, tengo una cita muy importante y no puedo faltar, suerte con tu nueva vida de casada.
Lo último que escuché fueron sus carcajadas por todo el salón mientras salía vestida con una minifalda negra y un top blanco que dejaba al descubierto su cintura.
_Srta Katherine, disculpe la demora, el auto está listo, yo la llevaré al hospital.
Agradecí que Rogelio fuera quien me llevara, ya que era el único que me trataba con respeto, después de todo sabía la verdad, detrás del engaño de mi respetado padre, ya que Diana había nacido cuando estuvo casado con mi madre, y yo nací 2 años después.
_Ya llegamos Srta.
Agradecí y entre sola, ahí estaba mi nana, tan frágil y pálida en una cama, conectada a un respirador.
_Nana, te prometo que te sacaré de aquí, cuando tenga plena facultad de mi mayoría de edad y sea nombrada la Ceo de Lunnar Corporation lo haré, mientras, tengo que soportar todo esto. Espera porfavor.
¡Sí! Si creían mis padres que había estado perdiendo el tiempo en México, pues se equivocan. Tengo un coeficiente intelectual superior a los de mi edad, lo cual me ayudó a fundar Lunnar Corporation, una constructora Mexicana que poco a poco se estaba abriendo en este difícil mundo, solo que como soy menor de edad no podía ser la directora así que, mi mejor amigo Benjamín, era el Ceo por el momento.
_Srta Katherine debemos regresar a la mansión, órdenes de su padre.
Agaché mi cabeza y con las mismas, regresé a la casa de mis padres, resguardada por varios guardaespaldas y Rogelio. No iban a correr el riesgo de que me arrepintiera a último momento y saliera huyendo de aquí, aunque ganas no me faltaba.
Apenas llegué, un grupo de sirvientas, me limpió, perfumó y vistió como una dama de clase. Fue muy incómodo pero eran órdenes y ellas solo lo cumplian.
Me pusieron un vestido rojo, decente pero no era mi estilo, además de un maquillaje que debía hacerme bella y un peinado más acordé a mi edad. Según las sirvientas, debía impresionar a mi prometido y a su abuelo, algo que no me causaba gracia.
_Srta Katherine.
_Ya estoy Rogelio, vámonos.¿Rogelio?.-Se me queda mirando.
_Eh.
_¿Que pasa?
_D-digo que el auto ya está listo para que la lleven a la mansión de los Warren.
Suspiré sabiendo que al conocerlos, estaba condenada, debía cumplir esto, solo sería verlos, saludarlos y listo, a casa.
_Bienvenida Srta Sunnak, el Sr Warren la espera en la sala principal.
_Gracias.-Dije con algo de temor. Esta casa era más grande y lujosa que la de mi familia, si que los Warren, los dueños de una de las constructoras más grandes del país, debían serlo.
_Sr Warren, la Srta Sunnak acaba de llegar.
Y ahora no había marcha atrás, hoy conocería al desgraciado que se casaría conmigo y a su abuelo.
_Adelante, siéntete como en tu casa.
Agradezco y tomo asiento.
_Eres mucho más hermosa de lo que me había hablado tu padre Srta Katherine.
_Muchas gracias.-Dije y busqué con la mirada al hombre que sería mi esposo, debería estar aquí.¿Dónde está el desgraciado?
_¿Pasa algo?
Niego.-Bueno sí, me dijeron que hoy conocería a su nieto.
Da un largo suspiro y su expresión cambia.
_Lamento decirte que tuvo un pequeño incidente con su vuelo y no pudo llegar a tiempo, pero descuida, lo conocerás en el día de la boda. Él es un poco vivaz pero no es mal chico, estoy seguro que cuando te vea se enamorara de tí.
¡No! Y yo que quería dejarle las cosas claras desde ahora.
_Y dime, ¿Estás segura de este importante paso en tu vida? Recuerda que un hijo no es juego.
_¿H-hijo?
_Por supuesto, una vez que se casen, espero con ansias un bisnieto, ya sea niña o niño, yo estaré complacido.
Me quedé con la boca abierta.¿De que está hablando?¿Un hijo? Yo apenas e iba a cumplir 18, tengo muchos planes ,un sueño que cumplir y un bebé no estaba entre ellos.
_Creo que podría ser más adelante, deseo estudiar y hacer varias cosas Sr Warren.
_Pero querida, puedes hacer lo que quieras mientras tienes al bebé. Eres una mujer joven que puede tener varios hijos. Tenemos ya seleccionado un grupo selecto de niñeras que cuidará de mis bisnietos.-Ahora habla en plural.
_P-pero yo...
_Ademas, mi nieto está de acuerdo con la idea, tú y él, ya me imagino, mi bisnieto será un ser encantador, un pequeño angelito, no puedo esperar a tenerlo en mis brazos.
_Pero Sr Warren, apenas y tengo 17 años, creo que un bebé debería ser traído al mundo con amor y pues, verá, yo no conozco aún a su nieto.
_Mmm, tienes razón, pero no hay problema, después de la boda, podrán conocerse mejor y estoy seguro que te enamorarás de él , ya verás, serán una hermosa pareja enamorada.
Este señor estaba chiflado, pero debía seguirle la corriente.
_Estoy segura de ello.-Si claro, hablaba con tanta seguridad de su nieto, como si fuera un s*x simbol por el que todas las mujeres caerían rendidas a sus pies, pues yo no.
Después de hablar un poco más sobre su hijo, de mí, de su familia, y la mía bueno, ahí tuve que mentir, no le dije que vivía en México y que hoy había vuelto, eso sería como engañarlo, me comentó que la boda sería el día después de mi cumpleaños, ¡Osea en 2 días! Pero claro, todo estaba fríamente calculado por mi padre, él debía haber planeado todo esto.
Al cabo de una hora, volví a la casa de mis padres y ahí, ya habían todo tipo de regalos, entre ellos, el vestido de novia y otras ropas muy costosas.
_Vaya hermanita, pero que atento es tu futuro marido. Que suerte tienes.
_¿Y porque no te casas tú con él? Creo que serían el uno para el otro.-Le respondí desafiante, ante ello, se acercó a mí y me dió una cachetada. Yo no pude ni reaccionar, y eso era porque mi madrastra estaba de espectadora.
_Mira a quien le estás hablando Katherine, yo soy tu hermana mayor, la única heredera de la fortuna de los Sunnak y tú pues, solo serás el zapato viejo y utilizable de Franco Warren. Una vez que le des un hijo, él te botará, su abuelo estará feliz y tú serás una mujer divorciada sin ningún beneficio, ah, claro, con la diferencia que serás madre.-Se ríe y eso me molesta.
Pero claro, siempre fue así. Siempre fui la hija abandonada, la arrimada de la casa, la que no valía nada, la hija indeseada y otras cosas horribles que prefiero no recordar y ahora de vuelta había caído en la peor de sus mentiras. Sería utilizada y después abandonada de nuevo.
Pensé que había cambiado, que tenía algo de valor al poder negarme, pero me equivoqué, soy menor de edad y aún estoy bajo el poder de esta familia que me odia, Los Sunnak, y aunque lo deteste, yo era parte de esta familia también, pero tranquila, solo debía hablar con mi “ prometido" y todo debía marchar de acuerdo al plan.