La boda.

2205 Words
PVO Katherine. Hoy debía verme feliz, o al menos aparentarlo, ya que me casaría con un perfecto desconocido que ni siquiera sabía su nombre. Sin duda, voy a cometer el peor error de mi vida pero que puedo solucionar. _Srta Katherine, la limusina acaba de llegar. _Gracias Rogelio, por cierto, ¿Mis padres y hermana aún están aquí? _No Srta, ellos ya deberían estar en la boda, y en cuanto a su hermana, pues, no ha regresado desde anoche. _Debí suponerlo.Otra cosa Rogelio, ¿Sabes cómo es el hombre con el que me voy a casar?¿O al menos su nombre? _Disculpe que no pueda ayudarla en eso Srta, es un asunto muy privado que sus padres y el Sr Warren han mantenido en secreto. _Supongo que les gusta trabajar de esta manera, pero en fin. Me pongo en marcha y subo a la limusina, lista para ir a ese lugar desconocido, que de seguro debía ser un infierno apunto de subir su temperatura. Llego y lo primero que noto, es la gran cantidad de gente que hay y ni decir de la cantidad de fotógrafos, esto era una locura. Sabía que los Warren eran poderosos e influyentes pero más parecía la boda de alguien de la realeza y no exageraba. _Srta Sunnak, por aquí.-Me interrumpe una mujer de atuendo elegante y la sigo, nos detenemos en la puerta, ahí me esperaba mi padre, si se le puede decir padre a este hombre, que con engaños y calumnias, me estaba vendiendo a un desconocido. _Por favor camine sonriendo de la mano de su padre, solo cuando llegue al Sr Warren, se sueltan y sonrien a la multitud. ¿Pero que era esto? Parecía que me estaban dirigiendo como si fuera una niña. Claro que sabía que hacer o eso creía. _Katherine, sonríe, no quiero quejas del Sr Warren, recuerda lo que prometiste. _Y yo espero que cumplas tu palabra padre.-Me advierte mientras caminaba de su brazo. Y así, con toda la rabia del mundo por lo que me estaban obligando a hacer; caminé despacio, con esta larga cola blanca que no debería usar, con este vestido de seda que me ajustaba demasiado el cuerpo y con el corazón más duro que una piedra, sí, no lloraría, porque esto no era más que una farsa, una mentira, del que pronto escaparía. Estoy cerca, demasiado cerca, a solo unos pasos de un hombre que está de espaldas, de seguro obligado al igual que yo para hacer de esta boda, una linda y maravillosa mentira que todos deben creer. _Sr Warren, le entrego lo más preciado para mí, cuide de mi querida hija. El misterioso hombre, que en unos segundos se convertiría en mi esposo, se da la vuelta y sus ojos se clavan en los míos. _Descuide.-Es lo único que dice con una seriedad que se le notaba lo feliz que estaba, mentira, a quien quiero mentir, se notaba que estaba furioso, como si yo tuviera la culpa. Toma mi mano y la aprieta, pero que brusco, sé que lo hace a propósito, así que le devuelvo el atrevimiento y hago lo mismo, aprieto su mano y suspira para contener la rabia. _¿Srta Sunnak?¿Podemos continuar?.-Interrumpe el sacerdote. _Claro, adelante.-Sonríe Katy, sonríe, con que sea guapo y apuesto no es nada comparado con el ogro interior que debe esconder. El sacerdote continúa, no sé que cosas dice hasta que el ogro vuelve a tomar mi mano y pone un anillo en mi dedo, repite unas palabras y me suelta. ¡Idiota! Por orden del sacerdote, hago lo mismo, hasta que nos declara marido y mujer. Me mira, no entiendo, hasta que el sacerdote indica que ya me puede besar. ¡No!.Por instinto retrocedo. _¿Que crees que haces?.-Susurra en voz baja. _¿Que crees tu qué ibas a hacer?.-Pone su cara con una seriedad que juraría que si no estuviera el sacerdote, me hubiese ahorcado. _Tu, como te llames..-Quiero hablar, dejarle en claro que ni se atreva a tocarme pero el muy imbécil, en un audaz movimento, me toma del cuello y acerca a él, junta sus labios a los míos, fueron solo unos segundos, pero juro que parecían minutos. Los aplausos se escuchan, se aparta de mí y me toma de la mano de nuevo, la vuelve a apretar y volteamos hacia las personas. _Sonríe, pareciera que estuvieras asustada niña. ¿Y que cree que acaba de hacer?¡Me besó a la fuerza!¿Y quiere que sonría? _Camina.-Me ordena con una sonrisa que no se de donde saca. Caminamos juntos, subimos a la limusina, no sin antes saludar a todos los invitados y prensa presente, por supuesto, con mi gran sonrisa falsa. Dios, deben darme un Oscar por esta actuación. Apenas se cierra la puerta, doy un gran suspiro de alivio. _Directo al London Hill Bernard. _Como usted ordene Sr Warren. Lo veo desajustar su corbata y mira hacia la ventana ignorándome. Durante todo el camino, no dijo nada, parecía una piedra con ojos aturdidos, enojados, ¿Pero y yo que? Aún puedo sentir el sabor de sus labios en los mios y fue totalmente desagradable. Llegamos y él sale primero, habla con una mujer y después se va quien sabe a dónde. Ay no, olvidé decirle algunas cosas, ya será después. _Srta Sunnak, soy Margot, la ama de llave de la familia Warren, y estaré a su servicio. No escuché su presentación, solo atiné a ver mi nueva habitación. Era grande y espaciosa, con una cama de dos plazas y un balcon con una vista privilegiada. _¿Srta Sunnak? Porfavor, póngame atención, esta es la mansión privada del Sr Mauro y ahora usted como su esposa, debe cumplir con ciertos deberes. _Sí, sí Margot. Lo siento, es que esta mansión es maravillosa, se nota que los Warren si son de dinero. _Srta porfavor, no cuento con mucho tiempo, en unas horas, el Sr Mauro debe venir y usted ya debe estar lista. _¿Lista?¿Para que? _Pues para su primera noche de bodas juntos, es lo mas normal. _¿C-como?¿Te refieres a ... Ella asiente y toda mi admiracion por la casa se derrumba. Yo pensé que no se atrevería a eso, despues de todo y ni nos conocemos. _No, ni hablar. ¿Quieres que tengamos sexo solo por habernos casado? _Eso es lo normal Srta. Ahora permítame, le ayudo a quitarle el vestido para que se ponga esta ropa mas suelta. _¡No! Digo, ¿No seria mejor que él me lo quitara? Ella sonrie.-De acuerdo, pero al menos déjeme cepillar su cabello. Y eso hace. Me quita este incomodo peinado y suelta mi cabello, lo cepilla y mientras lo hace, analizo la habitacion. Hay una botella de champagne, dos copas, unos bocaditos y una mesa al lado con un mantel que lo cubre hasta el suelo. _Listo Srta Sunnak, mucha suerte y esperemos tener pronto un futuro heredero. En sus sueños. Apenas sale, busco algo con que defenderme. No iba a entregar mi virginidad a una bestia que ni siquiera conocia ni el nombre.¿Como se llamaba? Casi dos horas después de pensar en como defenderme y escapar de esta prisión, escucho el sonido de la puerta y mi cuerpo se sobresalta. Tomo la botella de champagne y me escondo debajo de la mesa. Es él, debe ser. Siento sus pisadas y parte de mi vestido aún está expuesto. _¿Asi que ahora te gusta esconderte debajo de la mesa? Que patética eres. Solo vine a decirte que no estás calificada para pertenecer a la prestigiosa familia de los Warren, si este matrimonio ocurrió, fue solo para salvaguardar el buen nombre de mi familia ante la sociedad, que te quede claro -¿Que dijo? Parece algo tomado.-Ese maldito Sunnak, si que fue un zorro astuto que supo convencer a mi abuelo para salvaguardar sus interés y su futuro, y tú eres igual al él. Si supiera que mi padre me amenazó no diría esto, él no sabe por todo el sufrimiento que yo he pasado. ¡Cómo se atreve! _Tu, no eres más que un peón que necesito en este juego niña, recuerda esto. Solo necesito algo de tí y lo voy a obtener a la fuerza si es necesario, ¿Me oíste? y ya que tanto te gusta jugar a las escondidas, veamos si duras hasta mañana. Escucho que la puerta se cierra.¿Eso fue una amenaza o que? Salgo a rastras de debajo de la mesa. Pero que tipo tan odioso y detestable.¡Es un ogro miserable! Voy al armario y busco algo de ropa, una que me haga sentir cómoda. Encuentro un polo y un shorts, supongo que esto es mejor a este vestido blanco que con solo verlo me causa dolor de cabeza. ¡Rayos! No es tan fácil quitarse esto. No sé cuánto duro, me lo quito y quedo en ropa interior. ¿Ahora dónde dejé ese polo? Doy unos pasos pensando que se cayó al lado de la cama y si está. Me agacho hasta que siento unas manos empujarme. ¡Pero que diablos! Es él, el ogro. Parece algo tomado, sus ojos rojos son la prueba de ello. _¿Tu?¿Pero en qué momento entraste? No dice nada, me mira como un toro apunto de atacar al enemigo que tiene al frente. _¡No!.-Intenté alejarme, pero él tenía más fuerza que yo, como luchar contra una bestia que parecía apunto de embestirme y fuera de sí. Quise alejarme pero su mano hizo que cayera de nuevo a la cama mientras él se quitaba la camisa frente a mis ojos mostrándome ese pecho marcado de seguro por una buena rutina de ejercicios. _¿Q-que crees que estás haciendo?¡No te atrevas!.-Le advierto pero no me escucha. Aprisiona mis muñecas con fuerza mientras sus labios pasan por mi cuello y después bajan a clavícula.-Por favor detente. Sentía miedo, mucho miedo al sentir el cuerpo de este hombre encima mío, sus labios recorrer mi cuerpo y mis fuerzas abandonándome, era extraño, mi cuerpo reaccionaba al placer más que al miedo. _E-Eres un violador, un maldito violador, ¡Te odio! Apenas dije eso, se detuvo, levantó su rostro lleno de ira y miró mi cuerpo con detenimiento. Esta puede ser mi oportunidad, y la aproveché. Le lancé una sábana para nublar su visión y lo empuje. Corrí hacia las duchas, pero él me siguió enseguida y cogió del brazo a la fuerza. _¡¿Adónde crees que vas?!¡Eres mi esposa y debes cumplir con tus obligaciones! _¡Estás borracho! No sabes ni lo que dices. _¡Así?¡¿Eso crees?! Podía notar que en cualquier momento su paciencia rebalsaría y ya no podría detenerlo.¿Y ahora que? Tomé la regadera de la ducha, la prendí a duras penas y se la lancé. El agua salió a montones mojándolo, daba risa como se defendía ya que no estaba en sus cabales. _¡Apaga eso!¡Eres una... _¡Esto es para que no vuelvas a tocarme nunca más en tu vida! ¡Degenerado! Para que vea con quién se mete. _¿Sr Warren todo está bien?.-Alguien de pronto tocó la puerta, esa era Margot y mi posible salvación. Quise correr pero él con todas sus fuerzas, me tomo por la cintura y me apegó a su cuerpo mojado y me tapo la boca. _Será mejor que te calles, ni se te ocurra gritar, mi abuelo también está en la mansión y cree que estamos pasando la más bonita noche de bodas. No lo escuché, intenté zafarse con todas mis fuerzas, pero su fuerza era más que la mía. _Escúchame niña, no pienso tocarte, tu ganas. ¿Que dijo? El sonido de la puerta dejó de insistir pero él seguía apegado a mí, era incómodo ya que podía sentir su cuerpo mojado y su virilidad rozándome. _Mantén silencio al menos hasta que ellos se vayan, así que deja de ponerte a la defensiva.-Deja de taparme la boca y porfin puedo respirar, pero ni tanto, me faltaba el aire al sentirlo. _¡Suéltame! Suéltame. _Deja de gritar niña, ¿O realmente quieres que te haga mujer ahora mismo? Me callé, ya ni con agua se detendría. _Asi está mejor. ¿Mejor? Me tenía sujetada por la cintura, apegada a su cuerpo y él parecía no querer apartarse.¡Porque! Creo que estuvimos así por varios minutos, recorriendo el agua nuestros cuerpos y sus manos posadas en mí. _Escucha esto niña. Por hoy lo dejaré pasar, pero llegará el momento en el que no podrás huir y tendrás que cumplir con tu rol de esposa. Cierto, había olvidado lo que su abuelo quería de mí. Un heredero que siga el linaje de su familia, de sus proyectos de vida, y yo, solo sería la mujer que le daría ese hijo para después quitármelo, pues se equivoca si cree que me puede utilizar, se equivoca, claro que se equivoca, pero entonces, ¿Porque mi cuerpo se sentía excitado al solo tacto de su cuerpo al mío?¿Porque?
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