Narrador
La mañana siguiente después de esa noche fue extraña, Ana trataba de que todo pareciera normal y la verdad ante la vista de los demás lo lograba, pero Isak no podía dejar de pensar en lo que paso en ese error que el debí para y no pudo.
Mientras era chequeo para que al fin sea ingresado, su gran amiga Ita y Ana estaban allí.
El doctor dio las indicaciones del después debería estar unos cuantos días con los ojos vendados bajo cuidado sin estrés todo era perjudicial para Isak.
El médico se marcha y quedan ellos tres en la habitación su amiga se cerca a él para dejarle un abrazo y decirle lo valiente que es.
—Los veré luego Ana iré para la cafetería, pediré unos cafés, te veo allí ok.—
—Gracias Ita ya voy.—ella sale de la habitación quedando ellos sola Ana no sabiendo que decir
