Ana Estoy a un lado de su cama tomando su mano tratando de no llorar. Pero es casi imposibles, él no despierta y esta angustia me va a matar. —Ana, la mamá y el papa de Isak están llegando.— —Pero él no quería que ellos...—le suelto la mano y me levanto. —Con que él quería o no ya no está ni en tus manos ni en las mías.— —No se, lo siento es que el médico dice que esperemos, pero algo anda mal lo se.— —Si lo se por eso los llame, ahora reponte que no está bien, que te vean tan afectada y cundo él despierte resolverán su situación.— Voy al baño me lavo la cara de verdad estoy hinchada se nota más de la cuenta que no soy solo alguien que la cuida. Ahora estas mariposas que están por salirse de mi estómago no dismulan lo que siento. Y les digo, es verdad la teoría de que únicamente