Laura un poco apenada por lo sucedido decide llamar a su arquitecto, pedirle una disculpa pues la manera en que se comportó Alejandro con él dejó mucho que decir, nerviosa marca su número dos, tres timbrazos y nada, maldice no le gusta para nada sentirse de esa manera, parece una adolescente a su edad, está por colgar cuando la voz grave y sensual de Max le contesta.
-¿Bueno? - del otro lado de la línea él se pone el teléfono en la oreja y mira algunos planos - ¿si? - impaciente y apuntó de colgar escucha un suspiro.
-Hola - nerviosa le contesta - ¿Cómo estás? Soy Laura Ibáñez - se muerde un dedo y juguetea con una receta.
-¿Bien y tú? - se detiene y sonríe - Estaba pensándote justamente - por algún motivo que desconoce siente la necesidad de mostrarse más varonil sin siquiera tenerla cerca.
-Bien, me pasa igual - se ríe - me gustaría invitarte a tomar un café - habla rápido - quisiera disculparme por lo grosero de Alejandro, no entiendo porque es así - niega con la cabeza - nos divorciamos hace años y está casado - explica suspirando - entiendo si no puedes.
-Por supuesto que puedo - suena un tanto urgido para no perder la oportunidad - Laura ¿tú crees qué tal vez tengamos alguna oportunidad? - inquiere mientras maldice ser tan estúpido y no tener coraje de decirle las cosas viéndola.
-Claro, ¿Por qué no? - escucha la carcajada de Alejandro - somos un par de adultos que saben lo que quieren - suena entusiasmada - sería lindo poder darnos la oportunidad de conocernos - la morena siente algo que hacia mucho no sentía y le gusta.
-Oh, es tan maravilloso - jadea feliz - ¿Cuándo quieres que nos veamos?.
-Podría ser mañana, ¿Qué dices? - piensa como frenar a Alejandro y hacer que la deje en paz.
-Perfecto Laura entonces será mañana, estaré ansioso - ella suspira jugueteando con su cabello.
-Adiós Alejandro, te espero mañana en mi casa a eso de las 18 horas - él sonríe del otro lado de la línea.
-Adiós Laura - cuelgan.
-¿Y esa sonrisa? - inquiere Carla la hija de Max, hija de su primer matrimonio - ¿Qué pasa papi?. Hace rato no te veía tan animado, no después de lo que te hizo la mala p...
-No hables así de ella - la corta dirigiéndole una sonrisa encantadora - hija dejemos el asunto de ella en paz, realmente quiero dejar de pensar y darle poder a ella - la joven asiente - vamos qué hay que hacer la compra ya estoy harto de comer domicilios - ella se ríe.
-¿No me quieres contar sobre la mujer que te llamo y te dejo suspirando? - lo toma del brazo y le da un beso en la mejilla - prometo ser comprensiva...
-Carla, Carla - canturrea ese nombre - Me tienes loco, hija hay cosas que es mejor no decir - se ríe - solo te diré que es una mujer encantadora como pocas, y estamos en la misma condición... nuestras parejas nos dejaron por alguien más - revisa los ingredientes que tiene en la nevera - tiene tres hijos pero vive sola.
-Comprendo - asiente mientras sirve jugo para ambos - tal vez sea una persona correcta y ambos se puedan ayudar a superar todo lo que causa la infidelidad y demás.
Mientras tanto...
-¿Qué haces aquí? - inquiere sorprendida al encontrarse a Alejandro con su actitud posesiva.
-Vamos Lau, no seas tan dura - intenta tocarla - somos un par de adultos que disfrutan del buen sexo - ella se aleja - solo va a pasar lo que queremos y deseamos tanto.
-Yo no te quiero - se muestra fría - solo fue un error, mira tú estás casado no me interesas y ya está bueno de jugar a los amantes, estoy muy vieja para saber que es lo que no quiero y créeme no quiero ser una Tatiana, no estoy interesada... antes me dolió y estuve dispuesta a perdonar tu infidelidad, por Dios me dejaste sola con tres hijos para terminar de criar y todo por seguir tu aventura - se altera - No, no me toques no quiero esto, no quiero sentirme así y tampoco quiero herir a mis hijos.
-Pero Laura somos perfectos, está mejor ahora todo que antes siento que nos llevamos mejor.
-Claro porque ya no soy tu esposa, ya no me llevo esa parte, cuando te conocí creí que siempre estaríamos juntos, era muy soñador pero así lo quería, sentí que todo iba por ese camino después del nacimiento de Mariana - se sienta - creí que todo sería conforme lo planeamos, lo queríamos y luego me entero de tu relación de años con Tatiana - se encoge de hombros - me dejaste y no te importo - Alejandro se sienta frente a ella - ya no importa, solo déjame en paz y se feliz con lo que tienes en tu casa, no me busques más.
-¿Estas segura? - habla en un hilo de voz - Como quieras, yo no le ruego a nadie, después vendrás a mi...
-Lo dudo - se ríe amargamente pensando en Max y lo que podría salir de ahí - Eres la peor apuesta de cualquier mujer - susurra dejando a Alejandro de mal humor.
-¿Tienes a alguien verdad? - se enfurece - por eso ya no quieres nada conmigo.
-Piensa lo que quieras, no tengo porque darte explicaciones te recuerdo que no somos nada, que tus derecho los perdiste el día que me dejaste... ahora soy una mujer libre, y capaz de despertar pasiones y amor en otros hombres.
-Espero que no te decepciones - se levanta - Adiós, no volveré a molestarte.
Laura lo ve irse, era lo mejor ni siquiera lo ama y solo se estaban haciendo daño, ansiosa se pone a hacer helado e incapaz de quedarse sin hacer nada le manda un mensaje a Max.
"¿Cómo estás?. Me gustaría preguntarte digo, sino es mucha molestia qué tipo de comida te gusta? Sabes que voy a cocinar y quisiera mimarte, eres mi invitado..." - 19:23 hrs.
Nerviosa lee el mensaje y lo re lee, no quiere ser cansona y menos buscona, pero en verdad siente que le gusta el hombre de los ojos verdes, suspira y le da enviar, con el corazón acelerado.
Continuará...