Laura en su casa ve irse a Max sonríe empezando a tener la certeza de que es hombre maravilloso como una adolescente se queda en la puerta hasta verlo irse pero su rostro se desfigura al ver a Alejandro mirándola con cara acusadora, se lleva una mano a la cien para masajearla contando hasta 10, intentando ser razonable y no golpearlo por comportarse así con ella. -Así que por ese - habla con desprecio - ya no quieres nada conmigo - la acusa. -Cállate quieres - entra cerrando la puerta de mala gana y Alejandro tras ella resopla - lo que haga o no con mi vida es asunto mío quiero recordarte que soy una mujer libre para hacer lo que quiera, entonces no vengas a comportarte como algo que no puedes no tienes moral ni derecho para entrometerte en mi vida... no olvides que solo eres él padre de