Cuando volvieron a la sala todos se quedaron en silencio, esperando a que John se volviera a sentar en su lugar con Sam acomodado sobre su regazo otra vez. —Lamento la interrupción. —Está bien, Jefe —pronunció Ian comprendiendo al hombre—. Cualquiera de nosotros hubiésemos reaccionado de esa forma si Murphy estuviera detrás de nuestras parejas. —¿Tienen pareja? —pregunto Sam, curioso. —El único afortunado, además de nuestro jefe, es Rosh —respondió Chuck sin dejar de sonreír. —Pero estamos seguros de que algún día encontraremos a nuestras parejas —anunció Milo, seguro. Creek se quedó en silencio, prefiriendo guardar silencio al respecto. No quería perder sus genitales después de todo. —Bien, sigamos entonces —anunció John. —Pensamos que si Murphy está detrás de su pareja, jefe, es