Cuatro hombres observaban curioso a un pelirosa pastel que estaba presente en la habitación. —Milo, Chuck, Ian y Rosh —pronunció John con voz firme—. Les presento a mi pareja, Sam —anunció sentándose en la silla colocada en la cabecera de la mesa rectangular. Cuando se sentó, invitó a los demás a hacer lo mismo mientras alzaba su mano llamando a Sam que había retrocedido hasta recargar su espalda en la pared. Encogiéndose de hombros, el pequeño pelirosa camino hasta su pareja, tomando su mano. John sonrió y le jalo para sentarlo en su regazo. Sammy no sabía que había estado tenso hasta que se recargó en el cuerpo de su pareja. Suspiro aliviado sin importarle los demás y se acomodó más cerca, recargando su cabeza en el hombro del alfa para poder observar a los hombres que trabajaban par