Bridget Harrison observó como su esposo, el hombre del que se había enamorado se deshacía de ella sin darle aunque sea una mirada. Está mantuvo la frente en alto, ya que quedaría como una tonta si le diera el placer de verla destrozada.
Cuando su ahora ex esposo salió de la casa, la mujer rubia se quedó observando el papel que acababa de firmar.
Andrew Stevenson, el hombre al cual había dedicado tres años de su vida, se había desentendido de ella en un solo suspiro. La mujer pestaño, alejando las lágrimas que amenazaban por derrumbarla. No quería llorar. No por el.
Se había pasado estos tres años tratando de obtener el afecto de su esposo, soportando todo, los desplantes de su suegra y el anonimato, solo porque se había enamorado del hombre que le acababa de destrozar el corazón.
Bridget alcanzo lentamente el papel con sus manos temblorosas, tratando de procesar lo que había pasado.
Está respiró hondo sintiendo como se le formaba un nudo en la garganta, todo su cuerpo estaba temblando. Tenía una mezcla de emociones dentro de si que no sabía cómo gestionar.
Con la misma lentitud, se llevó la mano izquierda al vientre plano, que durante estos tres años había intentado llenar con un hijo para Andrew, recordando así que ese había sido el principal motivo de su separación.
No había podido quedar embarazada.
Una risa extraña, empezó a salir de los labios de la rubia. Lentamente las carcajadas fueron tomando forma de jadeos e hipidos estrangulados, hasta convertirse en un llanto descontrolado.
Se acababa de divorciar.
*
Andrew Stevenson observó la cara indiferente de su mujer, mientras le informaba su deseo de terminar su matrimonio.
Una extraña sensación se instaló en su pecho, al no ver la reacción que esperaba. Bridget siempre había sido muy expresiva y habladora. De alguna manera intentaría cambiar la situación a su conveniencia, por lo que había acudido preparado para tener una charla extendida, sin embargo, se había llevado una sorpresa.
Luego de que silenciosamente, está se convirtiera oficialmente en su ex esposa, Andrew se levantó del asiento, dejando atrás a la mujer con el que había gastado tres años de su vida y de la casa que había Sido testigo.
Este se marchó sin darle una segunda mirada, ya que había obtenido lo que quería.
El divorcio.
Este se montó en su auto, con una expresión indiferente.
Mientras que para Bridget se había significado el final de su vida, para Andrew solo era un día más.
Sin embargo, ahora que Bridget es finalmente libre, la noticia de su divorcio despierta el interés de una persona inesperada