—BRAIS— Cuando sentí que la presencia de Lucero desapareció, al menos tuve un poco de alivio de que ya no sentía dolor, la loba tardó un poco mas en salir que la primera vez, tal vez porque Arti la estaba oprimiendo, porque cuando dijeron “¡Atrápala!” No se referían a Lucera, era a la loba. Sentí el dolor de Apolo y aflojé el cuello de Arti, a pesar de eso, incluso si tuviera que atacarla, lo haría, él o cualquiera de la manada. A diferencia del resto de la manada, Arti estaba prácticamente bajo orden directa del consejo, eso no era algo que yo pudiera cambiar con facilidad. La tiré al suelo y corrí hacia la loba, dando ordenes a Fabián de que controlara a Arti, sus patas la acorralaron y sus colmillos estaban cerca de su cara. Me sujeté al cuello de la loba, toda su ira me nublaba l