Los orígenes de Logan

2049 Words
Sintiéndose predispuesta, Chloe llegó a su casa y se fue directo a la cocina por un vaso con agua. Necesitaba algo que le quitara la resequedad de su garganta. Como si tuviera atravesado algo que le impidiera decir algo que ni ella sabe qué pudiera ser, sintió una pared de cemento en toda la faringe. Se sintió mal. Hasta la respiración se le vio afectada. No estaba preparada para afrontar una situación comprometedora con George. Se sintió impotente al ver lo verdaderamente irónica que era la vida, y como se le daba por jugar con ella como se le diera la gana. Tantos años sola con Nahel, sin pensar siquiera en verse con otro hombre, padeciendo la ausencia de George, revolcándose el dolor del fracaso en el que terminó su vida porque hasta tuvo que abandonar el ejercicio de su profesión y recomenzar en todos los aspectos, como si hubiera vuelto a nacer, para que precisamente en el momento justo que toma acción y ve florecer la vida y alejarse la oscuridad en la que vio sumidos sus sueños y todos los días que solo tenían mediana claridad por la presencia de Nahel en ella, ahora la misma vida la pusiera en riesgo. Se sintió amenazada y en riesgo de ver caer la estabilidad que estaba ganando. Por breves instantes sintió que su mundo era un caos, se desesperó, sufrió y hasta una fatiga inexplicable la atacó. Tomó asiento en una de las butacas de la isla, se tomó el agua que se había servido y agarrándose del borde de la superficie de la isla, luego de haber dejado el vaso vacío frente a ella, tomó varias respiraciones profundas y cerró los ojos para darse la tranquilidad que estaba necesitando. Solo así fue que logró comenzar a razonar. Abrió los ojos y aceptó que su reacción fue un tanto exagerada, nadie de su pasado pudo haber advertido su presencia en toda la manzana donde se instaló todo un sistema de seguridad para la protección de George y su equipo, el miedo la ayudó, no se bajó de su auto, y reconoce que al temer encontrarse con cualquiera de ellos, sobre todo con Anne de Gautier y el mismo George, huyó de algo que en realidad no sabía de su presencia allí. —Ya, debes controlarte —se dijo a sí misma en voz alta—. Nadie sabe de ti en este lugar. Apenas se dijo eso, como castigo por haber sido tan dramática, una punzada de dolor martilló en su cabeza, lo cual fue la prueba del estrés que esa situación le causó. Tuvo que incorporarse de la butaca para ir a buscar un analgésico porque el malestar fue brutal. Como si Travor hubiera previsto que de verdad estaría mal a la llegada de él y Nahel, Chloe tuvo que recostarse en el sofá mientras ellos llegaban. —Mami, llegamos —escuchó la voz de Nahel y tuvo que abrir los ojos. —Cielo, ¿Cómo te sientes? —le inquirió Travor desde la distancia. —Con algo de malestar aún —respondió—. Ya me paro para servirles. Dado que recién un cuarto de hora atrás se había tomado el comprimido, éste no le había hecho efecto para cuando ellos llegaron, y al intentar incorporarse del sofá el dolor de cabeza le molestó, tuvo que volver a recostar la cabeza en el cojín. —Ya, deja eso, quédate allí, yo sirvo —le dijo Travor al ver la expresión de su rostro. Chloe cerró los ojos y se sorprendió del efecto que le causó solo la sensación de ser descubierta, porque en realidad fue eso, se dejó engañar y hasta persuadir de manera negativa por el solo hecho de ver a los empleados de George, y eso le generó la sensación de pánico que ya Anne de Gautier había sembrado en ella, la posibilidad de que vuelva a inventarse cualquier otro hecho aterrador y que pudier hundir a su familia sino también a ella, y el miedo que además sin querer ella misma se encargó de alimentar por el temor que guardó dentro de sí ante la amenaza de que George pudiera conocer su pasado, recibir un rechazo abierto de su parte aún sigue siendo importante para ella. Reconoce que se agobió sin mayor razón, no había riesgo, nadie más que Travor y Nahel estaban pendiente de su existencia; para el mundo, representado por la comunidad del condado de Montana, ella aparentemente no existía. Con esa experiencia le quedó claro que no había superado a George, fue consciente que aun él ocupaba un lugar importante en su vida. —Toma esto —escuchó la voz de Travor por lo que tuvo que abrir los ojos. Al enfocar bien la mirada se dio cuenta que le estaba ofreciendo una taza con algo humeante. Lo miró con cierta curiosidad. —Es un té, ¿te tomaste algún comprimido? —preguntó él con preocupación. —Sí —dijo ella e intentó incorporarse. Travor después de dejar la taza sobre la mesa de centro, la ayudó, y solo así, luego de dedicarse a cuidar que ella quedara cómoda, le entregó la taza con el té. —¿Y Nah? —le preguntó —Lo subí a su habitación para que desayunara viendo dibujos animados, no quise ponerloa quí para que el ruid no te pertrubara —le dijo en un tono de voz bastante suave. Chloe de solo escucharlo y ver la expresión de su rostro sintió remordimiento. No era justo que él estuviera demostrándole tanta dedicación y amor, y ella con solo imaginarse la presencia de George cerca se desdoble de esa manera al punto de ver comprometida su salud. Se sintió mal con Travor. Sin poder mirarlo a los ojos y sin poder dejar de sentirse culpable, Chloe solo desplegó una sonrisa forzada y se llevó el borde de la taza a los labios. Se reprochó por haber sido tan débil. Sintió rabia consigo misma por permitir que los Gautier pudieran dominarla aún sin tenerlos cerca. —Toma un poco, te traje un sándwich ligero, deberías comer una porción. El no comer también te puede descompensar. —Le sugirió Travor con ternura—. Anda, come algo y así podré irme a trabajar sin temor de dejarte sola con el malestar. Accedió con un movimiento de cabeza, adoró la dedicación que Travor le estaba dando con un simple dolor de cabeza. Uno que había fingido, y que, cree ella por castigo, terminó padeciendo para que dejara de actuar de esa manera. No era posible que aun en la distancia los Gautier pudieran hacerle tanto daño. En ese mismo momento, metido de lleno en el meeting, George inconscientemente buscó entre la multitud el rostro del niño que Rush le había información que se parecía a Logan. No lo encontró y era lógico, entre tantas personas que había alrededor era casi imposible poder ver el rostro de una personita tan pequeña como Logan. Acabando su exposición, no dudó en despedirse de inmediato y bajar del espacio que se dispuso para ello. Sin mirar atrás avanzó en la dirección que le indicaron los escoltas hasta que llegó a la camioneta, ni se molestó en detenerse a saludar de manera directa a las personas que se agolparon alrededor por tener un contacto directo con él. —¿Pudiste ubicar algo de información? —le pregunto a Rush. —No señor, tengo que tratar de ubicar es al hombre uniformado, obviamente él es el punto de partida, estuve revisando entre los presentes y no vi ninguno parecido a él ni al niño, hasta ahora no tengo ninguna referencia, y creo que por ubicar al hombre es que debo comenzar —le informó el escolta—. Si me autoriza viajaré hasta aquí esta misma semana. —¡Perfecto! —expresó George—. Organiza todo para dejar organizada la seguridad y me notificas el día, y quienes quedaran al mando y la distribución de la misma. Solo tú debes tener conocimiento de este asunto —agregó enfático. —Pierda cuidado, sé que es algo delicado —expresó el escolta—. Cuente con mi discreción. Habiendo llegado a ese acuerdo, George abordó la camioneta y se relegó a su espacio. Se sintió agotado pese a que no hizo mayor esfuerzo ese día. No sabía si por el peso de las actividades de los últimos días o su estado de ánimo, pero se estaba sintiendo algo apático, y eso era algo no muy común en él si de su trabajo se trataba. Hasta ahora ese era el único medio de escape que había encontrado a la realidad tan sombría que lo rodeaba. Se fue directo al despacho presidencial, ya tenía acuesta el reproche que tal vez Nadia le haría por haber materializado la decisión de no llevarla a las giras de las campañas. No estaba dispuesto a llevar una discusión por algo que él estimaba que no tenía sentido, y más cuando el hijo de manos estaba pasando por una situación que ameritan atención de ambos o si quieres de uno de los dos, y como quiera que él no podría estar la mayor parte el tiempo, George esperaba que Nadia, quien le impuso el convertirse en padre, fuera quien mostrará mayor interés por la situación de Logan. Aunque no estaba del todo convencido de su situación, había comenzado a pensar que Nadia no tenía esa disposición de actuar como una verdadera madre, y es algo que comenzaba a preocuparle. Aunado a ello, el que Rush se haya topado con ese niño era un indicio que no podía descartar, la posibilidad de que Logan tuviera un hermano gemelo era algo que no podía ignorar. Todo eso alertó a su curiosidad, y lo llevó a una duda constante que terminó materializando al llegar esa noche a la casa presidencial. —¿Puedes decirme algo sin rodeos? —le inquirió al encontrarla en la sala de té. —Buenas noches, amor —le respondió Nadia—. Veo que no te fue bien en la campaña, esa forma de saludar no es propia de ti —observó Nadia mirándolo con una ceja arqueada. —Me fue perfecto, sabes que siempre me va bien —adujo tajante—. ¿Sabes de dónde son los padres biológicos de Logan? —preguntó sin mayor detalle. Esa pregunta desencajó a Nadia, ella que venía de estar tan relajada sin problema aparente pese a tener la situación familiar con Logan, y que ella consideraba que no daba para tomar medidas tan extremas como la que George decidió de no incluirla en las giras por considerar que Logan requería de su compañía y atención, no esperaba que George le hiciera esa pregunta. Había imaginado que el tema de los orígenes de Logan había quedado zanjado en el pasado. —Es una información que ni siquiera yo manejo —le mintió, pero como se había hecho experta en actuar, no tuvo reparo en fingir una expresión de total desconocimiento—. ¿Por qué quieres saber eso después de tanto tiempo? —Solo curiosidad, me puse a pensar que tal vez el problema de Logan se deba a sus orígenes —adujo en tranquilidad. —No creo que sea para tanto, lo de Logan solo es ganas de llamar la atención, no te distraigas con cosas que no son importante, enfócate en la campaña que es lo que realmente importa en este momento —le dijo Nadia buscando distraerlo del tema que llamó su atención. —Logan nunca será una pérdida de tiempo si es lo que quieres dar a entender, es nuestro hijo, biológico o no, debería ser nuestra prioridad —advirtió—. Su salud es importante, y si para ello debemos sacrificar ciertas áreas de nuestra vida, entonces trabajemos en ello, me llamó la atención saber porque el tema de la falta de atención es algo preocupante, y no entiendo porque cayó en eso si se supone que tu como madre siempres estás ahí con él, entonces si no somos nosotros es porque internamente algo está sucediendo con él. Me hubiere ajustado saber quienes son sus padres biológicos y qué tan sanos eran cuando lo concibieron. El razonamiento de George llamó profundamente la atención de Nadia, y quedó impactada.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD