Lorena barrió a Sasha con la mirada y después Cristian recogió el libro de Lorena. —¿Nos vamos? —preguntó Cristian a Lorena. —Sí, claro —le sonrió. Los jóvenes se alejaron del grupo de chicas que, al parecer, no quedaron muy emocionadas. Al llegar al salón, Lorena soltó la mano de Cristian y llevó las manos a su cabeza. —¡Realmente tienes malos gustos con las mujeres, en serio! —soltó y volteó a ver a Cristian. Se encontró con la grata sorpresa de verlo sonreír, se veía muy lindo y eso hizo que el corazón de Lorena diera un salto. —Es por esa misma razón que quiero tenerla lejos —confesó Cristian—, ¿qué te estaba diciendo? —Lo que siempre dicen las chicas como ellas, no tiene importancia. Sé que algún día la realidad se estrellará en su cara, va a quedar deforme —dijo Lorena