Lorena llegó a su casa y se encerró en su cuarto, se tiró de espaldas en la cama mientras tenía su mirada fija en el techo pálido y blanco. “¿Te gusta?” recordó las palabras de Miguel. Estaba segura que no le atraía Cristian, sin embargo, no dejaba de pensar en lo que había sucedido en el salón. Era la segunda vez que Cristian la besaba frente a todos los estudiantes. Ahora todos estaban seguros de que eran novios. Aquel trato absurdo le comenzaba a pasar cuenta y no le agradaba lo caro que era. —¿Qué hacen aquí? —preguntó Cristian mientras salía de la piscina. —Faltaste al examen de química —dijo Camilo. —Qué idiotez, ¿para eso vinieron? —inquirió Cristian con rostro aburrido—, ¿desde cuándo eres tan estudioso? —No venimos por eso —habló Laura—. Fue iniciativa mía venir; nece