Se notaba que todos estaban conmocionados con lo que acababa de confesar Laura y el rostro pálido de Marc lo delataba. —¡Qué mierda! —soltó Miguel enfadado, volteó a ver a Laura—, ¡deja de decir mentiras! —Cierto, Laura, con esas cosas no se juega —dijo Cristian con tono aburrido—. Dejen de gritar, por favor. Marc tragó en seco y después relajó sus hombros entumecidos. —Seguramente viste mal —intentó desplegar una sonrisa—. Sí me besé con un chico, pero obviamente no fue con ese idiota, ¿crees que caería tan bajo? Lorena soltó una carcajada y puso una mano en el hombro de Marc (se encontraba a su izquierda). —Obvio que no caerías tan bajo, Marc —Lorena volteó a ver a Miguel—. Eres demasiado para ese. Miguel respingó las cejas y mostró una sonrisa retorcida. —Si algún día de