Rykeer. El solo movimiento de sentarme detrás del volante supone un esfuerzo sobrehumano para mi cuerpo en este estado. Apenas puedo moverme. A decir verdad, me duele absolutamente todo, pero no por eso me detengo. Estoy sudando. Afuera no está haciendo calor ni el ambiente sofocado así que lo adhiero a la reciente operación a la que me sometí. En mi móvil, coloco el rastreador para ver dónde se está quedando Jenna pues sé que no ha regresado a la ciudad. De haberlo hecho al menos la alarma de casa que también tengo en el móvil habría sonado, pero no lo hizo. No me sorprende saber segundos luego que está quedándose en un hotel cinco estrellas a más de veinte minutos de distancia del hospital. A pesar de que quisiera quedarme en mi cama, descansando pues sé que tengo mucho trabajo p