Rachel.
Con las sensaciones atoradas en el centro de la garganta durante horas, mi madre aprovecha que Ryan se durmió para llenarme la cabeza sobre procesos legales que podríamos comenzar, pero la verdad es que no tengo ni dos neuronas trabajando en eso.
Estoy cansada. Tengo derecho a estarlo y creo que merezco aunque sean unas horas libres de cualquier drama después de todo. Tengo demasiado en mente como para tener que preocuparme también de lo que Rykeer o la loca de su esposa planean hacer, así que sinceramente no estoy escuchando nada de lo que dice mi madre. Lo que la molesta demasiado.
—¿Cómo puedes estar tan tranquila? ¡Ese hombre va a destruir tu vida!—dice alterada.
—Mamá, por favor.
—¿Por favor qué? A él deberías estar rogándole, más bien a su esposa. Ruégale y dile que al
