Abrió lentamente las pupilas ... de las primeras cosas que tuvieron que hacer en la mañana era tomar sus pastillas, odiaba los fármacos, odiaba esa amarga sensación en su boca después de ingerirlos, le daban miedo, porque comenzaban a gustarle, al principio era difícil tomarlos ... ahora los bebía como golosinas. En su corazón sufrió una carga muy grande, odiaba no poder apagar sus pensamientos, esa extraña sensación de culpa que la acosaba constantemente. Neil, en ese momento era su cómplice y se seleccionó bien por ello. Muchas cosas venían y tenían que tomar decisiones, no quería herir a nadie pero al parecer eso ya era imposible de remediar. Iba a herir mucha gente y tenía que afrontarlo. Tenía ganas de decirlo ... pero ... ¿Debía hacerlo? El cumpleaños de Devon se acercaba, siempre