Me quité el vestido, el cual para empezar jamás debí ponerme. Lo metí de nuevo a la caja de donde lo saqué. Me puse la pijama y me recosté en la cómoda cama.
Me siento muy triste. Siempre fue difícil para mí, admitir que, Devon jamás me querría, pero era aún más difícil, verlo encontrarse con su amor de juventud.
Cerré los ojos, ya no quería pensar en nada.
Poco a poco comencé a inmiscuirme en un profundo sueño. Comencé a sentir una suave brisa ...
Estaba soñando.
El viento soplaba revolviéndome los cabellos y llevándose su suave fragancia hizo otra parte muy lejos de mí, era un viento familiar un viento ... como el de las tardes de abril.
¡Cómo amo ese mes! Y no es solo por el clima, amo las tibias tardes de abril porque en una de ellas ... me había enamorado de él.
Y ahí estaba yo
