Se cambió la pijama, por un ligero vestido y entonces, bajó para encontrarse con Gilbert en el comedor del desayuno.
–Señorita Collins –dijo un hombrecillo que la perseguía por los pasillos del hotel.
–¿Sí? –exclamó, al dirigirle la mirada.
–Me pidió el señor Andrews que, le entregara esto –expresó al extenderle un papel.
–Gracias –contestó al tomarlo, con las mismas, el joven se marchó.
Holly se quedó parada en el pasillo y abrió el papel para leer su contenido:
Holly
Discúlpame por no avisarte, tuve que salir con urgencia para arreglar unos negocios que me encargó mi padre de momento. No tuve el valor de despertarte para decírtelo, espero encuentres con que entretenerte, no tienes ni idea de cómo me duele abandonarte, pero no me quedó remedio, lo siento, nos vemos en la cena.
Att
