CAPÍTULO IV EL Marqués llegó a buscar a Loretta a las ocho en punto. Aunque tenía la sensación de que se estaba comportando como una tonta, se sentía muy emocionada por la idea de que él la iba a llevar a cenar. Cuando Ingrid se enteró de la invitación, exclamó: –Observé que se mostraba muy atento contigo durante el almuerzo, pero, ¿será conveniente que sigas con esta farsa? Después de todo, has logrado lo que te proponías: lo has visto y sabes cómo es. ¿No es suficiente eso? Loretta comprendió, mientras Ingrid hablaba, que su prima parecía estar muy temerosa. Después de haber visto al Marqués, entendía mucho mejor sus temores y sabía por qué Ingrid se mostraba tan preocupada por ella. Durante el almuerzo había estado sentada, como la única dama presente además de Ingrid, a la derecha