Ingrid aún no había terminado. Ella mismo aplicó una pequeña cantidad de polvo en el rostro inmaculado de Loretta, un poco de máscara en sus pestañas y una ligera sombra en los párpados que hizo el efecto de agrandar aún más sus ojos. También un ligero retoque con rubor en sus mejillas y, cuando Ingrid terminó de aplicarle pomada de color en los labios, Loretta imaginó que, de haberla visto, su padre la habría enviado de inmediato a su habitación para lavarse el rostro. Sin embargo, Ingrid había sido muy hábil en el disfraz. Finalmente, Loretta se levantó del tocador para observarse en un espejo de cuerpo entero y pensó que hasta Christopher apenas la habría reconocido. A la vez, él habría deseado que en seguida cambiara y volviera a ser la misma de siempre. –Ahora, Loretta, quiero ha