"Comienza la Aventura"

1375 Words
Al día siguiente, Sofía llegó a la universidad tratando de dejar atrás la conversación del día anterior. Sin embargo, los pensamientos sobre Marcos seguían invadiendo su mente. ¿Qué quería realmente de ella? ¿Era solo un juego? O tal vez, como Clara había insinuado, él realmente se sintió atraído legítimamente a ella, sea lo que fuera, Sofía intentaba concentrarse en sus estudios y dejar de lado esos pensamientos, aunque su ansiedad no le permitía relajarse mucho, el sobre pensar estaba en sus venas. El aula estaba más llena de lo habitual, ya que ese día el profesor de turismo, el señor Valdivia, había anunciado que formarían grupos para un proyecto especial. Sofía se sentó en su lugar, observando cómo sus compañeros cuchicheaban emocionados por el trabajo. A los pocos minutos, el profesor Valdivia llegó con una gran sonrisa, portando una pila de folletos que dejó sobre su escritorio. —Buenos días, chicos —saludo el maestro, mientras todos se calmaban—. Hoy vamos a hablar sobre el proyecto más importante del semestre. Formarán grupos de cuatro personas y tendrán la tarea de visitar y estudiar una zona turística de nuestro país. Quiero que exploren su historia, su cultura y, sobre todo, su impacto en el turismo local y la sostenibilidad del lugar. Este proyecto será clave para su evaluación final, así que tómenselo muy en serio. Sofía se enderezó de espaldas en el asiento, sintiendo un pequeño nudo de ansiedad en la boca del estomago. Sabía que este tipo de proyectos no solo exigían un buen trabajo en equipo, sino también una organización detallada. Aunque le encantaban los desafíos, la idea de depender de otras personas para obtener una buena calificación siempre le causaba un poco de estrés. —Cada grupo tendrá una zona que les asignare —continuó—, y deberán hacer una investigación profunda. No es solo ir a tomar fotos y disfrutar del paisaje. Quiero que hablen con la gente local, que entiendan su modo de vida, y que analicen cómo el turismo ha impactado positiva o negativamente en su comunidad. Deberán presentar un informe final que incluya entrevistas, análisis económico y una propuesta de mejora para el lugar asignado La emoción comenzó a crecer en el aula a medida que el profesor desglosaba los detalles del trabajo. A muchos les fascinaba la idea de un proyecto práctico, algo fuera del típico formato de clase, y la oportunidad de viajar. —Voy a formar los grupos al azar, para que trabajen con personas nuevas y amplíen sus experiencias colaborativas —dijo el profesor, con una sonrisa traviesa—. Los equipos se publicarán en la pantalla en un momento. Quiero que todos se reúnan con sus compañeros después de la clase y comiencen a planificar su viaje. Sofía cruzó los dedos debajo de la mesa, rogando que le tocara con personas responsables. Mientras el profesor se dirigía a la computadora para mostrar los grupos, el murmullo de los estudiantes llenó el salón. Finalmente, los nombres aparecieron en la —Grupo cinco: Sofía Martínez, Clara Gómez, Marcos Fernández, Alejandro Ruiz El corazón de Sofía dio un salto de alegría al ver a su amiga en la lista, y un vuelco cuando vio el nombre de Marcos en la lista. Claramente, trabajar con él significaba que tendría que enfrentarse a esa extraña atracción que sentía cada vez que estaban cerca. Y ahora no solo tendrían que compartir tiempo en clase, sino que estarían viajando juntos. Clara, que estaba sentada junto a ella, le dio un suave codazo con una sonrisa juguetona. —¡Nos ha tocado con chicos guapos! —susurró, marcando el comienzo de una aventura. Sofía le devolvió una sonrisa nerviosa. Clara lo veía todo como un juego simple, pero para Sofía era mucho más complicado. Cada vez que Marcos estaba cerca, perdía el control de sus emociones, no pensaba con claridad, la lengua se le enredaba y se sentía demasiado tonta e incómoda. El profesor continuó hablando. —Grupo cinco, ustedes van a ir al Lago Verde, una de las zonas de ecoturismo más conocidas de la región. Su tarea será estudiar cómo la comunidad ha manejado el aumento de turistas en los últimos años y cómo se ha desarrollado el turismo sostenible en esa área. Recuerden, deben proponer soluciones que equilibren la preservación del entorno natural con el creciente aumento de la población aledaña a la zona Sofía ya había oído hablar del Lago Verde. Era famosa por su belleza natural y sus aguas de color esmeralda, rodeadas de frondosos bosques y montañas. Sin duda, era un lugar idílico, pero también sabía que el turismo en la zona había crecido de manera desmedida en los últimos años, y eso estaba afectando al ecosistema local. Mientras el profesor terminaba de asignar los grupos, Marcos se giró hacia Sofía y Clara. —Parece que vamos a trabajar juntos —dijo, con un tono que parecía relajado, pero que a Sofía siempre le hacía sentir una presión extra—. Será divertido añadió Alejandro. Clara le devolvió la sonrisa sin pensarlo dos veces —¡Sí, suena increíble! —dijo, Clara emocionada—. El Lago Verde es un lugar precioso. Estoy seguro de que haremos un gran trabajo juntos. —Podemos reunirnos después de clase para comenzar a planear el viaje —sugirió Alejandro, un chico alto y de aspecto serio, que también estaba en su grupo. Parecía pragmático y organizado, lo cual tranquilizó un poco a Sofía—. Tenemos mucho que organizar: transporte, alojamiento y cómo dividiremos las tareas. Marcos asintió, mientras sus ojos se posaban en Sofía por un instante más largo de lo necesario. Clara, notando la pequeña interacción, disimuló una sonrisa. Sabía que la cercanía de Marcos hacía que su amiga se pusiera nerviosa, y eso solo alimentaba su interés en ver qué podría pasar entre ellos. Después de clase, los cuatro se reunieron cerca de la salida para planificar los primeros pasos. Alejandro, como siempre, estaba enfocado en los detalles prácticos: horarios, costos y todo lo que involucraba la logística. Mientras tanto, Marcos se mostró más relajado, dejando que las ideas fluyan. —¿Qué les parece si nos reunimos mañana en la tarde para ver todo con más calma? —propuso Alejandro—. Así empezaríamos a definir los puntos más importantes. Todos estaban de acuerdo, y tras coordinar un horario, se despidieron por ese día. Sin embargo, mientras Sofía caminaba de regreso a su departamento con Clara, no podía dejar de pensar en lo que le esperaba, Y por más que intentara convencerse de que solo sería con fin educativo, una parte de ella no podía evitar sentirse emocionada por la posibilidad de lo que podría ocurrir mas allá de eso. **** El día del viaje llegó más rápido de lo que Sofía hubiera querido. Apenas había podido dormir la noche anterior, los pensamientos sobre Marcos y lo que significaba pasar tres días a su lado la habían mantenido despierta. Sentía un nudo en la boca del estómago, el típico que siempre sentía cuando la carga de estrés la sobrepasaba. Justo cuando terminaba de arreglarse, el sonido de un claxon afuera de su edificio la hizo reaccionar. Era Clara, que la recogería en su auto para comenzar el viaje. Sofía tomó su mochila y salió de su apartamento, cerrando la puerta tras de sí con una sensación de inquietud. —¡Sofi! —gritó Clara desde el asiento del conductor—. ¡Vamos, ya es tarde! Sofía se subió al vehículo, intentando sonreír a su amiga, aunque no podía evitar que su cuerpo temblara, cada paso quedaba lo sentía torpe. Cuando llegaron al punto de reunión, Alejandro y Marcos ya estaban esperando con sus mochilas al lado del vehículo que habían alquilado para el viaje, uno mas grande, cómodo y mas adecuado para el largo viaje. El sol apenas empezaba a salir, y la luz de la mañana le daba un tono cálido a todo el paisaje. Sofía notó cómo su corazón se aceleraba al ver a Marcos, ¡es que a ese hombre los tallaron los mismos dioses¡, pensó, vio todo en cámara lenta en especial como los músculos de marcos se contraían al mover el equipaje.
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