Mis pasos parecen tan densos, el dolor en mi espalda regreso y nuevamente me doy cuenta que estoy cargando con ese peso que es las historia de mi vida con Julián. Antes de ir hasta la recepción, saco mi móvil y hago la llamada a la única persona en todo el mundo que me puede ayudar en un momento como este. —Josh, soy... —Creí que me habías olvidado por completo. Ahora solo es Eric esto, Eric aquello y Tamy tampoco llama a su tío Josh. —Nos encontró, esta aquí. El silencio en la línea era lo que no quería escuchar, tenía todo el terror del mundo si Josh no era capaz de articular palabra, porque eso solo significaba que mis días estaban contados. —Josh... por favor, no te quedes en silencio. —¡Mierda! —al fin dijo y un gruñido fue lo que siguió— ¿Eric te está apoyando? —Si, cre