Mis piernas tiemblan, mis labios arden, mis manos acarician, mi pecho sube y baja, mis ojos están cerrados y mi mente está en blanco. Siento el peso del cuerpo de Julián sobre mi pecho, sobre mi cuerpo, sobre mi alma. Sobre mi vida. Quiero decir algo, necesito decir algo, pero se que tan pronto como alguno de los dos rompa el silencio este pequeño instante, este mágico y ensoñador instante se habrá acabado. Siento como uno de sus dedos hace pequeños remolinos alrededor de mis brazos, sube y baja. No me mira aunque mi rostro está a su alcance. Se remueve un poco sobre mi cuerpo y siento el frío de su cuerpo ausente, sin embargo sus labios dejan pequeños besos por mi estómago y luego por mis pechos, no se siente el deseo ni la pasión, son simples besos depositados allí. Vuelve a mi est