3.Mi tio

1322 Words
La cena transcurrió muy tranquila, mi primo no hizo ningún gesto inusual y yo me entretuve hablando con mis tíos de la uní y mis padres. Subí a mi habitación donde volví a masturbarme aunque ahora no me sentía igual, ahora ya conocía el poder vergas grandes embistiendo duro y aunque la de mi primo no era tan grande, (podría decirse que era una v***a normal) si me mostró mejores sensaciones. Mi primo y yo follamos esa noche, usó protección y me dijo beber una pastilla que le dicen la del otro día. Me advirtió que no podíamos tener relaciones sin condon. En eso tenía razón, yo no podría quedar embarazada y mucho menos de mi primo. Al día siguiente fui a la universidad y luego pase por una clínica que se anuncia como que te ayuda con la planificación. Le comente a la señora de recepción que me había entregado a mi novio y esta me llevo a un área de orientación. Ahora en mi bolso cargaba con cordones para 10 días que era el tiempo de mi próxima menstruación. La mujer me oriento de los diferentes métodos por lo que escogí la inyección cada 3 meses, así mi mamá no se escandalizaria ni se enteraría que estoy activa sexualmente. Regrese feliz y deseosa de volver a sentir la polla de Manolo uniéndose en mi. —Buenas tardes Leonor. —saluda mi tío que ve su partido de fútbol. —Buenas tardes tío, ¿y Manolo? —pregunto caliente. —Él salió para un campamento con su novia. Se van a quedar el fin de semana. —aclara mi tío y siento que me voy a desmayar. ¿Cómo es eso que mi primo tiene novia? ¿Por qué nadie me lo había dicho? Subí con mis ojos llenos de lágrimas. Estoy enojada con él y conmigo. Limpio mi rostro y vuelvo a bajar. —¿A qué hora llega la tía Glenda? —pregunto esta vez caminando hacia la cocina. —Tu tía tiene tarde de chicas, no llega hasta las 8:00pm. —contesta sin dejar de mirar la tv. Observó con detenimiento a mi tío. Es algo mayor, ¿Qué edad puede tener? 45, 50 máximo 52 años. Sus canas le quedan muy bien. Muerdo mi labio y voy a la cocina. Son las 5 de la tarde, estoy muy caliente, mi primo no está para bajar mi calentura y mi tía no llega hasta las 8:00pm. Todo estaba planeado, mi tío solo y de buen ver, yo deseosa y dispuesta. Me preparo dos sándwich y me sirvo un vaso de leche. Como no había nadie podía hacer como si fuera una princesa inocente. Me quito las bragas y las pongo en una gaveta para luego venir a buscarla. Me abro un poco la camisa qué ya no tenía sostén. —¿Quiere tío?—le preguntó bajándome para que se vean mis pequeños pechos desnudos. Lo veo mirar más de la cuenta y eso me gusta. —No por ahora. —contesta volviendo su mirada al tv. —¿Puedo sentarme a ver el partido contigo? —este dice si con su cabeza sin mirarme. Se que lo que está es evitando la tentación, pero es exactamente lo que quiero—. ¿Cuánto va el partido? —pregunto sacándolo de su mundo. —1 a 0 —habla y me mira en el momento que mi boca se llena de leche y lamo con sensualidad el rastro. Lo veo tragar profundo y pongo el vaso en la mesa de noche mostrándole a mi tío político que no llevo nada bajo mi minifalda. —Super, está empezando. —digo volviendo al sofá doble y me pongo de lado. —¿Qué estás haciendo? —pregunta y sonrió. —Yo nada, pero podemos hacer si tu quieres. —agrego tocando su bulto en su pantalón. Lo veo negar. Pero tomó mi móvil y le muestro mi cuerpo desnudo, paso a la otra foto y le muestro mi coño empapado. Este tapa a medias sus ojos. —Leonor, esto … —no lo dejo terminar cuando me siento en su regazo de espalda rozando mi coño con su pantalón. —No hable tio, sé que me deseas.—digo llevando su mano hasta mi coño caliente. —Aquí, no, si tu tía llega nos puede ver. —tomo mi mano y me llevó hasta la sala de estar de la parte posterior de la casa—. Este es el último lugar al que tu tía llegará. Me besa y respondo su beso. Quitó mi camisa para acariciar mi pechos mientras me seguía besando. Se pone de espalda a mi para amasar mis pequeños pechos jugando con mis pezones. —Estás segura, mira que si me quito la ropa no habrá marcha atrás. —susurra en mi oído pero mi contestación es quitarme la falda quedando completamente desnuda para él. El tío Manuel comenzó a bajar sus besos por mi espalda hasta llegar a mis nalgas las que mordió a su antojo. Reí cuando me volteé y comenzó a morder mi vientre. —Hace mucho que no disfruto de un cuerpo como el tuyo. —susurra. —Puedes usarme siempre que quieras. —alegó y este me empujó a la butaca. Quita su camisa y solo abre su pantalón sin quitarlo. Sonrió satisfecha. Este abre mis piernas y lame mi coño. Gimió de gusto al sentir su lengua caliente pero enseguida reemplaza su lengua por sus dedos, hunde dos dedos en mi coño y arqueo mi espalda pero no imagine que usaría su otra mano para masajear mi clítoris. Comenzó a bombear en mi interior con fuerza, si así va a hacer nuestro encuentro esto será mejor de lo que yo había querido. Este no espera que yo termine dejándome caliente y necesitada. Termina de quitarse su pantalón y gateo como una bebé en busca de su biberón. Tomo su polla erecta y gruesa para llevarla a mi boca. Comienzo a chuparla y el comienza a moverse a mi ritmo. Sus gruñidos y mis gemidos iban acorde. Me invitó a montarlo y así lo hice, ya habia visto como Elisa habia montado a mi padre muchas veces así que sin ningun pudor tomo su polla y la centro en mi entrada. Lo escucho gemir de placer y eso me complace. Su polla no es como la de los videos y mucho menos como la de mi padre, pero resuelve. Esta dura que es lo importante y me va a curar esta necesidad que tengo de v***a. —Leonor quien te ha enseñado tanto? —pregunta cuando comienzo a subir y bajar por su polla. —Tio no pregunte y disfrute. —este comienza a darme nalgadas. muerdo mis labios para no gemir más fuerte—. Por el dios de la lujuria, esto es muy rico. —gimo al sentir como este toma el control entrando y saliendo de mi. —Ven. —me acuesta en el sillón y vuelve a hundirse en mí, esta vez de lado. —Mierda, el condón. —exclamó pero el ríe. —Tranquila, yo me operé pero para que estés más segura, quiero echarla en la boca. —Sonrío satisfecha. Eso me gusta. Nota mental, hombres que tengan la vasectomía hecha. —Gustosa me alimento de ti tio. —dije acomodandome de rodillas para recibir esa rica y caliente leche. Una vez que terminamos volvió a su partido y yo me fui a mi habitacion, me sentia frustrada y apenada, como miraría a mi tía de ahora en adelante. Me encerre en mi habitacion esa noche y no volvi asalir arrepentida de haberme acostado con el marido de mi tía. Me bañe dos vecespue sentia que su olor estaba impregnado en mi cuerpo. La culpa me hacía pedir perdona a Dios por lo que habia hecho pero al recordarlo mi coño latia de deseo.
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