8. La fiesta

1119 Words
El pug molestaba un poco pero no era algo para yo morirme así que estuve toda la fiesta con él, me sentía excitada. Damian de cada tanto acaricia mi coño y me daba desde su dedo a probar mis fluidos. Los chicos me aceptaron sin hacer preguntas, al menos eso creo. —Es hora conejita. —me sonríe extendiendo su mano para guiarme hasta su habitación. En cuanto se cierra la puerta Damian camina hacia mí como león hambriento, me sentía un poco mareada por las cervezas que había tomado—. Vamos a la cama, hoy quiero pasar lo que queda de noche disfrutando de tu cuerpo. —confiesa haciendo que mi ropa caiga al suelo. Me acostó en el medio de su cama y comenzó a besarme con calma. Sus manos acarician mis pechos. —Hoy quiero quitarme los deseos de ti. —susurra bajando con sus besos por mi cuello hasta llegar a mis pezones. Jadeo disfrutando de esa corriente que corre por todo mi cuerpo. No sé en qué momento se abrió la puerta, abrí los ojos al escuchar un grito de terror. Voy a levantarme pero Damian no me deja. Este sigue besándome como si estuviera hechizado. Abre mis piernas y comenzar a acariciar con sus dedos mi centro se acomoda entre mis piernas y me quita el pug. —Damian, tú no me puedes hacer esto. —Él suspira y decide mirarla sin dejar de acariciar mi coño. —Lo puedo hacer y lo estoy haciendo, si quieres te puedes unir. ¿Verdad conejita? —asiento mordiéndome el labio—. Si no te apetece te puedes marchar, así de simple. Damian no espera respuesta pues sigue besando mi cuerpo como si ella no estuviera. La rubia oxigenada sube a la cama mientras Damian comienza a regalarme placer con su boca y lengua. —Ven, sigue tú. —le ordena a su novia. Esta hace lo que él dice y Damian sube hasta mi rostro para ofrecerme su muy bien dotada v***a. Lo lleve a mi boca de la misma con desespero, necesitaba correrme, estaba muy excitada. —¡Oh dios! —gimo sintiendo pequeños espasmos. Cambiamos de posición. Damian se acuesta y subo sobre él comenzando a cabargarlo. La rubia se acerca para besarlo pero este la sube sobre su rostro para comenzar a vhupar de su voto. Los gemidos de esta comenzaron a salir y al quedar frente a frente y totalmente excitadas nos besamos. Damian termina de darle placer a su novia y me pone en cuatro para volver a arremeter contra mi coño. Cierro mis manos con los puños en las sábanas. Damian sabe tratarme para hacerme correr divino. Él hala a la rubia para que esta bese mis nalgas. —Oh No aguanto más. —grito pero Damian sale de mi. —Aún no conejita, ven chupa. —me ordenó y comenzó a chupar su empapada polla. Esta vez invertimos los papeles, su novia lo comienza a cabalgar y yo subo sobre su rostro para correrme en su boca. Estoy muy caliente así que comienzo a moverme al ritmo de su lengua alcanzando mis límites. Empapando su rostro con mis fluidos. Seguido de mi orgasmo llegó la rubia. Damian salió de ella y me puso de rodillas. —Vamos conejita, enséñale a Brithany como se ordeña una v***a. Chupé su glande esperando su chorro de Leche caliente, y así lo hizo. Este me dio de beber su deliciosa leche, la cual bebí toda. —De hoy en adelante ambas son de mi propiedad. —aclara y solo puedo reír. —En tus sueños, quédate con tu novia, yo voy a seguir mi vida como hasta ahora. —digo. —Perra —me dice la otra y me encojo de hombros. —Mejor perra a cornuda. —Brithany va a irse sobre mí pero Damian la detiene. —Ya basta, vengan a dormir a mi lado. —ordena y sin mucho por hacer ambas nos acomodamos en cada lado—. Asi me gustan, que sean obedientes. Conejita que piensas de otro polvo en la piscina. —sonrió ladina. —Cuando tú lo órdenes. —muerdo mi labio. —Ustedes son unos … —Damian la miró reprobatoriamente. —Si no te gusta puedes marcharte. En fin Yo saqué la noche para mi conejita. Brithany nos miró y negó indignada. —Los odio. —grita con su voz chillona y yo no pude aguantar la risa. —Bien, bien, entonces márchate y no interrumpas la acción.—Damian me besa con ansias y Brithany cerró la puerta con mucha ira. —Pues, ella se lo pierde. —susurro y Damian muerde uno de mis pezones. —Yo soy quien no se lo va a perder, conejita. La noche aún es joven. Asiento me dejo arrastrar por la pasión que este me brinda. ☙❣☙❣❧☙❣☙❣❧ Despierto abrazada a Damian. Sus facciones son perfectas mientras duerme. Estoy convencida de que no me conviene, pero con él me siento tan yo que no me importa que tenga novia siempre que me haga sentir especial. Es el primer hombre que me pone como prioridad sobre las mujer de su vida, pues ni mi padre lo ha hecho. Limpio una lágrima traicionera y vuelvo a cerrar los ojos para hacerme la dormida. En el momento en que Damian despertó el sueño de cuento de hadas terminó. Este me ayudó a vestir y llamo un taxi. —Mis padres tienen que estar por llegar y tengo que poner en orden la casa. Este me lleva hasta el auto que espera para llevarme a mi casa. Donde me encontré con cara de pocos amigos a mi madre. —¿Dónde estabas? Espero que tengas una muy buena explicación. —cuestiona mi madre. —Bueno, yo … —mire a Juan Carlos quien niega cabizbajo. —No quiero que me mientras Leonor, anoche fui a buscarte a casa de tu padre y allá no estabas. —mi corazón comenzó a latir fuerte. —Madre, yo me quedé en casa de una amiga de la universidad, Tú aún no conoces a Brithany. —hablo pero se que no me cree. —Amor, por qué no dejas que yo me encargue. Tu vuelo sale en unas horas y aún no estás lista. —Sonrío al saber que estoy salvada por la campana. La escucho suspirar cansada. —Está bien, te la encargo mucho. —Juan Carlos asiente—. Y tu sube y date un baño. Pareces una cabaretera con esa ropa. —ordena y no voy a protestar, subo corriendo para que no se arrepienta y siga con el sermón.
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