Al despertar ya Lucca se había ido, me vestí y tomé un taxi hasta mi casa. Una vez en mi habitación tomé una buena ducha y me arreglé para ir a la universidad. Todo el día estuvo tranquilo, hacía mucho que no me sentía tan en paz. Damian no apareció ni ese día ni los siguientes. No volví a verlo, Lucca me escribió que había tenido que salir de viaje pero que en cuanto regresara me escribiría para vernos. Así que esos días como estaba sin la soga y sin la cara me tuve que conformar con mis juguetes en mi habitación. El viernes antes de la despedida de soltero recibí un regalo. Un bello conjunto de lencería blanco con una nota. “Espero con ansias que llegues con esto puesto, habrán sorpresas”. JC. Sonreí traviesa, la lencería era hermosa. Al día siguiente me preparé para la noche que me