La noche fue intensa, Juan Carlos es un semental. Le gusta el sexo duro, luego de decirme que dejaría a mi madre por mí, reflexione y le pedí que no lo hiciera, lo convenci con la excusa de que sería más excitante mientras fuera un secreto. Él estuvo de acuerdo poco convencido, pero a mi lo que me interesaba era no atarme a nadie, por más rica que fuera su polla. Admito que gustó el sexo con él pero no es para que yo quiera ser exclusiva sabiendo que hay vergas de todos los tamaños y colores esperándome. El domingo se fue rápido, no sabía con que me iba a encontrar en la universidad por un lado estaba el profesor y por el otro Damian. Me preparo para salir cuando escucho la básica de un auto frente a mi casa, blanqueo los ojos al ver de quien se trataba. —¿Quién es él? —me cuestiona