Llegué a mi casa y me puse a pensar bien que tan lejos puedo llevar esto, no puedo negar que ese señor me atrae de una forma descomunal, es algo que no puedo evitar, algo que va más por encima de mi misma. Lo que viví con él hoy fue tan placentero que va ser poco probable que lo borre de mis pensamientos, de mi piel.
Entré a la habitación de mi papá, estaba dormido pero se estaba quejando, me partió el alma, aún no me alcanzaba para comprar los medicamentos que necesita en estos momentos, no puedo perder mi empleo, le doy un beso en la frente y salgo a dormir.
Llegué temprano a la empresa, después de dejar a mi hermano en el colegio y a mi papá dejarle su desayuno listo, hoy había una junta importante, quizá para mí ya que iba a estar toda la familia de Leonardo y eso sería clave para poder seguir con ese juego.
Organice la sala de juntas, en todos los puestos deje su respectivo portafolio, le pedí a la mesera que trajera agua o café si así lo pedían. Vi a mi amiga Mary a lo lejos, creo que se va a sorprender un poco cuando le cuente algo de lo que pasó. Comenzaron a llegar los integrantes de la junta directiva, llegó Leonardo y me saludó de lo más formal, deja claro que la empresa es otro asunto totalmente diferente a lo que haya sucedido con él. Me ubicó a su lado y él me tendió un papel con una nota escrita, "espero y actúes normal, esto es muy aparte a mi propuesta, demuestra que tan profesional eres… no puedo sacar de mi cabeza la imagen de tu cuerpo desnudo", me sonroje con su comentario y asentí mirándolo.
Llegaron los de contabilidad, finanzas, marketing y demás departamentos, faltaban las personas que más me interesa conocer. La primera en dar el arribo fue una señora muy hermosa, tiene un poco más de 40 años, se ve muy conservada, demuestra glamour y elegancia, se acerca y le da un beso discreto a Leonardo. No dejó de mirarla, ella a simple vista es perfecta ¿Por qué debe buscar por fuera placer?, esa incógnita la voy a tener por mucho tiempo. Luego llegó una chica parece tener mi misma edad, se parece a Leonardo supongo es su hija Loren, hablan mucho de ella también es la jefa de mi amiga. Empezamos y Leonardo me presentó como su nueva asistente, su hija literalmente se burló de mí mientras que los demás aplaudían. Cuando Leonardo empezó a exponer las cifras del mes llegó alguien que pensé no volver a ver, el chico del bar, Lucas.
— Disculpen mi retraso, les daré un café a cada uno — dice y todos ríen, estoy un poco perpleja al verlo, pero mi asombro fue mayor cuando Loren le dio un beso. ¡Qué bien! Antes de convertirme en la amante de su papá besé a su novio. Me reí internamente por mis ocurrencias.
Él se percata de mí presencia y en curva sus labios mostrando una sonrisa genuina, mis nervios aumentaron su solo mirada me tenía nerviosa, desde que choque con él en el bar me encantó, probar sus labios fue lo mejor. La reunión seguía su curso normal, los números de esta empresa son grandiosos Leonardo tiene un buen control de esta.
Al terminar se acercó a mi Loren, como toda una profesional se acerca a mí junto con su novio Lucas. Él no pronuncia ninguna palabra, solo la acompaña.
— Espero y sepas mantener tu lugar — dice de forma arrogante. — No quiero tener que sacarte de acá antes de tu período de prueba.
— Disculpe pero no le he dado motivos para que me hable así, le pido respeto —. Ella suelta una risa.
— Lo digo porque conozco las de tu clase, lo que manejan para llamar la atención —. Omito contestarle ya que Lucas hace unas señas.
Ella se va con Lucas y me quedo ahí, recogiendo las cosas, > empecé a hablar sola cuando escucho como aplauden. Doy media vuelta asustada y veo a Lucas.
— No sabía que hablabas sola, ni que trabajabas acá —, se acerca peligrosamente a mí.
— ¿Alcanzaste a escuchar mucho? — dije entre dientes.
— Lo suficiente, eres muy hermosa y mereces mucho más —. Toca mi mentón haciéndome pasar un escalofrío. — Lastima que ya estoy en una relación —, me guiña el ojo.
— No se de que hablas y te pido no te metas en mi vida.
— Hey tranquila, solo cuenta conmigo para lo que necesites. Te lo digo de verdad, no te dejes tentar por Leonardo.
Sus palabras en algo tenían razón, fui hasta la oficina y me acomodé en mi silla, antes de continuar me llegó un mensaje con el valor de la colegio de Juan, nuevamente me atrofian todos esos temas económicos. Fui a donde Leonardo, debía conseguir más dinero.
— Que pena molestarlo, quería pedirle un favor — digo entrando a su oficina.
— Claro Carolina, menos mal llegaste. Se me olvidó entregarte estos archivos para que los lleves a Contabilidad, y le pidas a Lucas el abogado, que revise bien este contrato —. Me extiende dos paquetes, yo asiento y los tomo. — Ahora dime que necesitas.
— Un préstamo, que sea descontado de mi sueldo. Mi papá necesita unos medicamentos muy costosos y no tengo dinero —, él deja de hacer lo que estaba escribiendo y su atención queda totalmente en mí.
— Te haré el préstamo que necesitas, me lo vas a pagar firmando el contrato y cediendo a todos mis caprichos.
La forma que me esta chantajeando me tiene sorprendida y a la vez excitada, pensar que él puede cumplir todas sus fantasías conmigo me tiene agitada, aunque se que no es la forma.
— Aceptó, ¿Dónde firmó? — Su cara muestra una sonrisa y me extiende un paquete para firmar.