Mi primer día resulta muy agotador, este hombre tiene una cantidad de eventos y viajes que me tocó organizar según su disposición, es un hombre amable, salí de camino a casa muy tarde, el autobús se pasó antes de que yo pasara la calle, maldecí mentalmente por ser tan lenta al caminar, tomé mi teléfono para avisarle a papá y seguí caminando, de pronto sentí que alguien me tomó de la mano y me jalo hacia él, abrí los ojos y veo al chico del bar, Lucas.
— Siempre estás así de despistada con tu teléfono —. Mire su mano que estaba todavía sobre mi brazo. — Casi te atropella esa motocicleta, deberías agradecerme —. Levanta una ceja.
— Gracias no me fije — respondí tímidamente.
— ¿Trabajas acá? — dijo mientras señalaba mi nuevo trabajo.
— No es asunto tuyo donde yo trabaje, ni te conozco —, le dije y continúe con mi camino.
— Eso se puede solucionar fácil, te invito a tomar un café o algo ¿Qué dices? — negué y seguí caminando, mientras que escuchaba como él seguía hablando.
Tuve que esperar alrededor de media hora más para que él autobús pasará.
Llegando a casa veo las luces apagadas, se que es tarde pero ellos no apagan las luces hasta que yo llegue. Entró y los llamó pero no responden, voy a la habitación y no se encuentran, le marcó a Juan y al tercer tono responde, diciendo que mi papá por intentar vestirse solo se cayó y se abrió un poco la cabeza.
Salgo agitada para el hospital, por más que se le ha dicho él sigue insistiendo en hacer todo solo y eso me preocupa.
Llegó espero mientras me permiten la entrada, allí está mi papá con sangre en la cabeza mientras que Juan está al lado jugando con su teléfono, rodé los ojos y lo golpeé con mi mano. Abracé a mi papá y me senté a su lado. Cuando él médico nos llamó nos informó que la salud de él se está deteriorando, que podría vivir muchos años así pero que había cosas que iba a perder. Nos enviaron más medicamentos todos costosos, prácticamente mi nuevo sueldo se iba solo en ellos.
De vuelta a la casa lo dejamos acostado, solo le suturaron con seis puntos. No dormí nada, hacía cuentas pero por más que quería no me alcanzaba para nada. Me desperté a las 4 am, el cansancio era notorio en mi rostro, me apliqué un poco de maquillaje y salí rumbo a la empresa.
Fui de las primeras en llegar, me senté y encendí la computadora a llenar unos formularios, sentía como mis ojos se cerraban pero cada vez que pasaba eso yo sacudía mi cabeza, hasta que pasó lo obvio y me quedé dormida, fue alrededor de diez minutos, al despertarme vi a mi jefe observandome, con sus ojos clavados en mí.
— ¿Descanso? — dijo con tono irónico.
— Lo siento, es que no he dormido bien, y mi papá… — me interrumpió.
— Señorita, no quiero sonar grosero pero su vida personal no es relevante en estos momentos, le pido que agilice todo, nos debemos ir de viaje hoy mismo —. Se fue hacia su oficina sin decir una palabra más.
Llamé a Juan y le dije, él insinuó que iba a meterme con mi jefe, siempre hace comentarios fuera de lugar.
Él salió nuevamente de la oficina y me hizo seguirlo, — Iremos a California, será un viaje de dos días — dice rápidamente.
— Señor yo no sabía, no aparte
habitaciones ni nada, no traje ropa tampoco.
— Yo tengo un apartamento allí, nos podemos quedar ahí, por la ropa no se preocupe. Lo demás debe estar atenta en lugar de estar durmiendo.
Caminamos hasta la camioneta para luego seguir hasta su avión privado. Tenía nervios, su solo presencia me pone nerviosa.