Capítulo 3: El sacrificio del inocente

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Los enamorados dedican su tiempo a los preparativos del matrimonio, la ceremonia y el vestido de novia con el cortejo. Mientras tanto, el rumor se esparce por toda Killari, y algunos miembros de la logia se reúnen en el despacho del gobernador --Ya te enteraste de la llegada del forastero, tal cual se pronosticó en la revelación del abate – comenta Bernadette Fischer --Si me enteré, te refieres a Fran Müller, el novio de Ángela de las Casas Huerta, que llegó a la ciudad para casarse con ella – responde el gobernador --Bueno hasta el momento es el único forastero que ha llegado que yo sepa – dice Bernadette --Exactamente… como jefe de policía me hubiese dado cuenta de cualquier otro forastero, hasta el momento solo Fran --- dice Maximiliano Pérez --Entonces es indudable que ese es el forastero de la revelación — afirma Arnaldo Coello Villamizar el alguacil --No puede ser… entonces ¿Ángela será la sacrificable? No puede ser, yo le tengo cariño a esa niña, ha sido amiga de mi hija Angie desde que eran niñas, no tengo corazón para eso, no me pidan eso, por favor… no podría hacerle eso a mi hija – --No se trata de hacerle nada a tu hija, es por el bien de la ciudad, que es una vida a cambio de miles de personas que habitan esta región… el abate lo dijo… lo puros serán los sacrificables – replica el gobernador --¿Y si uds se equivocan? y el sacrificio de esa niña no trae la paz que esperamos… ¿Como saben que están en lo cierto? No puedo con esto, paren esta locura, yo siento que estamos equivocándonos, el sagrado vino no me dio certeza de hecho no me dijo nada a este respecto, no me iluminó… lo siento no puedo con esto – Bernadette se retiró abruptamente, asqueada del lugar, y se fue a su casa, caminando de un lado a otro con una copa de vino en la mano, pensaba desesperadamente en lo que sucedía en la logia, observaba por la ventana a su hija Angie y se preguntaba --¿Y si un día eligen a mi hija como sacrificable? ¿Qué derecho tenemos a tomar vidas inocentes? Dios me quiero salir de esto, pero dicen que no hay otra salida que entregarle nuestra sangre al árbol de la vid, cuando se me ocurrió entrar en esto…. Si todos están de acuerdo yo no podré hacer nada por la vida de esa niña o me la cobrarán con la vida de mi hija – Los días siguieron transcurriendo, hasta que llegó el día del matrimonio. Temprano en la mañana, en casa de la afanada novia, alguien toca a la puerta de su habitación, era su hermano Emilio de las Casas Huerta --¿Estaba dormida? — --No hermano, pasa por favor, como dormir con estos nervios por el casamiento – --Hoy en el día de tu matrimonio, vengo a entregarte un legado de familia, que nuestros padres me encomendaron darte, como tradición a todas las mujeres de la casta de los de las Casas… Se trata de este camafeo de oro, plata y brillantes, que debes lucir con tu vestido de novia, junto con estos aretes – --Que hermosos, hermano…. Los había visto en unas fotos antiguas de la abuela, pero no sabía que era tradición de familia – --Con esta entrega, hermana querida, te deseo la felicidad más grande del mundo, que te mereces por ser tan bella persona y que Dios te bendiga en este día – dice Emilio abrazando muy fuerte a su hermana Pasaron las horas, y el momento del casamiento llegó, en medio de una hermosa pradera, rodeada de vegetación y decorada con muchas flores, una tonada se escuchaba en toda la altiplanicie --♫ Ave María…. ♫….♫….♫….-- La novia hace entrada tomada del brazo de su hermano Emilio a la pradera, con su hermoso traje blanco y una cola que arrastra, al lado de su cortejo nupcial, camina hasta llegar al altar, donde el cura del pueblo la espera. Emilio hace entrega de la novia a su prometido Fran Müller, quien la toma para iniciar todo lo referente al casamiento. Los novios escuchan atentos las palabras del sacerdote, se colocan las alianzas y se prometen infinito amor La bella pareja de jóvenes ya casados con la bendición de Dios, comienza a retirarse una vez concluida la ceremonia, viéndose a los ojos, llenos de felicidad y amor, mientras que los miembros de la logia cruzan sus miradas una y otra vez, el resto del pueblo solo admiraban la elegancia de los novios Van a otra pradera donde los violines interpretan un vals, que ellos bailan al son de la música, pican el pastel y brindan con vino con todos los presentes, también algunos integrantes del pueblo como la familia de Doña Paquita Aragón Vargas Quien aprovecha la oportunidad de codearse con la más selecta urbe de la aristocracia de la ciudad --Buenas tardes señor gobernador – --Doña Paquita bienvenida a esta celebración… gracias por venir – --Siempre es agradable acudir cuando una nueva vida comienza, como la de estos dos jóvenes, que hoy inician una nueva generación de Killari – --Así es, tiene ud razón— --A propósito, quería pedirle un trabajo para uno de mis sobrinos que se graduó de Enólogo, se trata de Daniel Castillejo de Aragón – --¿Enólogo? Qué casualidad, con la fusión de las empresas de las dos vinaterías más grande de la región, necesitábamos un Enrolo urgente, dígale por favor que acuda a trabajar el próximo lunes, que está contratado, si es de su familia no hay nada más que hablar — responde el gobernador retirándose del lugar --Madre ¿Te volviste loca? Porque le dijiste que es tu sobrino—pregunta Martin --Tú me pediste que le buscara trabajo, si le digo que es forastero, nadie le dará trabajo, si le digo que es mi sobrino, nadie preguntara nada… yo confió en ese chico, me inspira confianza – --Bueno… viéndolo así, tienes razón— Ya pasadas cuatro horas del casamiento, Ángela le dice a su ahora esposo Fran --Amor ya es hora, apenas tenemos el tiempo necesario para tomar el transporte a Lima y de allí el avión a nuestra luna de miel… estoy tan feliz— --Si mi vida, yo también me quiero ir de esta ciudad, yo estoy listo para irnos ya, te espero aquí a que te cambies de ropa—le da un beso y ella se retira Cuando va camino a su casa de habitación, a pesar de la corta distancia, dos hombres desconocidos, le ofrecen llevarla, haciéndose pasar por amigos de su padre fallecido, le hablan de su muerte y la conmueven, así ella se convence y se sube voluntariamente a la camioneta panel Ya abordo uno de ellos, coloca un pañuelo con un anestésico rápido en su nariz y logran dormirla profundamente. La chica es llevada a las afueras de la ciudad, a través de la selva casi impenetrable, donde pocos logran llegar, en las cercanías de Choquequirao, en un lugar no descubierto por los geógrafos Allí se encuentra una construcción étnica Inca, tan antigua como esta civilización, construida en piedra en forma de Uve invertida, con un gran portal de madera de roble, al entrar se divisa un altar también de piedra, que sostiene una gran laja lisa de mármol n***o pulido por los antiguos En las paredes, esculpidas sobre la piedra, las siluetas de árboles de la vid e indígenas en adoración a ellos, con copas en las manos. Los hombres entregaron la joven a los integrantes de la logia y se retiraron. La chica fue colocada sobre aquella laja de mármol negro Le fueron colocadas unos brazaletes de oro, en ambas muñecas, que perforaban sus venas, por donde comenzaba a drenar su sangre, gota a gota se depositaba en dos copas talladas en piedra caliza, mientras que los miembros de la logia tomaban sus puestos en un comedor similar al del monasterio, vestidos con las mismas sotanas de color purpura, pero esta vez con la cara tapada con una capucha de la misma tela Sentados en la espera que la sangre fuera depositada en las dos copas, aguardaban en silencio, tomando vino. La espera se hacía eterna, hasta que una voz rompió el silencio --La joven acaba de morir – era la voz del doctor Leonardo Andrade, director del hospital central de la ciudad, quien se encargaba de drenar la sangre de la sacrificable, como la llamaba la logia --¿Quién hará los honores? A la presencia sagrada del árbol de la vid – pregunta el gobernador --Creo que lo más adecuado que lo haga quien aseguró que este era el camino… su eminencia el Abate por favor, haga ud el honor – responde con ironía Bernadette Fischer, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos --Ese es el problema con las mujeres, todo es un drama, no pueden ser coherentes—comenta Jefe de policía Maximiliano Pérez --Le agradezco que respete a doña Bernadette Fischer, su único pecado es tener sentimientos y corazón, cosa que ud no tiene –
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