Esa tarde después de pensar sobre ese mar de sensaciones y emociones que había dejado Zayn en mí tras ese beso, dispuse a preparar lo que comería en el almuerzo.
En la cocina era muy diferente a como soy estudiando la carrera en la que me estoy formando como médico, diría que el preparar platillos que a la gente le guste me hace sentir bien, me relaja de todo el caos que tiene mi vida.
Más tarde para despejar un poco la mente me entretuve viendo un programa en la televisión, aunque ese momento de tranquilidad se vio entorpecido por una llamada entrante, la cual al saber que se trataba de la doctora Sanders me hizo contestarla sin demora.
—Hola Stefany ¿cómo estás?
—Hola Evannia, muy bien, te llamaba para mencionarte dos cosas, la primera, quisiera saber cómo va tu paciente, Zayn Abramovich y la segunda, se trata de que necesito que vengas al hospital
—¡Oh! lo siento se me había pasado llamarla y comentarle como iba el señor Abramovich, con respecto a él, pues es un poco difícil, pero no renunciare de cuidarlo
—¡Vaya! que valiente me saliste Evannia, pensé que desertarías, pero me gusta, eso me hace pensar que escogí a la chica correcta
—Gracias por eso Stefany y para que me necesitas en el hospital, creí que por los momentos no iría
—Sí, también lo pensé, pero ayer la señora Rose me llamo y me dijo que solo trabajaras con ella hasta las dos de la tarde, asi que por ello el tiempo restante lo podrías ocupar para terminar los pendientes en el hospital
—Ah, ya veo, siendo asi en un momento estaré allá
—Perfecto y cuando lo hagas sube primero a mi consultorio debo hablar sobre un asunto contigo
—De acuerdo, así lo haré—respondí para luego finalizar la llamada.
No sabía de qué podría hablarme Stefany así que me aliste de nuevo en vista de que me había cambiado, luego de eso fui por mis apuntes e implementos para dirigirme al hospital. Antes de disponerme a salir en ese preciso instante me observe en el espejo, observándome en el me preguntaba si alguien como yo le puede gustar a alguien como Zayn, ya que si me beso podría ser por eso, no conseguía otra respuesta, por tal motivo albergue esa ilusión en mi corazón y salí finalmente del departamento para dirigirme a dicho lugar como me lo habían indicado.
Estando en el autobús no paraba de repetir esas imágenes en mi mente, esas de ver como se complacía tomando de mi sangre y el momento en el que me beso, experiencia que tenía por primera vez debido a que había sido el primero que he probado en la vida.
Teniendo presente esa experiencia era como si el no saliera de mi mente, como si fuese necesario recordarlo siempre, notando con ello que al hacerlo mi corazón palpitaba, quizás mucho más fuerte que lo que me sucede con Brandon.
“¿De veras me gusta ese chico? ¿El mismo que dice que mi compañía le desagrada, pero que a la vez se acerca y me besa sin mi consentimiento?—me cuestionaba ya que me sentía muy confundida con esto que me estaba pasando, no tenía la certeza si era amor o solo un sentimiento pasajero”
Soy tan inmadura para muchas cosas que me hace actuar como tonta. Al pensar sobre eso recordé ese peculiar libro que también había visto, ese que mencionaba temas sobre el sadomasoquismo.
Desconocía que temas abordaba eso que vi ya que solo observe pocas imágenes y en ellas solo detalle que habían mujeres atadas y hombres con actitud de dominación sobre ellas, comportamiento que de una manera extraña me había producido curiosidad en saber de qué trataba, pero sabía que no podía preguntárselo directamente, por ello debía de averiguarlo de otra forma.
Sin darme cuenta por pensar tanto sobre esos temas olvide bajarme en la estación correspondiente, por ello tuve que quedarme en otra, una que me quedaba más lejos, teniendo que caminar un largo trecho hasta el hospital, mientras lo hacía pase por una tienda en la que aparentemente la venta de ropa interior sexy era el objetivo principal. Observando como la lucia el maniquí, eso me llevaba a pensar que nunca he utilizado una prenda de esa magnitud en mi cuerpo.
“Se vería ridícula en mí, además no sería yo si usara estas prendas —me dije mientras las observaba, logrando con esto que recordara lo que Karen siempre dice; “Evannia que hay de malo en cambiar y no ser la misma que siempre has sido”
Pero no es así no puedes cambiar de un día para otro, eso amerita motivación, decisión y valentía, actitudes que desgraciadamente nunca he tenido y no sé si algún día las llegue a tener.
Con esto en mente seguí y llegue al hospital. Estando allí a la espera del ascensor divise venir a Brandon con una chica, los dos se veían muy contentos, al parecer se decían algo gracioso por la forma en cómo sonreían.
Note que me observo, pero en esta ocasión no me saludo como la vez anterior, particularidad que no me extrañaba dado que nunca he sido de esas chicas que llaman la atención y que son saludadas por todos, aparte de eso para el no soy nadie que valga la pena.
Teniendo eso presente suspire y entre al elevador, subiendo en este comprobé que cuando lo vi me agite, pero no como antes, hecho que me parecía extraño porque él me gusta mucho, sin embargo, quizás como lo vi con alguien eso hizo que me desilusionara aún más, además no serviría de nada pensar que sus sentimientos cambiarían, él nunca se fijara en mí.
Tras unos minutos de haber divagado sobre Brandon llegue al piso de la doctora Sanders y ubique su consultorio. Estando allí toque y ella al verme accedió en que pasara.
Cuando entre me lleve una sorpresa, la señora Rose también se encontraba allí.
—Hola doctora Sanders, señora Abramovich que sorpresa verla aquí —ella como siempre tan elegante y bien vestida me pidió que tomara asiento
—Quise venir a agradecerte personalmente Evannia, a pesar de que solo ha sido un día que has cuidado a mi hijo note que hoy estuvo con mejor semblante
—¿Mejor semblante? —inquirí ya que no sabía a qué se refería exactamente
—El suele estar decaído, pero hoy lo note con mejor ánimo, hasta con mejor tono de piel
—Quizás pudo haber sido el tratamiento que le suministre señora Rose
—No lo creo, siempre he evaluado y chequeado a Zayn y es como si algo en su sangre estuviese cambiando, antes de que vinieras estuve en su casa, tome unas muestra de sangre y justo ahora espero los resultados. Dime Evannia, ¿adminístrate algo más al tratamiento que recuerdes? —aunque lo preguntara sabía que no había administrado nada más. Al pensar en eso vi mi dedo y recordé lo que había hecho, pero no podía mencionarlo, además no era relevante mi sangre nunca ha sido de primera dado que en algunas ocasiones suelo padecer de anemia
—No Doctora Sanders, solo administre lo que la señora Rose me indico a través de su historia medica
—Es muy raro ¿no? con ninguna de las enfermeras que lo han cuidado ha reaccionado asi —mencionaba la señora Rose. —También supe que tuvo apetito, Mary me comento que había comido gran parte del almuerzo y tú fuiste quien se lo entrego Evannia
—Sí, eso es cierto, él se alimentaba cuando me retire —proferí, omitiendo el resto de lo que había sucedido
—Evannia, para mañana quisiera que fueras cayendo la tarde, en la mañana estaré y quisiera estar al pendiente personalmente, también te haré un horario debido a que a partir de esta semana empiezan mis viajes y con ello deberás quedarte como acordamos ¿recuerdas lo que te comente sobre eso?
Escuchar que me tenía que quedar en su casa me daba un poco de nerviosismo, sobre todo después de lo que paso hoy, hecho que me haría sentir nuevamente vulnerable al tener su cercanía.
También con eso que había pasado comprobé que a pesar de que me beso sin mi consentimiento y en la forma en que lo hizo no me había desagradado ni había sentido repulsión, sino que me había gustado, de tal manera que hasta quería y anhelaba que volviera a pasar, incluso sin importarme el motivo que lo lleva a hacerlo.
—Sí, lo recuerdo señora Rose y no hay problema, ¿a qué hora quiere que vaya exactamente?
—¿Te parece a las seis de la tarde? así me podrías ayudar a que cene, sé que quizás lo trato como un niño, pero solo quiero que mejore. Mi mayor meta es que él se ocupe de los negocios que también son de el por derecho, entiendo que así como esta no los puede manejar, por eso quiero y espero que ese milagro ocurra, ese de que sane favorablemente, sé que la hemofilia no tiene cura, pero hoy lo vi tan de buen semblante que me hizo no decaer con esa esperanza que aún mantengo. Evannia, sé que mi hijo no es alguien fácil de llevar y también es un poco extraño en su forma de ser hasta para mí que soy su madre, pero por favor no lo abandones —me tomaba de las manos como si estuviese rogando
—No lo haré señora Rose, le prometí que haría este trabajo y asi será.
Aunque más que promesa era porque sabía que era inútil huir de él, no podía, sabía que eso no lo quería a pesar de que él me dijera que le desagrada mi presencia, palabras que no corresponden en lo absoluto con sus actos.
Ella al escuchar mi respuesta me brindo un cálido abrazo, justo en ese momento entraba un empleado del laboratorio, entregando los resultados a la doctora Sanders. Ella los reviso y al verificar lo que reflejaban reacciono impresionada.
—¿Qué ocurre doctora Sanders? ¿Algo malo? —pregunte preocupada
—No Evannia, todo lo contrario, hay patrones de cambio como si estuviese respondiendo bien por alguna causa, esto es muy raro y a la vez asombroso nunca he visto que pueda haber alguien que empiece a tener cambios de curación en Hemofilia
—¿De veras Stefany? ¿Crees que pueda haber la posibilidad de esa curación que hemos esperamos por años?
—Al parecer, pero debemos seguir evaluándolo y también saber qué es lo que exactamente está produciendo estos cambios.
Con ese descubrimiento estaba igual de sorprendida que ellas dos, dado que también desconocía a qué podría deberse su cambio.
Sabiendo esa asombrosa noticia ambas volvieron a agradecer por mi trabajo para luego despedirse ya que debía bajar al piso donde tenía que atender mis pendientes académicos.
Estando en el área que me correspondía realizar las labores divise a Karen, quien hablaba con el doctor Max de una forma muy coqueta. Sabiendo que la interrumpiría no le di importancia y me acerque hasta ellos. Los salude cortésmente y le mencione en voz baja a mi amiga que me acompañara ya que debía hablar con ella urgentemente.
Sabía que la única que podría escucharme y ayudarme en mi confusión sentimental era ella, por eso interrumpí su conversación con el doctor que le gusta. Decidí que fuéramos a la cafetería y allí hablar del tema.
—Evannia ¿Qué haces aquí? pensé que ya no vendrías, ¿qué ocurrió, te despidieron?
—No Karen, solo que estuve hasta las dos y la doctora Stefany me dijo que el tiempo restante viniera a terminar mis pendientes en el hospital
—¡Ah, ya veo! Pero te noto rara ¿paso algo? —como siempre en ese comentario que profesaba ella notaba los cambios en mi
—¿Cómo rara? estoy como siempre
—Físicamente si, de nuevo estas vestida fatal, pero tus ojos los veo diferentes, como más brillosos, cuenta ¿qué paso? porque si me trajiste aquí fue por algo realmente importante que me tienes que decir
—Tienes razón y te lo contare, eres la única que me puede ayudar
—A ver, dilo ya
—Hoy cuando estuve medicando al joven Abramovich pasaron dos cosas que me dejaron muy confusa. La primera fue que...—hice una pausa porque era tan extraño lo que había sucedido que no sabía cómo lo tomaría
—¡Hey! Evannia, dilo, te escuchare, sabes como soy
—De acuerdo ¿ves mi dedo? —señalaba el dedo lastimado quitando la bandita
—Sí, lo veo te volviste a pinchar como de costumbre, pero ¿qué pasa con eso?
—Me pinche sin querer en su presencia y pasadas unas horas él lo succiono delante de mí y aun sangraba cuando lo hacia
—Estas diciéndome que succiono tu dedo que todavía sangraba. Pero ¿para qué?
—No lo sé, es como si le gustara hacer eso porque mientras lo hacía se veía como si se deleitara con mi sangre
—¡El vampiro, pues! —exclamaba y a su vez reía de su comentario. —Evannia, me parece que tu paciente está un poco mal de la cabeza, eso es lo que sucede
—Pero eso no es todo
—¿Hay más? ¿Qué otra cosa hizo?
Le comente el comportamiento engreído y arrogante que tiene con su contacto, asi como también su forma de tratarme, para terminar detallándole el beso que me dio.
—Espera Evannia, ¿me estás diciendo que el chico aparte de ser un poco loco, te trato asi como me detallaste para acabar dándote un beso?—tras su respuesta se levantó del asiento extrañada por la conducta de Zayn
—Karen, siéntate y si también me pareció extraño y confuso su comportamiento
—Ahora entiendo porque no le duran las enfermeras, mínimo las aterra con ese comportamiento —dicha esas palabras tomaba asiento de nuevo para seguir atenta a la conversación
—Aunque quizás hay algo más aparte de eso —le comente lo de su habitación y las lecturas que había visto allí, hecho que por más que lo pensaba no dejaba de parecerme completamente extraño
—¡Ahhh!, ahora entiendo, el chico es un sádico
—¿Sádico? —pregunte extrañada porque desconocía el termino
—¿No tienes idea cierto? lo sabía, eres tan inexperta, pero descuida te lo explicare. Por lo que me dices lee y quizás practica esa modalidad. Los sádicos quienes se denominan asi por practicar el sado, sienten placer dominando a sus sumisas, asi como todo lo que hacen con ellas, les excita enormemente. Quizás si se deleitó con tu sangre como me dices es porque también siente placer con eso
—¿Puede alguien sentir placer con succionar sangre? —pregunte de nuevo extrañada
—Sí, es extraño, pero los hay, asi como también los que sienten satisfacción con el dolor cuando los dominan —la seguía mirando con extrañeza porque desconocía todo sobre ese tema
—¿Cómo sabes todo eso Karen?
—Tuve un novio con un comportamiento asi y por eso lo termine, aparte de que era muy celoso y no me excitaba sintiendo dolor. Cuando no lo hacíamos a su manera se molestaba, por eso decidí marcharme y dejarlo con su adicción
—¿Adicción?
—Si Evannia, para los sádicos o los dominantes eso de practicar esa modalidad que los excita a tal punto de practicar el sexo en esa forma en como lo hacen es como si fuera una adicción para ellos, ya que es muy difícil que dejen de hacerlo. Pero respóndeme esto ¿Qué sentiste cuando paso eso? ¿Te aterraste? ¿Quisiste huir de allí?
—Realmente, no, eso no paso por mi mente —le comente con mucho detalle cada una de mis sensaciones asi como ese sentir tan fuerte que tuve cuando Zayn me beso
—Evannia, estas enamorada de ese chico, eso es lo que pasa y no digo que es malo que haya sucedido, porque no es asi me alegra, pero date cuenta como él te trata y apenas te está conociendo
—Pero, quizás su actitud cambie después de ese beso que me dio
—¿Y si no? además él tiene esas prácticas, y si caes en ellas, te obsesionas y solo te abandona ¿lo has pensado?
—Karen, sé que sonara extraño, pero es inútil huir del sentimiento que tengo, por eso no puedo alejarme de el
—Hablas de el como si fuese una droga peligrosa que no te permitiera alejarte. Amiga, sé que nunca has tenido novio, pero ¿estas segura de que quieres que él sea eso para ti?
—Estoy tan confundida, no paro de pensar en él y cuando lo tengo cerca no pienso bien, es como si no supiera coordinar mis palabras
—Es obvio, te gusta el chico y mucho por lo que veo ¿Otra cosa más que haya pasado?
—Me pregunto si aún era casta, aunque no entiendo el motivo de su pregunta
—¿En serio no lo sabes, Evannia? ¿No lo deduces? me dijiste que ha tenido diversas enfermeras ¿cierto?
—Sí, eso es lo que dijo su madre
—Pues, es obvio, quizás con todas ha tenido sexo y habrán habido chicas que no lo complacerían con eso del sado o incluso con lo que hace con la sangre. De seguro esa será la causa por la que se van sin explicación alguna
—¿Me estás diciendo que pregunto eso para tener sexo conmigo? solo mírame no provoco interés alguno en ningún hombre
—Eso es cierto, pero quizás el vio lo que yo noto y es probable que quiera cambiar eso en ti, logrando con ello que te vea con otros ojos. Evannia aparte de eso tu eres obediente, temerosa y se nota que eres muy inocente quizás él se dio cuenta y le llamo la atención. Podría ser que quiera someterte a los placeres carnales y asi satisfacer sus deseos
—No Karen, si es asi no debo guardar ninguna ilusión, creí que podría gustarle de otra manera
—¿Y quien dice que no le gustas? además no sabes si ese lado erótico de él te vaya a disgustar, eso debes averiguarlo tú misma, porque como es no creo que te lo diga abiertamente
—¿Pero y como lo sabré?
—No tengo ni idea, ya eso tu deberás investigarlo, pero debes entender y saber en lo que te estas metiendo, ya quedara de tu parte si quieres estar con él y aferrarte a ese sentimiento que por lo que veo te tiene voluble.
Todo lo que dijo me hizo quedar unos minutos pensativa.
—Evannia ¿Has pensado que quizás con el cambies de ser quien eres ahora?
—No lo creo Karen, además no quiero hacerlo
—Porque insistes en que no quieres cambiar, estaría muy bien que ya no seas la misma y que empieces a ser valiente, decidida, sin temores, segura de ti misma. De esa forma no seguirás viéndote de manera negativa. Evannia solo espero que el sí logre ese cambio que ni tu misma te has atrevido a hacer, porque realmente lo necesitas y con respecto al otro tema, ¿No has cambiado tu decisión de abandonar esto?
—No y ya lo hablamos, no insistas. Solo quería hablar contigo sobre esto porque eres mi única confidente y te agradezco por serlo
—Evannia, esta es tu vida, solo tu deberás saber qué hacer con ella, debes tomas las riendas, no tus padres como lo hicieron para que estuvieras aquí, te digo esto para que pienses sobre lo que te está sucediendo con Zayn y también quiero sepas que cuentas conmigo para todo y si algún día decides abandonar la carrera que estudiamos también estaré —escuchar eso me hizo levantarme de la silla y abrazarla, necesitaba ese gesto de cariño de su parte.
Minutos después nos dirigimos a las clases que recibíamos en el hospital, aunque mi mente ese día no estaba recibiendo nada, me sentía perdida en el recuerdo de Zayn Abramovich. Como si el probar sus labios fuese creado en mí que me sometiera a pensarlo a cada momento.
Al terminar las clases salimos del hospital. Mientras caminábamos también le comente a Karen lo de los días que tocaría quedarme en la casa de los Abramovich.
—¿Aceptaste aun sabiendo lo que sientes por ese chico?
—Si, además no creo que pase nada
—No estaría tan segura Evannia, pero dejare que tú lo resuelvas, aparte de eso ¿A dónde vamos? porque esta no es la ruta de tu departamento
—Iré al súper, acompáñame, debo comprar unos ingredientes
—De acuerdo, te acompaño, por cierto eres buena en la cocina porque no decides estudiar sobre eso, te vendría bien
—No Karen y deja ya ese tema
—Está bien, no continúo con eso.
Como sabía que soy diestra en la cocina y me habían dicho que Zayn muy poco tiene apetito quise tomarme el atrevimiento de preparar un platillo para llevarle el día de mañana, aprovechando que iría a la hora de la cena. Pensé en llevarle unas croquetas de pollo acompañadas de una ensalada mixta en vista de su intolerancia al gluten.
Las haría con una salsa bechamel muy espesa, esta llevaría Maicena y leche por ello fueron mis primeros ingredientes en adquirir, luego escogí el pollo, el pan rallado sin gluten y finalmente los huevos. Para la ensalada preferí seleccionar los vegetales frescos y no la que viene preparada.
Karen al ver todo lo que había escogido me miraba con actitud de extrañeza
—¿Desde cuando eres intolerante al gluten?
—Esto no es para mí, es para Zayn
—¿Qué? ¿Para qué le cocinaras? no eres su domestica
—Lo sé, pero quisiera saber si yo pudiera ayudarlo a recobrar su apetito
—¡Ah! ya veo, pero si vas a hacer eso quisiera probarlo primero y asi te doy mi apreciación
—Está bien, tu ganas, haré una parte hoy para ti—ella al escuchar mi respuesta se contentó porque no tendría que cocinar ya que a diferencia de mi detesta la cocina.
Al terminar de escoger lo que llevaría nos dirigimos al departamento para disponerme a preparar la receta.
Karen quedó encantada al comerla, halagando mi talento para la cocina, dándome a entender con ello que si tenía un talento para lo que realmente soy buena, uno que por lo general siempre oculto para que nadie lo sepa.